La entrada del frente frío número cuatro a la zona sur del estado evidenció la vulnerabilidad de la región ante el posible impacto directo de un huracán categoría uno; la cuenca del río Pánuco está considerada por la Comisión Nacional del Agua como la segunda de mayor riesgo.
Con base en ello, después de la cuenca del río Grijalva en el estado de Tabasco, Tampico Madero y Altamira son las regiones más propensas a sufrir inundaciones por lluvia torrencial en colonias ubicadas al interior de estas localidades y aumento de los caudales como el Pánuco así como el Tamesí.
El frente frío que generó ligero descenso de temperatura con vientos de 70 kilómetros por hora, derribó antenas de comunicación, árboles, sistema de cableado dejando sin abasto de energía a vastos sectores de Tampico, Madero y Altamira.
Los tres municipios han acusado falta de obras de infraestructura hidráulica de gran alcance con un valor estimado en más de mil 700 millones de pesos, que no se han concretado pese a los riesgos que existen para la región sur del estado.
En el caso de Tampico, el alcalde Jesús Nader Nasrallah señaló que son tres drenes pluviales en las colonias Tamaulipas, Solidaridad, Voluntad y Trabajo y Villahermosa; en Ciudad Madero está pendiente la obra de los canales del Chispus 1 y 2, del Cangrejo 1 y 2 así como del Siete y Medio así como otras para desfogar el agua; mientras que en Altamira, el cordón litoral, que hasta el momento ha evitado la inundación de vastos sectores en su parte sur y norte de Madero, está disminuido considerablemente al pasar de cuando menos 500 metros a un ancho mucho menor.
El alcalde de Tampico señaló que las obras en este localidad requieren al menos 200 millones de pesos además que se requieren obras en el sistema lagunario del Tamesí para garantizar el abasto de agua para los siguientes años.
En Madero, el director de Obras Públicas, Luis Carlos Leal, señaló que la tardanza en la ejecución de los proyectos pasó de 600 a casi mil millones de pesos y se corre el riesgo que incrementen todavía más por la carencia de recursos federales.
En el caso de Altamira, la APIAlt anunció que se aplicará un presupuesto de más de 300 millones de pesos para rehabilitar en parte el cordón litoral cuyo desgaste y riesgo para la zona, fue advertido hace más de diez años por parte de especialistas.