/ miércoles 31 de julio de 2019

Con café y a media luz | "Enfocando"

La oportunidad de dialogar con otro ser humano, el enorme distingo que se nos da al momento de escucharnos y, en congruencia, escuchar a ese alguien que, afanosamente, está ansioso de que sus palabras repercutan en la conciencia y modifiquen el rumbo de la sociedad a la cual pertenece es, sin duda, el elemento medular que separa al hombre del resto de las especies vivas con las que coexiste en este planeta.

El entablar un diálogo construido con base en razonamientos fundamentados, críticas respetuosas e hilaciones coherentes permiten a una comunidad plantearse metas en conjunto y llegar a ellas o bien, en caso contrario, replantearlas, cuando se ha percatado del error.

Mientras más compleja se volvió la sociedad, el flujo de mensajes se tornó más difícil de sobrellevar, de entender y, por tanto, de analizar. La presencia de más grupos generó nuevas y variadas corrientes de pensamiento, tan válidas y tan respetables unas como las otras y, en consecuencia, la satisfacción al pleno del auditorio se volvió prácticamente imposible.

Allí radica la verdadera valía de los medios de comunicación y su relación con la sociedad, en particular, con las figuras de autoridad en cuestión que pueden dedicarles palabras, ideas, planes, estrategias y resultados a sus representados sobre la situación que prevalece en la nación que los aglomera.

¡Ese es el enfoque que no debemos perder!

¡Ni la sociedad con todos y cada uno de sus sectores y miembros! ¡Mucho menos los gobernantes que deben mostrarse preocupados por el responsable ejercicio del poder y de lo que eso representa!, ¡Y los medios de comunicación a través de toda su estructura técnica y humana que deben orientar e informar en una doble vía al par de entidades de las oraciones anteriores!

Y hoy hago esta reflexión, porque durante las últimas fechas he percibido que las conferencias mañaneras del Presidente de los Estados Unidos Mexicanos han virado su razón de ser, encauzándose a generar información que, en buen sentido, no aporta mucho, o casi nada, al acontecer nacional. Ese contenido informativo que empezó siendo valioso ha ido, poco a poco, desvirtuándose.

Debo recalcar, en este punto, que no es porque sea útil o no la información que se vierte, pues todo conocimiento en algún momento generará un instante de pertinencia y ventaja. Lo que está cambiando es el enfoque que se le da al objetivo de las conferencias.

Quizá sea la monotonía, o tal vez el cansancio de los representantes de los medios, probablemente algunos funcionarios invitados no se sienten cómodos ante tantas cámaras y micrófonos o hay otro factor que en este momento no podemos observar de primera mano. Pero el objeto principal de los cuestionamientos debe ser la figura del México real y todas sus variables y no las condiciones particulares del elemento presidencial.

El México y su transformación social, económica, política. Los fenómenos delincuenciales, de desempleo, salud, migración y medioambiental que nos aquejan. Las relaciones internacionales y sus repercusiones en el crecimiento y desarrollo del país y la estabilidad del peso en el mercado internacional. La solidez de las instituciones y los cambios organizacionales del aparato del Estado para darle un mejor servicio a la población. ¡Ese debería ser el camino!

Últimamente, el enfoque de las preguntas y respuestas han sido referentes a la figura del Ejecutivo, adornado por una insistente comparativa con símiles del pasado, heroicos y corruptos. Con razón algunas veces, y sin razón en muchas otras.

Pero creo que el colmo de esta desviación fue el mostrar los planos del departamento en el que habita el señor Andrés Manuel López Obrador y su familia y que los reporteros nacionales, cuya preparación académica y experiencia profesional les da el lugar de cubrir la fuente oficial más importante, hayan construido una nota con esos datos.

Creo que el mexicano merece cuestiones de mayor trascendencia para su desarrollo social en esas conferencias mañaneras que observar unos trazos de ingeniería civil de un departamento de dos recamaras, cocina, comedor, baños y estudio.

Con sobrada razón, aplaudo al reportero que tocó el tema de Rosario Robles y la investigación que se está llevando al cabo para deslindarle alguna responsabilidad en materia de ejercicio indebido de la función pública. Elogio que se haya hablado de la reunión con el equipo de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público para generar la propuesta presupuestal de cara al 2020. Me congratulan los datos que aluden a una reducción del flujo migratorio que presentó el canciller Marcelo Ebrard.

Todas esas cuestiones sí nos atañen y nos deben tener bien informados porque están enfocados en México, pero mostrar planos de dónde o cómo vive el Presidente para hacer una comparación con los anteriores mandatarios, creo que hay otros medios y otras formas de divulgar esa información.

¡Hasta la próxima! y recuerde, para mañana ¡Despierte, no se duerma que será un gran día!

Escríbame a

licajimenezmcc@hotmail.com

La oportunidad de dialogar con otro ser humano, el enorme distingo que se nos da al momento de escucharnos y, en congruencia, escuchar a ese alguien que, afanosamente, está ansioso de que sus palabras repercutan en la conciencia y modifiquen el rumbo de la sociedad a la cual pertenece es, sin duda, el elemento medular que separa al hombre del resto de las especies vivas con las que coexiste en este planeta.

El entablar un diálogo construido con base en razonamientos fundamentados, críticas respetuosas e hilaciones coherentes permiten a una comunidad plantearse metas en conjunto y llegar a ellas o bien, en caso contrario, replantearlas, cuando se ha percatado del error.

Mientras más compleja se volvió la sociedad, el flujo de mensajes se tornó más difícil de sobrellevar, de entender y, por tanto, de analizar. La presencia de más grupos generó nuevas y variadas corrientes de pensamiento, tan válidas y tan respetables unas como las otras y, en consecuencia, la satisfacción al pleno del auditorio se volvió prácticamente imposible.

Allí radica la verdadera valía de los medios de comunicación y su relación con la sociedad, en particular, con las figuras de autoridad en cuestión que pueden dedicarles palabras, ideas, planes, estrategias y resultados a sus representados sobre la situación que prevalece en la nación que los aglomera.

¡Ese es el enfoque que no debemos perder!

¡Ni la sociedad con todos y cada uno de sus sectores y miembros! ¡Mucho menos los gobernantes que deben mostrarse preocupados por el responsable ejercicio del poder y de lo que eso representa!, ¡Y los medios de comunicación a través de toda su estructura técnica y humana que deben orientar e informar en una doble vía al par de entidades de las oraciones anteriores!

Y hoy hago esta reflexión, porque durante las últimas fechas he percibido que las conferencias mañaneras del Presidente de los Estados Unidos Mexicanos han virado su razón de ser, encauzándose a generar información que, en buen sentido, no aporta mucho, o casi nada, al acontecer nacional. Ese contenido informativo que empezó siendo valioso ha ido, poco a poco, desvirtuándose.

Debo recalcar, en este punto, que no es porque sea útil o no la información que se vierte, pues todo conocimiento en algún momento generará un instante de pertinencia y ventaja. Lo que está cambiando es el enfoque que se le da al objetivo de las conferencias.

Quizá sea la monotonía, o tal vez el cansancio de los representantes de los medios, probablemente algunos funcionarios invitados no se sienten cómodos ante tantas cámaras y micrófonos o hay otro factor que en este momento no podemos observar de primera mano. Pero el objeto principal de los cuestionamientos debe ser la figura del México real y todas sus variables y no las condiciones particulares del elemento presidencial.

El México y su transformación social, económica, política. Los fenómenos delincuenciales, de desempleo, salud, migración y medioambiental que nos aquejan. Las relaciones internacionales y sus repercusiones en el crecimiento y desarrollo del país y la estabilidad del peso en el mercado internacional. La solidez de las instituciones y los cambios organizacionales del aparato del Estado para darle un mejor servicio a la población. ¡Ese debería ser el camino!

Últimamente, el enfoque de las preguntas y respuestas han sido referentes a la figura del Ejecutivo, adornado por una insistente comparativa con símiles del pasado, heroicos y corruptos. Con razón algunas veces, y sin razón en muchas otras.

Pero creo que el colmo de esta desviación fue el mostrar los planos del departamento en el que habita el señor Andrés Manuel López Obrador y su familia y que los reporteros nacionales, cuya preparación académica y experiencia profesional les da el lugar de cubrir la fuente oficial más importante, hayan construido una nota con esos datos.

Creo que el mexicano merece cuestiones de mayor trascendencia para su desarrollo social en esas conferencias mañaneras que observar unos trazos de ingeniería civil de un departamento de dos recamaras, cocina, comedor, baños y estudio.

Con sobrada razón, aplaudo al reportero que tocó el tema de Rosario Robles y la investigación que se está llevando al cabo para deslindarle alguna responsabilidad en materia de ejercicio indebido de la función pública. Elogio que se haya hablado de la reunión con el equipo de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público para generar la propuesta presupuestal de cara al 2020. Me congratulan los datos que aluden a una reducción del flujo migratorio que presentó el canciller Marcelo Ebrard.

Todas esas cuestiones sí nos atañen y nos deben tener bien informados porque están enfocados en México, pero mostrar planos de dónde o cómo vive el Presidente para hacer una comparación con los anteriores mandatarios, creo que hay otros medios y otras formas de divulgar esa información.

¡Hasta la próxima! y recuerde, para mañana ¡Despierte, no se duerma que será un gran día!

Escríbame a

licajimenezmcc@hotmail.com