Tras un largo penar, el cadáver del altamirense que permaneció en su hogar, incluso ya entrando en estado de descomposición debido a que no podían pagar el costo de la empresa funeraria que contrataron, por fin pudo ser inhumado.
Tuvo que intervenir el municipio de Altamira con la empresa Coelus Memorial, para que liberara el ataúd y proceder alrededor de la medianoche del miércoles al sepelio.
La familiar del difunto, Sabina Juárez Estrada, informó sobre la situación que atravesaban e indicó que cerca de la media noche quedó solucionado el problema que ya se estaba convirtiendo en un problema de salud, pues afectaba a los vecinos de la calle Río Usamacinta del citado sector.
Intervino el alcalde de Altamira como aval ante la funeraria Coelus
La entrevistada informó que acudieran a solicitar el apoyo al alcalde de Altamira, Armando Martínez Manríquez, para que les apoyará con el adeudo de 15 mil pesos, monto que le debían a la empresa funeraria particular quien les habían puesto como condición que si no cubrían dicho monto no procederían a sepultar el cadáver, aun cuando ya presentaba signos de descomposición.
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"Afortunadamente, tuvimos el apoyo del presidente municipal Armando Martínez Manriquez quien inmediatamente ordenó a su equipo legal intervenir y fingir como aval para que la empresa funeraria nos liberará el cuerpo que en ese momento era velado en su propio domicilio, pero ya expedía olores", destacó Juárez Estrada.
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Funeraria del DIF llevó el cuerpo al panteón Jardines de la Pedrera
Una vez que el alcalde se comprometió a hacer el aval antes la funeraria Coelus Memorial, ordenó a la funeraria del sistema DIF proceder a retirar el cuerpo ubicado en el domicilio de la familia para trasladarlo al panteón municipal jardines de la Pedrera.
"Ya era un problema de salud ante todos los vecinos, pues el cuerpo ya expedía fétidos olores, pues llevaba más de 48 horas de haber muerto, siendo necesario llevar de inmediato el cuerpo al panteón para darle cristiana sepultura pues la tumba ya estaba hecha en el panteón jardines de la Pedrera y cerca de la medianoche quedó sepultado nuestro familiar", destacó Juárez Estrada.
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El finado fue identificado como Jesús "N", de 51 años de edad, quien falleció el domingo por la noche a consecuencia de un derrame cerebral, era soltero y se dedicaba a vender especies en la vía pública en el sector Monte Alto.
Querían llevar el cuerpo a refrigeración hasta que les pagaran
Sabina Juárez Estrada señaló que cuando el personal de la funeraria del DIF de Altamira procedía a retirar el ataúd, llegó personal de la funeraria Coelus Memorial, pretendiéndose llevar el féretro y el cuerpo en descomposición para depositarlo en un refrigerador, hasta garantizar el pago de los 15 mil pesos.
"Querían llevarse el cuerpo a un congelador que tienen en Tampico para mantenerlo ahí hasta que mi familiar o todos nosotros reuniéramos el dinero y hasta entonces proceder a entregárnoslo para darle una cristiana sepultura, gracias a que acudimos a solicitar el apoyo al presidente municipal no hubo necesidad de llegar hasta ese extremo", agregó Juárez Estrada.
Este hecho causó molestia entre la población altamirense ante la insensibilidad de la compañía funeraria, por fortuna se logró llegar a una mediación con el apoyo del municipio logrando sepultar el cuerpo.
