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Basta con levantar la mirada y observar un horizonte pintado de ocre, entristecido por la falta de color, con sembradíos cabizbajos o hatos que se mueven en los huesos.
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La aridez se extiende cada vez más en tiempo y espacio, arrasando prácticamente con todo, cobrandonos la factura de decenas de años dedicados a desecar, calentar y secar al planeta.
El clima ha cambiado, las cabañuelas ya no dicen mucho y los ciclos de lluvia simplemente se han roto, dando paso a la pesadilla de la sequía que en Tamaulipas tiene en crisis a productores, empresarios y a la misma población ya que la amenaza es que el líquido podría ser insuficiente para el consumo humano.
En zonas como el sur, donde el agua rodea la urbanidad, la idea de que es un recurso inagotable nos ha empujado a un desperdicio criminal, mientras que en centro y frontera la falta de infraestructura los ha esclavizado depender que el cielo llore.
En el Día Mundial del Agua es justo detenernos y reflexionar sobre el sueño seco en el que estamos parados.
PRESAS SECAS, EN RIESGO PAGO DE AGUA INTERNACIONAL
Para el exdirector de Unidades y Distritos de Riego de la Comisión Estatal del Agua en Tamaulipas, Raúl Quiroga, la cantidad de agua contenida en las presas que abastecen a la entidad es alarmantemente baja.
“La problemática es muy seria, podemos decir que las presas internacionales prácticamente están sin agua, escasamente tendrán poco más de 150 millones de metros cúbicos y eso no sirve para darle de beber a la población un año”, declaró a El Sol de Tampico
En Tamaulipas el promedio de lluvia es de 760 milímetros al año, cifra que resulta baja ante los requerimientos que aumentan constantemente y que muy probablemente en este 2021 no caerá en un suelo sediento.
“La situación es complicada, sin duda, se pronostica un año con precipitaciones por debajo de lo normal y lo normal en Tamaulipas son en promedio 760 milímetros al año. Es muy poco”, apuntó el especialista, quien adelantó que de registrarse poca lluvia, Tamaulipas enfrentará, de nueva cuenta, problemas para reservar el agua que se debe entregar a los Estados Unidos .
“Seguimos una situación crítica en la cuenca del Río Bravo y esperamos que en la temporada de lluvia, que arranca por el mes de junio pudiera haber lluvias extraordinarias. Si se presenta una lluvia normal vamos a tener el mismo problema de la falta de entrega de agua a Estados Unidos y la falta de agua para los usuarios de Tamaulipas”, aseguró.
MUCHA AGUA... PARA POCOS
El especialista explicó que la falta de abastecimiento obedece, en parte, a la mala distribución y exceso de concesiones autorizadas por la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
Incluso, en la visita que hizo el Presidente Andrés Manuel López Obrador a Nuevo Laredo en octubre del 2020, el Gobernador Francisco García Cabeza de Vaca solicitó un reordenamiento justo del agua ya que los agricultores del distrito de riego 025 recibieron 45% de agua que les correspondía por lo que se dejaron de generar 2 mil millones de pesos.
“Toda la cuenca alta de la presa Vicente Guerrero está sobre concesionada, es decir, la Comisión Nacional del Agua otorgó volúmenes que no existen y ahora se siguen abriendo cultivos de cítrico, que son de alta demanda y no hay agua, la crisis va a continuar”, advirtió Quiroga.
Durante el 2020 estuvo en riesgo la entrega de los 2 millones 155 mil metros cúbicos de agua que cada lustro se deben liberar a Estados Unidos, según el acuerdo internacional firmado en 1944.
“Chihuahua se toma todo el agua que quieren, cuando la federación a través de la Comisión Nacional del Agua quiere bajar volúmenes se alebrestan y se organizan... como si fueran aguas estatales no dejan escurrir para entregar la cuota con Estados Unidos y dejar escurrir el agua con la que sobrevivimos los tamaulipecos ahí está un problema latente, explosivo y hasta yo diría incendiario”, concluyó.
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AGRICULTORES DEL NORTE, ENTRE LA HELADA Y LA SEQUIA
Por lo menos 20 mil 500 agricultores del norte de Tamaulipas viven en la incertidumbre debido a que está en riesgo la producción de unas 750 mil hectáreas que se han visto afectadas; primero por la sequía y luego por la helada que se registró a mediados de febrero.
El presidente de la Asociación Agrícola de Matamoros, Rogelio García Moreno, apuntó que fue a finales de julio del 2020 cuando se presentó la última lluvia fuerte en la región norte de la entidad, por lo que a los agricultores les urgen precipitaciones de 2 a 3 pulgadas que no se han registrado en al menos 3 años.
“La helada tan espantosa que nos cayó hace semanas, que fueron 5 mañanas con temperatura muy por debajo de los cero grados. Fue tan fuerte la helada que prácticamente todo se tuvo que resembrar”, reveló.
“La situación está muy complicada en la región, porque el diésel esta carísimo, por falta de apoyo del gobierno. La helada se llevó todo lo que había”, sostuvo.
Destacó que con la reducción federal al presupuesto destinado para el campo desaparecieron todos los programas que conformaban la columna vertebral de la actividad agrícola.
“Un productor del norte de Tamaulipas compite contra un productor de Estados Unidos que tienen apoyos al diésel, de comercialización, al seguro agrícola. Es la competencia que estamos viviendo una época muy difícil para el agro mexicano”, indicó.
Pidió al gobierno federal desarrollar políticas públicas transparentes dirigidas a los productores según sus necesidades, lo que los obliga a ser equitativos con la distribución del agua y los recursos.
“La gente más pobre de este país está en el campo, unos como pequeños propietarios y otros como empelados, es un círculo en el que tenemos que trabajar; que los recursos llegue directo a los agricultores y que se pueda medir su eficacia”, planteó.
“Tenemos que hacer equipo para llegar a la soberanía alimentaria que tanto quiere el presidente y que tanto habla, queremos apoyarlos”, agregó.
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CIUDAD VICTORIA Y LA ETERNA CRISIS
Si un lugar existe en Tamaulipas donde constantemente los usuarios padecen por el abasto de agua para consumo humano es justo Ciudad Victoria, la capital que concentra los poderes del estado.
En este municipio, donde existen poco más 370 mil usuarios hay siempre una relación de conflicto entre la Comisión Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (Comapa) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Apenas en mayo del año pasado, una falla en el sistema de energía eléctrica sobre la carretera Ciudad Victoria, Soto La Marina dejó sin servicio a 345 colonias que representaban a una población de 367 mil 779 habitantes.
Fue apenas en el 2019 cuando concluyó la construcción de un acuaférico, cuya obra comenzó en el 2014 con una inversión estimada en los 350 millones, proyecto que no logró dar abasto a las necesidades urbanas y agrícolas de la región.
EL SUR EN MANOS DE DIOS
Sin agua, sin apoyos federales, unos 750 agricultores del sur de Tamaulipas reclaman a los 3 niveles de gobierno realizar inversiones grandes para garantizar el abastecimiento del sistema lagunario Chairel y Champayán.
El representante agropecuario, Toribio Cruz indicó que las autoridades nunca han mostrado interés por desazolvar la Laguna del Champayán pese a que de ahí se toma el agua para el consumo humano.
“No se ha desazolvado y nadie lo quiere ver, necesitamos el apoyo, es un problema serio que tenemos tanto productores como población; el agua se está acabando, si se llega a acabar el agua de la laguna del Champayán ¿que vamos a hacer?”, dijo.
Acusó que los políticos no han mostrado interés en el tema de desazolve de la laguna debido a que no es una obra que se pueda presumir de forma inmediata como ocurre con las pavimentaciones.
“Como ahí no se mira la inversión, no quieren invertirle y es un problema serio que tenemos todos los del sur de Tamaulipas. Estamos pidiéndolo los productores del sur de Tamaulipas”, sentenció
“Nadie quiere voltear a verla porque se requieren millones de pesos, en lugar de andar gastando en campañas, que gasten en la laguna del Champayán”, agregó el agricultor, quien manifestó que el campo sólo se podrá rescatar con lluvia enviada por un poder superior, ya que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador les retiró los programas para adquisición de equipos, además del seguro agrícola y se ha dificultado conseguir créditos.
“No me explico el pensamiento de Presidente de no apoyar el agro mexicano, ahí está todo, todo depende de ahí, sólo nos queda Dios y en manos de él estamos”, expresó.
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