A media asta es que debe ondear hoy la bandera nacional, simbolizando el luto nacional por el asesinato de Venustiano Carranza, el expresidente de México que fue asesinado el viernes 21 de mayo de 1920.
No hace mucho tiempo en esta fecha solía haber en Tampico una ceremonia cívica para recordar el hecho. Se llevaba a cabo en la plaza de la Revolución, que ya no existe, donde al pie de la estatua de Carranza, que tampoco existe ya, las autoridades civiles, militares y grupos de escolares depositaban arreglos florales y escuchaban el discurso del orador designado.
Seguramente el orador ponía énfasis en dos elementos clave de la figura del varón de Cuatro Ciénegas: el unificar las fuerzas revolucionarias a través del Ejército Constitucionalista para combatir al general Victoriano Huerta; y la hechura de la Constitución de 1917, que a más de cien años de distancia aún nos rige.
MADRUGADA LLUVIOSA
En su biografía destaca lo dramático de su asesinato. Siendo presidente y acosado por sus propios subordinados, decide marcharse a Veracruz con su gobierno a cuestas. No llegó muy lejos, pues cortada la vía del tren tuvo que echar mano de su caballo. En una población llamada Tlaxcalantongo, en medio de la sierra de Puebla, fue asesinado al interior de una choza en una madrugada lluviosa.
Pero su nombre resuena aún en las aulas y su figura se nos aparece de continuo como una de las más emblemáticas de la Revolución Mexicana. Si lo duda busque en su cartera o bolsa un billete de cien pesos, es posible que tenga uno de los emitidos en 2016 por el Banco de México, con la imagen de Carranza en la sesión solemne de clausura del Congreso Constituyente; pero son múltiples sus apariciones en la numismática mexicana.
HONOR EN EL PUERTO
En nuestro puerto desde 1941 se le impuso su nombre a una calle que atraviesa el centro de la ciudad (a un costado de la Cruz Roja).
Pero hay que tener cuidado, pues por el nombre cualquiera puede confundir esa calle con la Emilio Carranza, aviador y héroe nacional, que también cruza por el centro (frente a Catedral).
Otro homenaje permanente es la primaria Venustiano Carranza en la colonia Unidad Modelo sobre la avenida Las Torres, que de no ser por la cuarentena seguramente hoy habrían celebrado una asamblea escolar para recordar esta fecha.
DESEMBALAR LA ESTATUA
Pero quizá el homenaje con mayor fuerza simbólica en Tampico se encontraba en el centro de la ciudad, en la esquina de general Álvaro Obregón con general San Martín, donde en 1983 inauguraron un conjunto de tres estatuas (Francisco I Madero, Carranza y Emiliano Zapata) en la plaza de la Revolución.
Todo esto se ubicaba junto al Canal de la Cortadura, pero al llevar a cabo los trabajos de reconfiguración del canal (quizá a mediados de los 90) las estatuas fueron retiradas. La explanada de lo que fue la plaza allí sigue, pero ahora como un sitio de descanso sin aludir a la Revolución.
¿Dónde quedaron las estatuas? Continúan en nuestro puerto. La maestra Sandra Muñoz, directora de la Secretaría de Cultura de Tampico, en entrevista telefónica con El Sol de Tampico, confirmó que el conjunto de estatuas de los héroes revolucionarios se encuentran a resguardo de esta secretaría. El lugar exacto en que permanecen es en las bodegas de la Casa de la Cultura, debidamente embaladas y protegidas.
La funcionaria nos comenta que existe el plan de reubicar y montar las estatuas en un sitio que podría ser la Escuela de Iniciación Artística, conocido también como Centro Cultural IRBA. Es un proyecto interesante, aunque quizá exista alguna reglamentación para la colocación o traslados de este tipo de monumentos.
Pero mientras llega el día de desembalar las estatuas solo tres recomendaciones de lecturas que se centran en los últimos días de Carranza. La novela El Rey viejo del historiador Fernando Benítez. Ineluctable fin de Venustiano Carranza, escrita por Martín Luis Guzmán. Y el extenso relato del “novelista del soldado”, Francisco L. Urquizo, quien vivió en carne propia los últimos días del primer jefe, y ello le permitió escribir su libro con el inquietante título de México-Tlaxcalantongo.
