Persignándose sobre la careta protectora que se han puesto de moda para evitar el contagio del Covid-19, el padre Ernesto Tovar inició la celebración eucarística donde se daría por primera vez el Sacramento de la Comunión a 11 menores de edad, que habían asistido al catecismo en la Colonia Miramar, desde agosto pasado y que lo concluyeron apenas hace unos días.
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A las 10 de la mañana de este 27 de junio las niñas y niños entraron a la iglesia "San Pedro Pescador" ataviados con sus vestidos y trajes blancos, pero además el artículo que ha marcado a la nueva normalidad: el cubre bocas, teniendo algunos que recibir "el cuerpo de Cristo" en la mano, pues las disposiciones sanitarias actuales no permiten recibir directamente en la boca el Sacramento.
Fueron en total 29 niños los que tomaron el catecismo, durante 7 meses de manera presencial y los últimos 3, desde marzo, de forma virtual en sus casas.
Desde el año pasado se programó para este último sábado de junio la primera comunión, cómo se hace todos los años, señaló Noelia Gallegos, maestra de catecismo del templo ubicado en la calle Obregón en el acceso a la playa, hasta donde llegaron las familias que tuvieron que pasar diversos protocolos, como toma de temperatura, aplicación de gel antibacteriano, limpiarse los zapatos y protección facial durante toda la misa.
Indica que entre las medidas que se tomaron, fue también la de ubicar de cuatro en cuatro a cada familia en bancas, para evitar aglomeraciones, solicitando que no se invitara a más de 3 personas por niño a la ceremonia, que duró 40 minutos.