Luego de reportar hasta más de 100 nuevos casos de dengue semanalmente, Tamaulipas está considerado en el tercer lugar a nivel nacional por la alta tasa de incidencia y por el acumulado de casos que ha alcanzado en lo que va de este año, de acuerdo con la Dirección General de Epidemiología de la Secretaría de Salud federal.
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La entidad tamaulipeca se encuentra por debajo de San Luis Potosí que reporta una incidencia de 42 por cada 100 mil habitantes, le sigue Jalisco con 37.87 y Tamaulipas alcanza 33.86, abajo están Michoacán, Nayarit y Morelos con 33.43, 32.54 y 2.56, respectivamente.
La entidad reporta un acumulado de mil 265 casos confirmados de dengue, al corte del 5 de octubre, lo que también la convierten en la tercera a nivel nacional con mayor número de pacientes, en este tenor el panorama es encabezado por Jalisco con 3 mil 167, seguido de Michoacán con mil 585, después está Tamaulipas y por debajo San Luis Potosí con mil 205 y Veracruz con mil 203 casos confirmados.
De esta manera forma parte de las cinco entidades que representan el 62% del total de los casos reportados en México, que asciende a 13 mil 535 con 28 defunciones, de manera contraproducente a lo que ocurre a nivel estatal, esta incidencia es menor a la que se tuvo el año anterior en este mismo periodo, al reportarse 22 mil 992 casos con 72 muertes en 2019.
Los casos que se tienen en Tamaulipas, en comparación con la misma temporada del año anterior representan un crecimiento del 700% en contraste con los 181 y alcanza el 258% al alza al compararse con la cifra global del 2019 que fue de 445 casos.
Se informa que, de los mil 265 casos, son mil 129 los registrados como no graves y 136 los graves, siendo municipios de Jaumave, Gómez Farías, Xicoténcatl y Llera los que representar el mayor brote de la enfermedad, sin que hasta el momento se tengan muertes confirmadas entre las 19 que están bajo investigación.
Cabe señalar que, la Secretaría de Salud de Tamaulipas trabaja de manera coordinada con las autoridades municipales para realizar acciones de fumigación, abatización y descacharrización, como parte de la fase intensiva de prevención y control de los criaderos del mosco transmisor, además de que trabaja en la detección y atención temprana de los pacientes.
