/ lunes 11 de mayo de 2020

Es lo de hoy | ¿La responsabilidad es solo de los empresarios?

El Gobierno federal dejó claro que se está lavando las manos sobre los daños económicos que está generando la emergencia sanitaria.

Siendo precisos, el presidente Andrés Manuel López Obrador señaló que si alguna empresa quiebra como efecto de la contingencia, los dueños o accionistas, solo ellos, tienen que asumir la responsabilidad porque “el Estado no puede actuar otorgando privilegios para nadie”.

Lo que pareciera que no se está tomando en cuenta o, lo que es peor, no tiene la menor importancia para el Presidente, es el inmenso número de personas que se están quedando y se quedarán sin empleo, con los efectos que esto conlleva.

Seguramente los empresarios tienen suficientes recursos para enfrentar la quiebra y la falta de ingresos, pero no así el empleado que trabaja para llevar comida a su casa, la madre o padre de familia que todos los días cumple su jornada laboral para solventar desde lo básico hasta la educación de sus hijos.

Supongo que todavía no se dimensiona lo que viene. Sin la intención de ser catastrofista, ni profeta, se puede vislumbrar una crisis de seguridad muy fuerte en todo México.

Organismos empresariales calculan que se perderán alrededor de 3 millones de empleos como resultado de la pandemia. ¡3 millones!

Todas esas personas buscarán la manera, primero, de mantener el nivel de vida que han tenido, pero, segundo, de sobrevivir, haciendo hasta lo imposible con tal de que a su familia no le falte alimento, casa y vestido.

¿Cómo lo van a conseguir? Muy probablemente recurran a la informalidad aunque no estoy seguro que haya cabida para todos. Y aun cuando la mayoría pudiera dedicarse a esa actividad, el comercio formal e informal requiere clientes, pero muchos de ellos estarán también sin empleo.

No, no es responsabilidad solamente de los dueños o accionistas de las empresas que quiebren, porque las consecuencias las vamos a pagar todos mientras el gobierno no garantice a los ciudadanos las condiciones para tener un empleo digno y para que haya seguridad.

¿Y saben qué? No lo va a garantizar, simplemente porque no tiene los recursos, ni los conocimientos y, espero que me equivoque, ni las ganas.

En poco tiempo veremos el resultado de lavarse las manos en tiempos de crisis.

Hay quórum

Esta semana podría quedar lista la reconversión para que las industrias textil y del calzado sean consideradas esenciales, y así estar en condiciones de regresar a la actividad.

La Junta de Coordinación Política del Senado informó que en estos días secretarías de Estado definirán con el Presidente las actividades no esenciales de la economía que pueden reconvertirse para reactivarlas y, entre ellas, están la industria de la construcción, de alimentos y bebidas, de manufactura y la textil.

*Tampiqueño, especialista en temas como negociación política,

gestión pública municipal

y comunicación estratégica.

@andresbetanzos

contacto@andresbetanzos.com

El Gobierno federal dejó claro que se está lavando las manos sobre los daños económicos que está generando la emergencia sanitaria.

Siendo precisos, el presidente Andrés Manuel López Obrador señaló que si alguna empresa quiebra como efecto de la contingencia, los dueños o accionistas, solo ellos, tienen que asumir la responsabilidad porque “el Estado no puede actuar otorgando privilegios para nadie”.

Lo que pareciera que no se está tomando en cuenta o, lo que es peor, no tiene la menor importancia para el Presidente, es el inmenso número de personas que se están quedando y se quedarán sin empleo, con los efectos que esto conlleva.

Seguramente los empresarios tienen suficientes recursos para enfrentar la quiebra y la falta de ingresos, pero no así el empleado que trabaja para llevar comida a su casa, la madre o padre de familia que todos los días cumple su jornada laboral para solventar desde lo básico hasta la educación de sus hijos.

Supongo que todavía no se dimensiona lo que viene. Sin la intención de ser catastrofista, ni profeta, se puede vislumbrar una crisis de seguridad muy fuerte en todo México.

Organismos empresariales calculan que se perderán alrededor de 3 millones de empleos como resultado de la pandemia. ¡3 millones!

Todas esas personas buscarán la manera, primero, de mantener el nivel de vida que han tenido, pero, segundo, de sobrevivir, haciendo hasta lo imposible con tal de que a su familia no le falte alimento, casa y vestido.

¿Cómo lo van a conseguir? Muy probablemente recurran a la informalidad aunque no estoy seguro que haya cabida para todos. Y aun cuando la mayoría pudiera dedicarse a esa actividad, el comercio formal e informal requiere clientes, pero muchos de ellos estarán también sin empleo.

No, no es responsabilidad solamente de los dueños o accionistas de las empresas que quiebren, porque las consecuencias las vamos a pagar todos mientras el gobierno no garantice a los ciudadanos las condiciones para tener un empleo digno y para que haya seguridad.

¿Y saben qué? No lo va a garantizar, simplemente porque no tiene los recursos, ni los conocimientos y, espero que me equivoque, ni las ganas.

En poco tiempo veremos el resultado de lavarse las manos en tiempos de crisis.

Hay quórum

Esta semana podría quedar lista la reconversión para que las industrias textil y del calzado sean consideradas esenciales, y así estar en condiciones de regresar a la actividad.

La Junta de Coordinación Política del Senado informó que en estos días secretarías de Estado definirán con el Presidente las actividades no esenciales de la economía que pueden reconvertirse para reactivarlas y, entre ellas, están la industria de la construcción, de alimentos y bebidas, de manufactura y la textil.

*Tampiqueño, especialista en temas como negociación política,

gestión pública municipal

y comunicación estratégica.

@andresbetanzos

contacto@andresbetanzos.com