La zona conurbada históricamente ha enfrentado desde ligeras precipitaciones hasta huracanes de alta intensidad. En Tampico, Ciudad Madero y la región norte de Veracruz se ha presentado una gran cantidad de fenómenos hidrometeorológicos que nos han demostrado que somos vulnerables, afirma el cronista de este puerto, Josué Iván Picazo Baños.
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Desde la época precolombina existen referencias de antiguos habitantes de la Huasteca que veían al viento como una fuerza con categoría divina, muchos de ellos incluso en representaciones gráficas ilustraban la potencia de las tormentas pintando, grabando o dibujando símbolos muy parecidos a los caracoles, lo que deja en claro que nunca fuimos ajenos a ellos.
RECUENTO DE DAÑOS
Haciendo un recuento, en el siglo XIX hay varias referencias de huracanes que afectaron al puerto. Incluso en un hecho histórico, como la victoria de Tampico en septiembre de 1829, uno de los factores que favorecieron a las fuerzas mexicanas contra las españolas fue un huracán.
“En otra ocasión se dañó el kiosco de la Plaza de la Constitución, de hecho, se voló. Pero de los eventos más significativos tenemos el ciclón de 1933; las tormentas aún no tenían nombre en ese tiempo, pero se recuerda por la importante destrucción que hubo en casas de la zona. La fuerza de los vientos y la población desplazada lo hizo quedar como un gran referente del siglo XX sobre el impacto de los huracanes”, comenta el historiador.
GLADYS, HILDA Y JANET
El mayor ejemplo que tenemos de un fenómeno meteorológico aquí en el sur de Tamaulipas es el ocurrido en septiembre de 1955, cuando se registraron tres huracanes de forma consecutiva, “Gladys toca tierra un poco al norte de Tampico, "Hilda" impacta directamente Tampico y "Janet" entra por Nautla, entre Veracruz y Tampico, pero la suma de estos fenómenos provocó el mayor desastre que se ha registrado en nuestra historia”, refiere Picazo Baños.
Posteriormente -en 1966- llega el huracán "Inés" que toca tierra en Aldama y provoca importantes lluvias en el puerto jaibo, así como un crecimiento del río Pánuco que derivó en una grave afectación, “este se recuerda como el último fenómeno grave que hubo en Tampico”.
INUNDACIONES ANUALES
El entrevistado por EL SOL DE TAMPICO detalla que, aunque no nos ha enfrentado nuevamente al ojo del huracán, sí hemos resultado afectados por tormentas como "Arlene", que en 2011 provocó graves inundaciones en zonas bajas como las colonias Pescadores, Morelos, Vicente Guerrero y en áreas de Ciudad Madero, “casi cada año registramos algún tipo de afectación, algunas han sido más leves, pero quedan como referencias que se van sumando a esos que ya tenemos grabados en la memoria”.
¿NO ESTAMOS SOLOS?
Al hablar de las creencias populares en torno a seres de otros planetas que nos protegen, remarca que la zona no es inmune y que es la misma naturaleza la que actúa sobre esta región.
“Esto de la protección extraterrestre es un fenómeno de la cultura popular que ha sido retroalimentado por estímulos mediáticos. La creencia de la protección es reciente, pienso yo que es de finales de los años ochenta o noventa”, comenta el historiador.
Pese a ello “la zona sigue siendo vulnerable a fenómenos naturales, eso queda en evidencia cada año (…) Pensar que somos inmunes es como algo muy osado y arriesgado”.
EL ORIGEN DEL MITO
Pero ¿cómo surge esta creencia? Bueno, hasta el momento se trata solamente de una leyenda urbana, aunque no estamos separados de creer que pudiera haber alienígenas o seres de otros planetas, asegura Carolina Infante Pacheco, cronista de Ciudad Madero.
“La leyenda de aquí, de los extraterrestres de playa Miramar, surge en La Barra. Los pescadores y gente que vive ahí siempre hemos visto situaciones raras, pero las asumimos normales”, explica enfatizando que en 1967 se instaló el monumento a la Virgen del Carmen, a quien los pobladores también le han ido atribuyendo fuerzas que evitan el impacto de los huracanes.
LUCES EN EL CIELO
Sin embargo, la idea de que nuestra región está protegida se fortaleció tras el huracán "Gilberto", que en 1988 duró tres días frente a la playa Miramar y terminó desviándose hacia Nuevo León.
“Brinca tanto que va a dar hasta Monterrey, donde choca con la sierra y se degrada. Nos hemos dado cuenta con los siguientes ciclones que han estado en dirección a esta zona -como Wilma, Iván, Alex e incluso el Katrina- que vienen en trayectoria para acá, pero finalmente se desvían. Ahí se fortalece la leyenda”, señala Infante Pacheco.
Este acontecimiento se empezó a relacionar con seres alienígenas debido a que durante "Gilberto" hubo movimiento de luces en la costa. Aunque mucha gente aseguró ser testigo de este impresionante hecho, la historiadora dice que nadie ha podido presentar una fotografía clara y específica respecto a estos avistamientos.
“Hay muchas historias, tengo amigos que han platicado que en la playa han visto huellas o círculos, pero no hay las evidencias. No es porque yo dude de lo que ellos dicen, pero no hay evidencias y al menos yo como cronista debo documentarme con pruebas”, describe para EL SOL DE TAMPICO.
TODO TIENE EXPLICACIÓN
Infante Pacheco remarca que para todo existe una razón científica o técnica y hay una que permite comprender mejor las desviaciones que sufren los fenómenos naturales cuando se acercan a la zona, “me la platicó el capitán Óscar Ochoa; en Capitanía de Puerto nos explicó que los ciclones son la suma de corrientes cálidas que van buscando llegar a tierra. Si hablamos del Golfo de México normalmente (los huracanes) vienen con esta trayectoria porque tenemos aquí la Laguna Madre y la laguna de Tamiahua, que son dos espacios propicios para que lleguen. Pero, tenemos una condicionante diferente que es la venida del agua fresca por el río Pánuco; al llegar por la bocana hace contacto con esas corrientes y las desvía”.
Estos son algunos de los antecedentes relacionados con el impacto de tormentas y huracanes en la región. Mientras que algunos atribuyen el “milagro” a la patrona de los marineros, otros creen firmemente en la historia de que son los extraterrestres quienes nos salvaguardan a los residentes de la zona conurbada.
