/ jueves 19 de agosto de 2021

Acontecer político | Clases presenciales, otra polémica

Nuevamente un asunto de salud pública se politiza, confundiendo a la población que ya no sabe a quién hacerle caso, dentro de un escenario altamente aflictivo en el que las diversas instancias de gobierno lejos de mostrar coincidencias se empeñan en destacar divergencias. Tal es el caso del regreso a clases presenciales.

El Gobierno de la República ha fijado el 30 de agosto como la fecha en que los estudiantes de los diversos niveles deberán retornar a las aulas, tras más de un año de que estas quedaron vacías a causa de la pandemia del coronavirus.

Pero como esto se da en plena cúspide de la tercera ola de contagios del terrible mal, no hay claridad en las reglas en que esto se dará y muchos gobiernos estatales, entre ellos el de Tamaulipas, fijan sus propias normas, de acuerdo con la situación que prevalezca en cada una de las entidades y de sus respectivas regiones internas.

Mientras que algunos criterios sostienen que el retorno presencial es necesario para restaurar una saludable, socialmente hablando, congregación de los niños, otros aseguran que eso solo sería exponerlos a contraer el terrible padecimiento.

En lo que sí hay coincidencia es que queda a discreción de los padres de familia decidir si envían a sus hijos a los planteles escolares o siguen sujetos a las clases virtuales como ha acontecido desde hace muchos meses.

Los desacuerdos tienen mucho fondo político, en desdoro de la protección sanitaria. Ese ha sido el principal problema en el combate a la amenaza. Desde un principio muchos gobiernos estatales se deslindaron de los esquemas preventivos de la federación y decidieron imponer sus propios criterios, lo que canceló una efectiva coordinación frente a un peligro que acecha a todos los mexicanos por igual. Hoy sucede lo mismo con el tema de las clases.

Pero tienen razón quienes dicen que mientras se combaten las clases presenciales por el riesgo que ello entraña, muchas familias exponen a sus hijos en lugares de recreación atiborrados de gente que no observa las mínimas precauciones, pese a que el Covid-19 está haciendo presa a jóvenes y niños. La playa de Miramar sería un ejemplo de ello. El lema sería “clases no, diversión sí”. Veremos en qué termina todo esto.

Una reciente encuesta colocó nuevamente a JESÚS NADER NASRALLAH como el mejor alcalde en el país, con un alto nivel de aprobación por parte de la ciudadanía, tanto por los avances que su administración ha tenido en materia de infraestructura urbana, como por el clima de seguridad que prevalece en Tampico, que se ha convertido en un gran centro de atractivo turístico.

Esto eleva los bonos de CHUCHO como prospecto a la candidatura del Partido Acción Nacional a la gubernatura de Tamaulipas, frente a otros aspirantes como CÉSAR VERÁSTEGUI y GERARDO PEÑA, a quienes se estaría impulsando desde Ciudad Victoria. El dato queda allí.

UNA ANÉCDOTA PARA RECORDAR

En los últimos meses de 1971, cuando se discutía la sucesión municipal en Tampico en medio de la ancestral supremacía del Partido Revolucionario Institucional en cuanto a país, uno de los prospectos para la candidatura a la alcaldía era JOSÉ BRUNO DEL RÍO, quien al frente del comité municipal había hecho una magistral tarea. Abrió academias de barrio en las que se impartían clases de Mecanografía, Primeros Auxilios, Corte y Confección y Secretariado. Tenía todo para ser el abanderado tricolor en tierra de jaibas.

Pero el 23 de octubre de ese año su sueño largamente acariciado se esfumó para siempre. Al mediodía de esa fecha el periódico vespertino “El Sol de la Tarde” dio la noticia bajo el encabezado “VALENTÍN HOLGUERA SERÁ EL ALCALDE”. Y es que en ese tiempo, ser candidato del tricolor equivalía a un triunfo seguro.

Pero poco antes, también había levantado la mano un personaje legendario, alegre y folclórico que muchos años atrás había sido alcalde por el PRI y que quería regresar a despachar a la casona de la calle Colón. Era ni más ni menos que FERNANDO SAN PEDRO SALEM, conocido como “El Pich”.

Y el “Hombre de la Quinta Úrsula”, como también era conocido, se rebeló. Al saberse la noticia, el entonces dirigente nacional del PRI, JUAN SÁNCHEZ VITE, durante una visita al puerto, dijo que “finalmente todos se disciplinarían”. Pero “El Pich” ignoró la advertencia. Pidió y obtuvo el apoyo del entonces debilucho Partido Popular Socialista. Y ganó la presidencia municipal propinando al PRI su primera derrota en Tampico, un suceso de resonancia nacional.

Y de paso, con su “efecto cascada”, hizo llegar a la legislatura local a JUAN LEDEZMA ESCOBAR, a quien DON FERNANDO se refería como un hombre honesto.

Según testigos, una de las primeras llamadas telefónicas de felicitación que el triunfador recibió en su bodega de fierro viejo en la calle Ribera fue del entonces subsecretario de Investigación y Ejecución Fiscal que luego sería gobernador de Tamaulipas, ENRIQUE CÁRDENAS GONZÁLEZ. Fue una auténtica sorpresa electoral.

Por cierto, ¿sabe usted el origen del mote de DON FERNANDO? Se dice que poco después de que nació llegó a conocerlo una tía proveniente de los Estados Unidos que al verlo dijo que parecía durazno, pero lo dijo en inglés, “peach” que luego se castellanizaría para quedar en “Pich” como se le conocería el resto de su vida.

raulpazos45@gmail.com

Nuevamente un asunto de salud pública se politiza, confundiendo a la población que ya no sabe a quién hacerle caso, dentro de un escenario altamente aflictivo en el que las diversas instancias de gobierno lejos de mostrar coincidencias se empeñan en destacar divergencias. Tal es el caso del regreso a clases presenciales.

El Gobierno de la República ha fijado el 30 de agosto como la fecha en que los estudiantes de los diversos niveles deberán retornar a las aulas, tras más de un año de que estas quedaron vacías a causa de la pandemia del coronavirus.

Pero como esto se da en plena cúspide de la tercera ola de contagios del terrible mal, no hay claridad en las reglas en que esto se dará y muchos gobiernos estatales, entre ellos el de Tamaulipas, fijan sus propias normas, de acuerdo con la situación que prevalezca en cada una de las entidades y de sus respectivas regiones internas.

Mientras que algunos criterios sostienen que el retorno presencial es necesario para restaurar una saludable, socialmente hablando, congregación de los niños, otros aseguran que eso solo sería exponerlos a contraer el terrible padecimiento.

En lo que sí hay coincidencia es que queda a discreción de los padres de familia decidir si envían a sus hijos a los planteles escolares o siguen sujetos a las clases virtuales como ha acontecido desde hace muchos meses.

Los desacuerdos tienen mucho fondo político, en desdoro de la protección sanitaria. Ese ha sido el principal problema en el combate a la amenaza. Desde un principio muchos gobiernos estatales se deslindaron de los esquemas preventivos de la federación y decidieron imponer sus propios criterios, lo que canceló una efectiva coordinación frente a un peligro que acecha a todos los mexicanos por igual. Hoy sucede lo mismo con el tema de las clases.

Pero tienen razón quienes dicen que mientras se combaten las clases presenciales por el riesgo que ello entraña, muchas familias exponen a sus hijos en lugares de recreación atiborrados de gente que no observa las mínimas precauciones, pese a que el Covid-19 está haciendo presa a jóvenes y niños. La playa de Miramar sería un ejemplo de ello. El lema sería “clases no, diversión sí”. Veremos en qué termina todo esto.

Una reciente encuesta colocó nuevamente a JESÚS NADER NASRALLAH como el mejor alcalde en el país, con un alto nivel de aprobación por parte de la ciudadanía, tanto por los avances que su administración ha tenido en materia de infraestructura urbana, como por el clima de seguridad que prevalece en Tampico, que se ha convertido en un gran centro de atractivo turístico.

Esto eleva los bonos de CHUCHO como prospecto a la candidatura del Partido Acción Nacional a la gubernatura de Tamaulipas, frente a otros aspirantes como CÉSAR VERÁSTEGUI y GERARDO PEÑA, a quienes se estaría impulsando desde Ciudad Victoria. El dato queda allí.

UNA ANÉCDOTA PARA RECORDAR

En los últimos meses de 1971, cuando se discutía la sucesión municipal en Tampico en medio de la ancestral supremacía del Partido Revolucionario Institucional en cuanto a país, uno de los prospectos para la candidatura a la alcaldía era JOSÉ BRUNO DEL RÍO, quien al frente del comité municipal había hecho una magistral tarea. Abrió academias de barrio en las que se impartían clases de Mecanografía, Primeros Auxilios, Corte y Confección y Secretariado. Tenía todo para ser el abanderado tricolor en tierra de jaibas.

Pero el 23 de octubre de ese año su sueño largamente acariciado se esfumó para siempre. Al mediodía de esa fecha el periódico vespertino “El Sol de la Tarde” dio la noticia bajo el encabezado “VALENTÍN HOLGUERA SERÁ EL ALCALDE”. Y es que en ese tiempo, ser candidato del tricolor equivalía a un triunfo seguro.

Pero poco antes, también había levantado la mano un personaje legendario, alegre y folclórico que muchos años atrás había sido alcalde por el PRI y que quería regresar a despachar a la casona de la calle Colón. Era ni más ni menos que FERNANDO SAN PEDRO SALEM, conocido como “El Pich”.

Y el “Hombre de la Quinta Úrsula”, como también era conocido, se rebeló. Al saberse la noticia, el entonces dirigente nacional del PRI, JUAN SÁNCHEZ VITE, durante una visita al puerto, dijo que “finalmente todos se disciplinarían”. Pero “El Pich” ignoró la advertencia. Pidió y obtuvo el apoyo del entonces debilucho Partido Popular Socialista. Y ganó la presidencia municipal propinando al PRI su primera derrota en Tampico, un suceso de resonancia nacional.

Y de paso, con su “efecto cascada”, hizo llegar a la legislatura local a JUAN LEDEZMA ESCOBAR, a quien DON FERNANDO se refería como un hombre honesto.

Según testigos, una de las primeras llamadas telefónicas de felicitación que el triunfador recibió en su bodega de fierro viejo en la calle Ribera fue del entonces subsecretario de Investigación y Ejecución Fiscal que luego sería gobernador de Tamaulipas, ENRIQUE CÁRDENAS GONZÁLEZ. Fue una auténtica sorpresa electoral.

Por cierto, ¿sabe usted el origen del mote de DON FERNANDO? Se dice que poco después de que nació llegó a conocerlo una tía proveniente de los Estados Unidos que al verlo dijo que parecía durazno, pero lo dijo en inglés, “peach” que luego se castellanizaría para quedar en “Pich” como se le conocería el resto de su vida.

raulpazos45@gmail.com