/ jueves 21 de marzo de 2024

La adicción la lleva a dar en adopción a su hijo, años después se convierte en su madrina

Tras su decisión, 23 años después la vida le concede un reencuentro a un costo que no imagino

Relatar la vida de Verónica es adentrarse en una historia llena de altibajos. Al enfrentar un problema de drogadicción decidió dar en adopción a su hijo, 23 años después se reencuentra con él, pero no como su madre, sino siendo su madrina intentando sacarlo del mundo de las drogas.

Ella narró que desde temprana edad cayó en el mundo del consumo de sustancias prohibidas, casándose con un hombre que la maltrataba, “no podía asomar ni las narices por la ventana”.

Verónica narra que desde temprana edad cayó en el mundo del consumo de sustancias prohibidas / Jaime Jiménez

En las épocas de consumo “llegué a fumar con mujeres que jamás te imaginarías que fueran adictas. Consumí drogas con madres, señoras de la tercera edad, yo vivía en las calles, me prostituía”.

Ante la situación que enfrentaba lo dio en adopción a los familiares de quien fuera su pareja sentimental, ya que no se sentía con la capacidad de sacarlo adelante.

Toda mi vida creí que era mediocre, siempre tuve intentos de suicidio, fui depresiva, siempre me quise morir, nunca acepté la realidad, pero Dios nunca dejó que me muriera”, sostuvo.

➡️ Te puede interesar: Los jóvenes también pueden morir de un infarto, ¿cuáles son los factores de riesgo?

Sostiene que no sabía vivir sin sustancia, incluso para poder estar con otra hija tenía que estar sedada, “fue muy difícil salir de todo eso y cambiar mi manera de vivir”, contó a EL SOL DE TAMPICO.

Hoy su hija no es adicta y estudia para doctora “hoy quiero vivir siempre, tengo una nieta maravillosa a la cual amo, me ha enseñado el amor que no tuve por mis hijas, es algo maravilloso, lo que tengo hoy en mi vida no lo cambio ni por la mejor loquera que yo haya podido tener”.

De mamá a madrina

Aún en las drogas, al dar a luz a su hijo Adrián lo entregó a los parientes de su pareja y se lo llevaron a Estados Unidos, perdiendo todo contacto con él.

Se lo llevaron y no me dejaron acercarme a él, con toda razón. Luego me arrepentí, pero ya no hizo efecto y me dediqué a mis otras dos hijas”, dijo.

Al dar a luz a su hijo Adrián lo entregó a los parientes de su pareja / Jaime Jiménez

Con el tiempo y mucho valor dejó el mundo de las drogas, convirtiéndose en la madrina Verónica.

Me involucré tanto en el programa, en apoyar a otro ser humano, que dejé eso por un lado, pero siempre le pedí a Dios, dame una oportunidad de rectificarlo, conocer a mi hijo, de ver cómo está'”.

Pasaron los años y pensó que su poder superior no le concedería esa petición, “un día me tomó por sorpresa, yo tengo a mi ahijada Magda, que ahorita tiene un centro de rehabilitación que también apoyaba”.

Sin precisar el día, recordó que una madrugada sonó su teléfono, era Magda, quien le preguntó “madrina, por lo que he escuchado en tu historia tú tienes un hijo ¿verdad?, y le dije sí, Adrián”.

Pero el diálogo con su ahijada fue más allá, le dijo, “qué pensarías, cómo reaccionarías si te dijera que yo se dónde está”, lo que Verónica consideró un juego.

Esa madrugada no pudo conciliar el sueño, apenas clareaba llegó al centro de rehabilitación, ahí Magda le dijo “madrina su hijo está aquí, él me dijo que si conocía a la madrina Verónica, que era su mamá”.

No fue su mamá, fue su madrina

Lo que tanto había pedido era ya una realidad, tenía frente a ella a Adrián, el hijo que por las drogas y resentimientos absurdos había dejado ir.

No fui su mamá, fui su madrina, su consejera en adicciones, así fue como me lo devolvió el poder superior y ha sido muy difícil, puedo trabajar con otro adicto pero con él batallo, porque me odia en primer lugar, en segundo está aferrado a su adicción, para mí es difícil”, refirió.

Pensó que ante la distancia su hijo estaba exento de las drogas, lo que no fue así / Jaime Jiménez

Pensó que ante la distancia él estaba exento de las drogas, “mis hijas vivieron mi drogadicción y son profesionistas, casadas, mujeres de bien; y mi hijo que dejé con una familia de bien es totalmente lo opuesto”.

Lo tuve conmigo en la casa y es algo muy difícil, tienes a una persona totalmente desconocida contigo, tengo un hijo que no es mi hijo”, dice Verónica, quien mencionó que hace unos años mataron a su hermano y su cuñada, quedándose con su sobrino que hoy tiene 17 años y una buena relación, lo que lucha por lograr con su hijo.

En el grupo de autoayuda localizado en la calle Argentina de la colonia Anzaldúas, sigue luchando por recuperar a su ahijado de las drogas y la relación con su hijo.

Sigue nuestro canal de EL SOL DE TAMPICO: las mejores noticias en WhatsApp

Le prometí a Dios y me comprometí con el programa que cuando alguien pida ayuda yo extiendo mi mano y pues aquí estamos, ya no voy a ser su mamá, voy a ser su compañera hasta que él acepte quién soy, y quién es él para que pueda haber esa conexión y perdón”, dijo.

➡️ También puedes leer: Alcoholismo: un "enemigo silencioso" con graves consecuencias, ¿cómo dejar de beber?

Ella, la madrina Verónica, mantiene la serenidad, el valor y la sabiduría para esperar que su hijo salga de ese mundo del que Dios la rescató. Al mismo tiempo de compartir su historia, Verónica también facilita la línea de ayuda a través del número 899-96-00-611.

Relatar la vida de Verónica es adentrarse en una historia llena de altibajos. Al enfrentar un problema de drogadicción decidió dar en adopción a su hijo, 23 años después se reencuentra con él, pero no como su madre, sino siendo su madrina intentando sacarlo del mundo de las drogas.

Ella narró que desde temprana edad cayó en el mundo del consumo de sustancias prohibidas, casándose con un hombre que la maltrataba, “no podía asomar ni las narices por la ventana”.

Verónica narra que desde temprana edad cayó en el mundo del consumo de sustancias prohibidas / Jaime Jiménez

En las épocas de consumo “llegué a fumar con mujeres que jamás te imaginarías que fueran adictas. Consumí drogas con madres, señoras de la tercera edad, yo vivía en las calles, me prostituía”.

Ante la situación que enfrentaba lo dio en adopción a los familiares de quien fuera su pareja sentimental, ya que no se sentía con la capacidad de sacarlo adelante.

Toda mi vida creí que era mediocre, siempre tuve intentos de suicidio, fui depresiva, siempre me quise morir, nunca acepté la realidad, pero Dios nunca dejó que me muriera”, sostuvo.

➡️ Te puede interesar: Los jóvenes también pueden morir de un infarto, ¿cuáles son los factores de riesgo?

Sostiene que no sabía vivir sin sustancia, incluso para poder estar con otra hija tenía que estar sedada, “fue muy difícil salir de todo eso y cambiar mi manera de vivir”, contó a EL SOL DE TAMPICO.

Hoy su hija no es adicta y estudia para doctora “hoy quiero vivir siempre, tengo una nieta maravillosa a la cual amo, me ha enseñado el amor que no tuve por mis hijas, es algo maravilloso, lo que tengo hoy en mi vida no lo cambio ni por la mejor loquera que yo haya podido tener”.

De mamá a madrina

Aún en las drogas, al dar a luz a su hijo Adrián lo entregó a los parientes de su pareja y se lo llevaron a Estados Unidos, perdiendo todo contacto con él.

Se lo llevaron y no me dejaron acercarme a él, con toda razón. Luego me arrepentí, pero ya no hizo efecto y me dediqué a mis otras dos hijas”, dijo.

Al dar a luz a su hijo Adrián lo entregó a los parientes de su pareja / Jaime Jiménez

Con el tiempo y mucho valor dejó el mundo de las drogas, convirtiéndose en la madrina Verónica.

Me involucré tanto en el programa, en apoyar a otro ser humano, que dejé eso por un lado, pero siempre le pedí a Dios, dame una oportunidad de rectificarlo, conocer a mi hijo, de ver cómo está'”.

Pasaron los años y pensó que su poder superior no le concedería esa petición, “un día me tomó por sorpresa, yo tengo a mi ahijada Magda, que ahorita tiene un centro de rehabilitación que también apoyaba”.

Sin precisar el día, recordó que una madrugada sonó su teléfono, era Magda, quien le preguntó “madrina, por lo que he escuchado en tu historia tú tienes un hijo ¿verdad?, y le dije sí, Adrián”.

Pero el diálogo con su ahijada fue más allá, le dijo, “qué pensarías, cómo reaccionarías si te dijera que yo se dónde está”, lo que Verónica consideró un juego.

Esa madrugada no pudo conciliar el sueño, apenas clareaba llegó al centro de rehabilitación, ahí Magda le dijo “madrina su hijo está aquí, él me dijo que si conocía a la madrina Verónica, que era su mamá”.

No fue su mamá, fue su madrina

Lo que tanto había pedido era ya una realidad, tenía frente a ella a Adrián, el hijo que por las drogas y resentimientos absurdos había dejado ir.

No fui su mamá, fui su madrina, su consejera en adicciones, así fue como me lo devolvió el poder superior y ha sido muy difícil, puedo trabajar con otro adicto pero con él batallo, porque me odia en primer lugar, en segundo está aferrado a su adicción, para mí es difícil”, refirió.

Pensó que ante la distancia su hijo estaba exento de las drogas, lo que no fue así / Jaime Jiménez

Pensó que ante la distancia él estaba exento de las drogas, “mis hijas vivieron mi drogadicción y son profesionistas, casadas, mujeres de bien; y mi hijo que dejé con una familia de bien es totalmente lo opuesto”.

Lo tuve conmigo en la casa y es algo muy difícil, tienes a una persona totalmente desconocida contigo, tengo un hijo que no es mi hijo”, dice Verónica, quien mencionó que hace unos años mataron a su hermano y su cuñada, quedándose con su sobrino que hoy tiene 17 años y una buena relación, lo que lucha por lograr con su hijo.

En el grupo de autoayuda localizado en la calle Argentina de la colonia Anzaldúas, sigue luchando por recuperar a su ahijado de las drogas y la relación con su hijo.

Sigue nuestro canal de EL SOL DE TAMPICO: las mejores noticias en WhatsApp

Le prometí a Dios y me comprometí con el programa que cuando alguien pida ayuda yo extiendo mi mano y pues aquí estamos, ya no voy a ser su mamá, voy a ser su compañera hasta que él acepte quién soy, y quién es él para que pueda haber esa conexión y perdón”, dijo.

➡️ También puedes leer: Alcoholismo: un "enemigo silencioso" con graves consecuencias, ¿cómo dejar de beber?

Ella, la madrina Verónica, mantiene la serenidad, el valor y la sabiduría para esperar que su hijo salga de ese mundo del que Dios la rescató. Al mismo tiempo de compartir su historia, Verónica también facilita la línea de ayuda a través del número 899-96-00-611.

Salud

Construcción del nuevo hospital ISSSTE Tampico registra 80% de avance

Con la obra se contempla resolver el rezago en atención para más de 500 mil derechohabientes

Política

AMLO anuncia visita a Tamaulipas: estará en Ciudad Madero

El mandatario federal dijo conocer cada un de los municipios de México, lo que incluye a los 43 de Tamaulipas

Local

Cursos para ser barber en Ciudad Madero: ya hay especialidad en cuidado del cabello y barba

El padrón actual de estudiantes cuenta con más de mil alumnos quienes cursan diferentes especialidades

Elecciones 2024

Yo estoy cansado de ver un Madero detenido en el tiempo: Carlos Fernández

Cientos de jóvenes estuvieron atentos escuchando los proyectos con los que, dijo, habrá de cambiar el rostro de la ciudad

Elecciones 2024

"Transformando Hogares": en qué consiste el programa que anunció Erasmo González para Madero

Señaló que alrededor de mil 800 hogares en condiciones precarias serán beneficiados de resultar ganador en las elecciones

Deportes

Jaiba Brava vs Inter Playa del Carmen: convocan a caravana antes del partido

La afición de la Jaiba ha ido en aumento, pues en los últimos partidos se han registrados más visitantes