/ domingo 12 de julio de 2020

[Video] La Tinaco, el origen de un futuro que llegó en tren

Ha visto transformarse a Madero, sus habitantes originales dieron a las nuevas generaciones esa herencia de orgullo y esfuerzo de haber crecido en la zona donde la ciudad nació

Paulo Monsiváis | El Sol de Tampico

En el paso obligado, sobre el río Pánuco hacia Tampico, doña Cecilia Villarreal empezó a dar alojamiento, comida y transporte a los viajeros; eran los años de la fundación del puerto, pero también era el nacimiento de otra urbe, una que empezaba como una colonia trazada sobre callejones y canales.

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“La ampliación del trazo de la vía sobre el margen del río, camino de la ranchería de doña Cecilia, impuso nuevas condiciones al ferrocarril y hubo entonces que instalar una enorme estructura para alimentar de agua a las máquinas de vapor. Desde entonces -allá a principios del siglo pasado- se le conoció a la zona como la del Tinaco”.

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Señala Ramón Ontiveros Villegas, habitante de la colonia Tinaco en Madero, “ese tinaco se instaló entre lo que es ahora la calle Acámbaro y el callejón hacia lo que se conoce como el Paso del Zacate, cerca de donde una vez estuvo la casa de doña Cecilia. Desde ahí a unos 50 metros llegaban las máquinas a que se les diera agua para su funcionamiento”, añade.

“Mi bisabuelo Úrsulo Sánchez Olguín tuvo en posesión lo que fuera la casa de teja que doña Cecilia ocupó. Mi abuelo Seferino Ontiveros, mi padre Ramón Ontiveros y yo nacimos en esa casa, es decir tenemos el orgullo de haber nacido donde nació Ciudad Madero”, afirma Ontiveros Villegas quien actualmente es secretario de Organización, Educación y Estadística de la sección 6 del Sindicato de Trabajadores Ferrocarrileros de la República Mexicana (STFRM).

Hace unos cuatro años, afirma, “se encontró con la base original de lo que fue aquel simbólico tinaco cuando se preparaba la pavimentación de la calle Acámbaro, pero en aquel entonces no hubo presupuesto por parte de las autoridades para dar un tipo de conservación a esta histórica estructura que fue construida a pura piedra”.

Este año, el 16 de abril, fecha en que se cumplirían 150 años de la ampliación de las vías hasta los talleres de Villa Cecilia, se realizaría una celebración que ya no pudo realizarse por la situación que todos conocemos; se iba a tener la participación de cronistas de Tamaulipas y San Luis Potosí para hablar del progreso y el auge con la llegada del ferrocarril.

Toda la actividad económica de principios del siglo pasado en Madero la tenía la Tinaco, expone, “donde incluso se instaló el cine Terrazas Madero, el primero en la zona y que operaba en un local al aire libre. Además, dado que concentraba a mucha población y varios comercios importantes también se hizo aquí la estación de Bomberos”.

Entre las glorias de la colonia está la plaza Hermenegildo Galeana, “que era una romería cada fin de semana y después -hacia los años 50- surgió otra gloria, Las Glorias de Baco, la cantina de don José Marín Estrada, el Dr. Cheto, que hizo famosa a la colonia por sus exquisitos remedios para cura de las “almas crudas”, llevando a Madero a terrenos nacionales e internacionales por su folclor y su sabor”.

Ramón Ontiveros Villegas, habitante de la colonia Tinaco en Madero | Paulo Monsiváis

Fue la familia ferrocarrilera la que dio origen a muchas de las tradiciones de la entonces incipiente ciudad, conocida durante la primera mitad del siglo XX como Villa Cecilia y fueron precisamente los residentes de La Tinaco, los primeros maderenses que dieron identidad a la ciudad.

La Tinaco ha visto transformarse a Madero, sus habitantes originales dieron a las nuevas generaciones esa herencia de orgullo y esfuerzo de haber crecido en la zona donde la ciudad nació y floreció hasta llegar a lo que es hoy, uno de los sectores de mayor tradición en el sur de Tamaulipas.