/ viernes 21 de diciembre de 2018

Con café y a media luz | Dándole paso al paso

Después de varios meses de construcción, con una inversión considerable por parte del Gobierno del Estado y contra todos los pronósticos y con las reservas debidas, por fin, el día de hoy será abierto a la circulación el paso deprimido de la avenida Hidalgo, desahogando así no solo a la arteria más importante de la zona conurbada, sino también a un severo problema social que ya estaba ocasionando cuantiosas pérdidas en materia de economía a las empresas aledañas a ese punto en particular

Desde el pasado miércoles las redes sociales empezaron a difundir el aviso de la actual administración porteña que encabeza el presidente municipal Jesús Nader, en el que se invitaba a los ciudadanos de la conurbación a atestiguar el corte del listón de este tramo que busca agilizar el tránsito de las unidades que se desplazan entre los polos que representan Tampico y Altamira.

Esta obra viene a complementar un circuito que inició hace algunos años con la construcción del distribuidor vial del aeropuerto. Debemos recordar que en el cruce de la terminal aérea se hacía un nudo en horas pico pues confluían los conductores de las tres ciudades que conforman el sur de Tamaulipas, convirtiendo a la intersección en un verdadero galimatías.

Usted recordará que, en un principio, no quedaba del todo clara la razón por la cual, si usted venía de norte a sur y subía el puente para evitar a los amigos del transporte público, esta elevación concluía justo antes del semáforo del Club de Leones, dejándole justamente en el punto que se deseaba evitar. Hoy comprendemos de manera clara que el paso deprimido es la continuación de este circuito que evitará aglomeraciones y disminuirá el número de accidentes viales.

Quedará únicamente a consideración de la autoridad municipal si el otro semáforo, el del supermercado de firma norteamericana, es removido de manera definitiva, puesto que los jóvenes que concurren a un importante establecimiento allí, y me refiero a la universidad privada, podrán usar tranquilamente el puente peatonal que estará listo para cuando inicie el ciclo escolar enero-junio 2019.

Al igual que gran parte de la ciudadanía, reconocemos la gravedad del problema que se originará durante la época de lluvias, pues de verse sobrepasado el sistema de drenaje que se supone tiene dicho proyecto, se crearía en ese lugar un pozo difícil de secar.

También reconocemos que cientos de vecinos que habitan en las colonias adjuntas a la Calzada San Pedro se vieron perjudicados por la obra y tuvieron, durante cerca de nueve meses que sortear todo tipo de dificultades que iban desde el retraso a sus trabajos y el buscar otra forma de llegar a su domicilio hasta la suspensión del servicio de agua potable en repetidas ocasiones.

Otro grave problema fue el cierre total y, posteriormente, parcial de la avenida Hidalgo. Para quienes usan las rutas Tampico-Altamira, por ejemplo, ya que el carro o microbús que se había abordado debía rodear por el sector Universidad Poniente, pasar por detrás de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, arribar por un costado en la avenida del aeropuerto y emprender su viaje rumbo a la ciudad industrial.

Este último párrafo lo traigo a colación porque ya hay fuertes rumores sobre la construcción de un nuevo paso inferior en el tramo de la Curva Texas, el cual será similar a este y terminará en la divisoria pero que, de inmediato, se enlazará con el llamado puente del "Barquito”.

En otras palabras, la idea global es que, si usted viene de norte a sur, gentil amigo lector, bajará por el paso inferior de la curva, subirá por distribuidor vial de Tancol, hará lo propio en el del aeropuerto para descender nuevamente por el paso de la calzada y concluirá con un ascenso en el puente del famoso hotel que se encuentra allí, para concluir en el complejo cinematográfico de la zona norte de la ciudad.

Este tramo, que normalmente se circula en veinte minutos aproximadamente, se pretende reducir a cinco, sorteando tráfico y todos los semáforos que hay allí.

Lo que resulta verdaderamente angustiante para los medianos comerciantes que se encuentran en la curva, son las pérdidas económicas durante tantos meses que vivirán si es que se llevara al cabo el nuevo proyecto y estamos seguros que, algunos de ellos, no sobrevivirán, financieramente hablando, para ver la conclusión de un nuevo paso deprimido.

De igual manera, la tranquilidad y estabilidad de los vecinos de colonias como El Bosque y las Américas se verían comprometidas con las obras de un proyecto así, tal y como lo sufrieron los amigos de Cañada, Tancol y otras más; y por último, ¿se imagina usted la cantidad de vueltas que se deberán realizar para poder evitar una construcción en un punto tan vital como lo es la Curva Texas?

Por lo pronto, algo que debo comentarle es que durante los últimos días pude observar a una buena cantidad de trabajadores dando los toques finales al ahora llamado “Paso de la Calzada”. Asimismo, había otros apurados en la reconstrucción de camellones y una última cuadrilla avanzando lo que más se pudiera respecto al puente peatonal de los universitarios.

Esta inauguración me da gusto pues es prueba de que en Tampico se sigue avanzando y me da esperanza de que muy pronto veremos concluidos los, aparentemente interminables, mercados municipales de nuestra ciudad.

En fin, porque el espacio se ha agotado, solamente me resta decirle, debemos darle “paso al paso” y esperar lo que sigue en materia de obra pública para el 2019.

¡Hasta la próxima!

Escríbame y recuerde, para mañana ¡Despierte, no se duerma que será un gran día!

licajimenezmcc@hotmail.com

Después de varios meses de construcción, con una inversión considerable por parte del Gobierno del Estado y contra todos los pronósticos y con las reservas debidas, por fin, el día de hoy será abierto a la circulación el paso deprimido de la avenida Hidalgo, desahogando así no solo a la arteria más importante de la zona conurbada, sino también a un severo problema social que ya estaba ocasionando cuantiosas pérdidas en materia de economía a las empresas aledañas a ese punto en particular

Desde el pasado miércoles las redes sociales empezaron a difundir el aviso de la actual administración porteña que encabeza el presidente municipal Jesús Nader, en el que se invitaba a los ciudadanos de la conurbación a atestiguar el corte del listón de este tramo que busca agilizar el tránsito de las unidades que se desplazan entre los polos que representan Tampico y Altamira.

Esta obra viene a complementar un circuito que inició hace algunos años con la construcción del distribuidor vial del aeropuerto. Debemos recordar que en el cruce de la terminal aérea se hacía un nudo en horas pico pues confluían los conductores de las tres ciudades que conforman el sur de Tamaulipas, convirtiendo a la intersección en un verdadero galimatías.

Usted recordará que, en un principio, no quedaba del todo clara la razón por la cual, si usted venía de norte a sur y subía el puente para evitar a los amigos del transporte público, esta elevación concluía justo antes del semáforo del Club de Leones, dejándole justamente en el punto que se deseaba evitar. Hoy comprendemos de manera clara que el paso deprimido es la continuación de este circuito que evitará aglomeraciones y disminuirá el número de accidentes viales.

Quedará únicamente a consideración de la autoridad municipal si el otro semáforo, el del supermercado de firma norteamericana, es removido de manera definitiva, puesto que los jóvenes que concurren a un importante establecimiento allí, y me refiero a la universidad privada, podrán usar tranquilamente el puente peatonal que estará listo para cuando inicie el ciclo escolar enero-junio 2019.

Al igual que gran parte de la ciudadanía, reconocemos la gravedad del problema que se originará durante la época de lluvias, pues de verse sobrepasado el sistema de drenaje que se supone tiene dicho proyecto, se crearía en ese lugar un pozo difícil de secar.

También reconocemos que cientos de vecinos que habitan en las colonias adjuntas a la Calzada San Pedro se vieron perjudicados por la obra y tuvieron, durante cerca de nueve meses que sortear todo tipo de dificultades que iban desde el retraso a sus trabajos y el buscar otra forma de llegar a su domicilio hasta la suspensión del servicio de agua potable en repetidas ocasiones.

Otro grave problema fue el cierre total y, posteriormente, parcial de la avenida Hidalgo. Para quienes usan las rutas Tampico-Altamira, por ejemplo, ya que el carro o microbús que se había abordado debía rodear por el sector Universidad Poniente, pasar por detrás de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, arribar por un costado en la avenida del aeropuerto y emprender su viaje rumbo a la ciudad industrial.

Este último párrafo lo traigo a colación porque ya hay fuertes rumores sobre la construcción de un nuevo paso inferior en el tramo de la Curva Texas, el cual será similar a este y terminará en la divisoria pero que, de inmediato, se enlazará con el llamado puente del "Barquito”.

En otras palabras, la idea global es que, si usted viene de norte a sur, gentil amigo lector, bajará por el paso inferior de la curva, subirá por distribuidor vial de Tancol, hará lo propio en el del aeropuerto para descender nuevamente por el paso de la calzada y concluirá con un ascenso en el puente del famoso hotel que se encuentra allí, para concluir en el complejo cinematográfico de la zona norte de la ciudad.

Este tramo, que normalmente se circula en veinte minutos aproximadamente, se pretende reducir a cinco, sorteando tráfico y todos los semáforos que hay allí.

Lo que resulta verdaderamente angustiante para los medianos comerciantes que se encuentran en la curva, son las pérdidas económicas durante tantos meses que vivirán si es que se llevara al cabo el nuevo proyecto y estamos seguros que, algunos de ellos, no sobrevivirán, financieramente hablando, para ver la conclusión de un nuevo paso deprimido.

De igual manera, la tranquilidad y estabilidad de los vecinos de colonias como El Bosque y las Américas se verían comprometidas con las obras de un proyecto así, tal y como lo sufrieron los amigos de Cañada, Tancol y otras más; y por último, ¿se imagina usted la cantidad de vueltas que se deberán realizar para poder evitar una construcción en un punto tan vital como lo es la Curva Texas?

Por lo pronto, algo que debo comentarle es que durante los últimos días pude observar a una buena cantidad de trabajadores dando los toques finales al ahora llamado “Paso de la Calzada”. Asimismo, había otros apurados en la reconstrucción de camellones y una última cuadrilla avanzando lo que más se pudiera respecto al puente peatonal de los universitarios.

Esta inauguración me da gusto pues es prueba de que en Tampico se sigue avanzando y me da esperanza de que muy pronto veremos concluidos los, aparentemente interminables, mercados municipales de nuestra ciudad.

En fin, porque el espacio se ha agotado, solamente me resta decirle, debemos darle “paso al paso” y esperar lo que sigue en materia de obra pública para el 2019.

¡Hasta la próxima!

Escríbame y recuerde, para mañana ¡Despierte, no se duerma que será un gran día!

licajimenezmcc@hotmail.com