Al menos 700 migrantes que ingresaron a Estados Unidos desde Ciudad Juárez han sido expulsados por las autoridades migratorias de este país, pero por Matamoros, Tamaulipas lo que ya genera un problema de saturación.
La presidenta de la asociación Ayudándoles a Triunfar, Capítulo Tamaulipas, Glady Cañas, destacó que estas expulsiones comenzaron hace poco más de una semana y se realizan bajo el título 42.
“Estamos recibiendo a las personas que han sido expulsadas de ciudad Juárez y la están enviando por acá el viernes llegaron 70, diariamente se están recibiendo 100, 120”, declaró a EL SOL DE TAMPICO.
Señaló que las personas en migración arriban esta ciudad fronteriza, algunos sin recursos por lo que se ven obligados a sumarse a las casi mil 500 personas que sobreviven en el nuevo campamento ubicado a un costado del Río Bravo y a menos de un kilómetro del Puente Internacional Matamoros-Brownsville.
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“Se está llenando el campamento ahorita, yo puedo asegurar que en la ciudad ahorita hay más de 3 mil migrantes, en el campamento rebasan los mil 500 migrantes, está lleno”, indicó.
Explicó que este proceso no es formalmente una deportación, sino de un proceso de expulsión inmediata donde no se abre un proceso ante una corte.
“Algunos llegan sin documentos, sin recursos y tras una travesía muy dura desde su país de origen, Juárez, Estados Unidos para terminar en Tamaulipas donde ya hay muchos más como ellos”, indicó.
El pasado 28 de marzo un incendio en la estación del Instituto Nacional de Migración (INM) de Ciudad Juárez dejó al menos 39 personas muertas.
Los que viven en una gasolinera
A pocas cuadras de la alcaldía de Matamoros en plena zona centro de la ciudad un grupo en su mayoría de migrantes haitianos viven en lo que antes fue una gasolinera con una pequeña tienda de conveniencia, aunque el dueño les ha solicitado que se retiren ellos argumentan que no tienen otro techo para refugiarse con sus niños.
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“La mayoría somos haitianos, en el campamento no nos quieren y este es el lugar que encontramos, al principio el dueño nos dijo que nos dejaría estar por quince días, pero al no encontrar aquí seguimos”, declaró a EL SOL DE TAMPICO, Jhoel quien es prácticamente el intérprete de sus compañeros.
Bajo esta estructura pernoctan entre 30 y 50 familias que con sus colchonetas y casas de campaña tienen saturado este espacio.
“Nonos vamos a regresar a Haití, eso es seguro, la meta hasta allá en los Estados Unidos y con la aplicación o como se pueda es como podemos pasar”, relató el hombre que prácticamente dio la entrevista acostado, ya que un dolor de espalda lo tienen casi inmóvil.
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“Hay gente que nos viene a ayudar, nos trae comida o aquí cocinamos como ahora que me regalaron este medicamento”, agregó.
A esta crisis que enfrentan estas personas se suma el hecho de que ya no hay lugar en el campamento donde sus actuales moradores carecen de sanitarios, de agua los fines de semana y se abastecen de energía eléctrica mediante conexiones eléctricas peligrosas.
