#Especial I Ardillas, un problema en ascenso

Su nombre científico es Sciurus vulgaris, pero eso muy poco les importa, ellas que son amas y divas de la Plaza de Armas así como de otros sitios de Tampico.

Este 21 de Enero se celebra el Día Internacional de la Ardilla y en la zona sur comienzan a verse como un problema que tiende a descontrolarse dado su alto número.

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Nerviosas, hiperactivas, acrobáticas, graciosas, esquivas y hasta selectivas para acercarse a las personas que les ofrecen comida, estos roedores se han ganado a pulso el corazón de propios y extraños, no solo en este jardín, sino en todos los rumbos donde se aparecen.

Las ardillas son un imán, familias completas se detienen al menos para verlas, otros tratan de alimentarlas y algunos más osados, acariciarlas, su presencia le da mayor vida y quizá hasta un toque de ternura a las plazas y otros espacios.

Ellas forman parte de la fauna urbana aunque su naturaleza es silvestre, no son exclusivas de la ciudad, desde hace años se les ve en la mayor parte de los sectores de la zona sur a la cual se han adaptado sin mayor problema, su llegada es un misterio.

Constantemente se les ve utilizando la infraestructura urbana para cruzar las calles, cual acróbatas aprovechan los cables de telefonía y lo que esté a su alcance para evitar riesgos si lo hicieran a nivel de piso.

ALTA POBLACIÓN

Aunque se les considera un animal de presa y contrario a lo que se cree, no son animales domésticos, su inserción en la zona urbana les ha permitido sobrevivir con mayores ventajas en comparación como si estuvieran en el bosque al disminuir el número de depredadores naturales.

Miguel Verástegui Cavazos, presidente de la Asociación Mediadora para el Bienestar Inteligente, Ecológico y Normado de Tampico, Altamira y Madero, señala que si bien estos roedores tienen su lado carismático, su alto número representará un problema para la zona sur.

Al hablar sobre ello, dijo que esta especie se le considera una especie silvestre fuera de control a la que suman otras como los mapaches y cocodrilos y lamentablemente no hay acciones ambientales concretas y se corre el riesgo de ser plaga.

“Lamentablemente y por lo difícil que es, no existen censos sobre la población de estos roedores que aunque carismáticos tienen su riesgos dado que pueden traer problemas de salud a las personas al igual que otras especies como las palomas”, citó Verástegui Cavazos.

Sostuvo que Tampico, Madero y Altamira tienen un alto número de fauna silvestre que se ha adaptado al movimiento urbano, el cual si bien pudo causar asombro y admiración, ahora puede ser un problema de salud.

Añadió que tarde o temprano se tendrá que ir pensando en acciones que permitan una sana convivencia entre las personas y animales como las ardillas, así como otras especies que de alguna manera se han convertido en el paisaje de la zona sur del estado.

SU LADO OSCURO

Su imagen les ha ganado un lugar en el corazón de las personas, sin embargo, como animales silvestres tiene su “lado oscuro” y pueden llegar a representar algún tipo de riesgo para la salud de las personas, que muchas veces no marca la distancia.

Mario Loya Bautista, de la veterinaria La Coyota de esta ciudad, señaló que si bien las ardillas y en especial, las que están en plazas públicas de la zona que si bien se han acostumbrado a la presencia de personas, no dejan de ser animales salvajes y en momento dado pueden responder como tal.

Ante ello recomendó a las personas y en especial, a los padres de familia, ser cuidadosos al querer convivir con esta especie para evitar riesgos como lesiones como rasguños y mordidas dado que pueden ser portadores de virus.

Al abundar sobre ello, Loya Bautista manifestó que pueden transmitir enfermedades a los seres humanos como la rabia, parasitosis y leptospirosis al estar en contacto directo con ellas o en espacios infectados.

De acuerdo con ello, las personas que crucen la sana distancia pueden contraer leptospirosis por el contacto directo con la orina de los animales infectados o mediante el agua, el suelo o los alimentos contaminados con esa orina explicando que las condiciones cálidas de la zona podrían ser ideales para ello.

Entre los síntomas son: fiebre alta, dolor de cabeza, sangrado, dolor muscular, escalofríos, enrojecimiento de los ojos y vómitos indicándose que sin tratamiento, la leptospirosis puede causar daños en el riñón y el hígado, o incluso la muerte.

Los antibióticos se encargan de eliminar la infección.

Loya Bautista señaló que algunos padecimientos pueden confundirse con otros que para un médico de personas sería difícil de detectar al no estar familiarizado con ello.

“Muchas de las enfermedades que se conocen en el área veterinaria son conocidas pero no a profundidad por los médicos de personas y pueden dar falsos diagnósticos lo que puede generar severo deterioro de la salud en los pacientes”, citó.