/ martes 16 de abril de 2024

Economía y bienestar / El turismo y el desarrollo económico

No cabe duda que la economía mexicana se ha venido diversificando cada vez más y algunos sectores de la economía se han posicionado tanto a nivel nacional como internacional.

Uno de estos sectores económicos que han ganado posiciones en los últimos años es el turismo, actividad sumamente importante que vincula no sólo los aspectos de los atractivos naturales, sino otros componentes que hacen de nuestro país un espacio sumamente interesante como su cultura, su gastronomía, además cuenta con la infraestructura suficiente para ofrecer servicios turísticos de calidad; además de lo anterior, se suman desde luego la estabilidad y la seguridad del país.

De acuerdo con la Organización Mundial de Turismo, México se encuentra en un lugar destacado (sexto) en el ranking de los principales países turísticos en el mundo, superado solamente por Francia, España, Estados Unidos, Turquía e Italia. Lo anterior muestra la importancia que ha adquirido nuestro país en el campo del turismo, al recibir a 38 millones de visitantes en el año 2022 y más de 40 millones en el año 2023, desde luego que la derrama económica es de suma importancia debido a que se desarrollan actividades de distinta índole, entre los que destacan agentes turísticos de primer contacto como pueden ser desde actores gubernamentales, guías de turistas, prestadores de servicios como taxistas, y de ahí algunos otros negocios vinculados directamente con la actividad turística, como restaurantes, bares, hoteles, agencias de viajes, así como negocios relacionados con la venta de souvenirs y divisas, entre otros.

Cabe resaltar que al día de hoy existen gran cantidad de planes y programas desarrollados tanto por el Gobierno federal como por los distintos gobiernos de las entidades federativas, que promueven desde sus lugares de origen sus destinos turísticos, por ello, hoy por hoy la economía mexicana cuenta con una canasta importante de actividades turísticas que se pueden desarrollar en el país, entre los que destacan el turismo cultural, religioso, gastronómico, de negocios, de sol y playa, deportivo, de salud, entre otros. Ahora bien, una de las preguntas que nos debemos hacer de manera permanente es hasta dónde, en aras de la promoción turística o de estar incrementando el inventario de atractivos turísticos en el país, se toman decisiones que pudieran llegar a atentar contra la naturaleza o bien contra la cultura de los pueblos originarios, o bien contra el desarrollo urbano de algunas zonas o de algunas áreas, ya que la actividad turística no solamente es construir infraestructura, sino también estar previendo que cada acto que se realice puede traer alteraciones al medio ambiente, haciendo alusión a la perspectiva sustentable de una actividad que cada día gana más terreno en nuestro país, es por ello que debemos hacer compatible la actividad turística, que si bien se ha dicho que es una industria sin chimeneas, es decir, que no contamina, al menos es una actividad que demanda una serie de insumos como agua, servicios básicos como el drenaje y la electricidad, vías de comunicación como carreteras, vías férreas, aeropuertos y puertos, entre otros. Por otra parte, también es de suma importancia que así como México va ascendiendo y ganando un posicionamiento importante en el ámbito de los países más visitados del mundo, también es de suma importancia que los trabajadores que se encuentran desarrollando actividades obtengan al momento de prestar sus servicios, una correspondencia en términos de sueldos y salarios que les permitan tener una vida digna, lo cual tiene que ver con la forma en que se distribuyen los beneficios entre los dueños del capital y los trabajadores que se encuentran en este sector; si se logra tener una correspondencia acorde entre los ingresos del capital y los beneficios para los trabajadores, se puede pensar que la actividad puede ser promotora del desarrollo armónico con un perfil social y sustentable, de ser así, sigámosle apostando a la industria sin chimeneas.

No cabe duda que la economía mexicana se ha venido diversificando cada vez más y algunos sectores de la economía se han posicionado tanto a nivel nacional como internacional.

Uno de estos sectores económicos que han ganado posiciones en los últimos años es el turismo, actividad sumamente importante que vincula no sólo los aspectos de los atractivos naturales, sino otros componentes que hacen de nuestro país un espacio sumamente interesante como su cultura, su gastronomía, además cuenta con la infraestructura suficiente para ofrecer servicios turísticos de calidad; además de lo anterior, se suman desde luego la estabilidad y la seguridad del país.

De acuerdo con la Organización Mundial de Turismo, México se encuentra en un lugar destacado (sexto) en el ranking de los principales países turísticos en el mundo, superado solamente por Francia, España, Estados Unidos, Turquía e Italia. Lo anterior muestra la importancia que ha adquirido nuestro país en el campo del turismo, al recibir a 38 millones de visitantes en el año 2022 y más de 40 millones en el año 2023, desde luego que la derrama económica es de suma importancia debido a que se desarrollan actividades de distinta índole, entre los que destacan agentes turísticos de primer contacto como pueden ser desde actores gubernamentales, guías de turistas, prestadores de servicios como taxistas, y de ahí algunos otros negocios vinculados directamente con la actividad turística, como restaurantes, bares, hoteles, agencias de viajes, así como negocios relacionados con la venta de souvenirs y divisas, entre otros.

Cabe resaltar que al día de hoy existen gran cantidad de planes y programas desarrollados tanto por el Gobierno federal como por los distintos gobiernos de las entidades federativas, que promueven desde sus lugares de origen sus destinos turísticos, por ello, hoy por hoy la economía mexicana cuenta con una canasta importante de actividades turísticas que se pueden desarrollar en el país, entre los que destacan el turismo cultural, religioso, gastronómico, de negocios, de sol y playa, deportivo, de salud, entre otros. Ahora bien, una de las preguntas que nos debemos hacer de manera permanente es hasta dónde, en aras de la promoción turística o de estar incrementando el inventario de atractivos turísticos en el país, se toman decisiones que pudieran llegar a atentar contra la naturaleza o bien contra la cultura de los pueblos originarios, o bien contra el desarrollo urbano de algunas zonas o de algunas áreas, ya que la actividad turística no solamente es construir infraestructura, sino también estar previendo que cada acto que se realice puede traer alteraciones al medio ambiente, haciendo alusión a la perspectiva sustentable de una actividad que cada día gana más terreno en nuestro país, es por ello que debemos hacer compatible la actividad turística, que si bien se ha dicho que es una industria sin chimeneas, es decir, que no contamina, al menos es una actividad que demanda una serie de insumos como agua, servicios básicos como el drenaje y la electricidad, vías de comunicación como carreteras, vías férreas, aeropuertos y puertos, entre otros. Por otra parte, también es de suma importancia que así como México va ascendiendo y ganando un posicionamiento importante en el ámbito de los países más visitados del mundo, también es de suma importancia que los trabajadores que se encuentran desarrollando actividades obtengan al momento de prestar sus servicios, una correspondencia en términos de sueldos y salarios que les permitan tener una vida digna, lo cual tiene que ver con la forma en que se distribuyen los beneficios entre los dueños del capital y los trabajadores que se encuentran en este sector; si se logra tener una correspondencia acorde entre los ingresos del capital y los beneficios para los trabajadores, se puede pensar que la actividad puede ser promotora del desarrollo armónico con un perfil social y sustentable, de ser así, sigámosle apostando a la industria sin chimeneas.