[Galería] El Puente Tampico, a tres décadas de la hazaña

Los autos deben cruzarlo sin detenerse, los barcos necesitan un peso especial para pasar por debajo, los ciclistas tienen que calcular el viento y los peatones no deben padecer vértígo para poder dar una caminata sobre él. Por esto y más el Puente Tampico es desde su construcción fuente de noticias, polémicas y anécdotas.

“Los últimos dos años de su edificación se trabajó las 24 horas del día; los ingenieros franceses que asesoraban los trabajos creían que no lo terminaríamos en octubre, pues se acercaba la época de los huracanes y todavía faltaban las estructuras que unirían el lado tamaulipeco con la construcción que venía desde el estado de Veracruz”, recuerda el ingeniero David García Ledezma, subresidente de la obra.

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Mencionó que el asombro de los asesores franceses llegó a su límite cuando a pesar de estar anunciando un huracán en la zona, los trabajadores del Puente Tampico siguieron con las maniobras para unir la parte central, que consistía en la colocación de planchas de acero sobre lo más alto de la estructura, desafiando a las rachas de vientos que amenzaron con derribar las estructuras.

Dotado de la más alta tecnología en construcción, el Puente Tampico se inició en 1980, pero la devaluación de 1982 lo detuvo por dos años, volviéndose a reanudar en 1984 para ser concluido en el otoño de 1988, siendo inaugurado el 17 de octubre. Trabajaron 500 obreros, en tres constructoras, quedando en la obra por lo menos seis muertos, varios que sufrieron caídas de más de 40 metros de altura.

La columna 13 fue donde más problemas se tuvieron al ser uno de los soportes principales que iban sobre el cauce del río, donde se excavó a una profundiad de 65 metros para insertar los pilotes, pero debido a que se quedó detenida su construcción por dos años, hubo que hacer diversas maniobras para reforzarla y estabilizar la cimentación.

“En la pila 13 fueron ahogados en el concreto desde la cimentacion hasta la parte superior del mástil sensores eléctricos que mandan señal a una computadora en el interior del cajón de la superestructura sobre la columna para analizar el comportamiento del concreto y de este modo saber si se tiene algún daño con el paso del tiempo”, explicó García Ledezma.