/ domingo 17 de septiembre de 2023

Historia breves | Invasión española de 1829, sexta parte

Artículos plasmados en la Capitulación de Ejército de Vanguardia Español durante la invasión de 1829 y el General Antonio López de Santa Anna en Veracruz y Ciudad de México.

Una vez que el Ejército mexicano alcanzó la VICTORIA sobre el Ejército de Vanguardia Español se firmaron los Tratados de Pueblo Viejo en 10 artículos acordados y dos adicionales.

Artículo 1º, Mañana (12 de septiembre), a las 9 de la mañana evacuaran las fuerzas españolas que cubren la Barra, el fortín que posee, saliendo los oficiales con sus espadas, las tropas con sus armas y tambores batientes a entregar a la división mexicana, lo mismo que las cajas de guerra, a manos del Excmo. Ciudadano Sr. Manuel de Mier y Terán, segundo General de Ejército que ocupa el paso llamado de Doña Cecilia en el antiguo camino de Altamira: dicha tropa seguirá a la ciudad de Tampico de las Tamaulipas con sus oficiales que conservaran sus espadas.

Artículo 2º. Pasado mañana, a las 6 de ella, saldrá toda la división del general español que ocupa Tampico de Tamaulipas, en los mismos términos que quedan indicados para las fuerzas de la Barra, al mando del referido general Mier y Terán, conservando sus espadas los oficiales.

Artículo 3º. El Ejército y la República mexicana garantizan de la manera más solemne la vida y propiedades particulares de todos los individuos de la división invasora.

Artículo 4. La división española se trasladará a la ciudad de Victoria, donde permanecerá mientras se reembarca a la Habana. NOTA. La división española programada para salir a ciudad Victoria se quedó en Altamira Tamaulipas, permaneciendo ahí por casi dos meses.

Artículo 5o. Se concede al general español mande al puerto de la Habana uno o dos oficiales que soliciten los transportes que deben trasladar su fuerza a aquel puerto.

Artículo 6º. Costeará el general español, la manutención de su división durante su estancia en el país, y del mismo modo serán de su cuenta los transportes.

Artículo 7º. Los enfermos y heridos que tenga la división española imposibilitados de marchar, quedarán en la ciudad de Tampico, mientras se trasladan al hospital mexicano donde serán asistidos a costa de la división española, la cual proporcionará un cirujano y soldados y cabos que calcule para que queden a su cuidado.

Artículo 8º. Se flanquearán a la división española los bagajes que necesite para su traslación a los puntos indicados, pagando las cabalgaduras según los alquileres que son corrientes en el país, y lo mismo se hará respecto a víveres

Artículo 9º. El teniente coronel jefe de la plana mayor queda encargado del cumplimiento de la capitulación respecto de la tropa que se halla en la Barra, para lo cual le flanqueará el paso el general que manda en el punto Doña Cecilia.

Artículo 10º. Nombrará un jefe y un oficial de su estado Mayor El Excmo. Sr. General ciudadano Manuel de Mier y Terán, para que facilite a la expresada división las provisiones, bagajes, dirección, acuartelamiento y demás de lo que se hace mención en los precedentes artículos.

Y convenidos en un todo el presente acuerdo, los firmaron los infrasquitos en el CUARTEL GENERAL DE PUEBLO VIEJO, a los 11 días del mes de septiembre de 1829.-Pedro Landeros. -José Ignacio Iberri. -José Antonio Mejía, Miguel Salomón. -Fulgencio Salas. -ratifico la antecedente capitulación. Antonio López de Santa Anna. - ratifico la antecedente capitulación. - Isidro Barradas.

Artículos Adicionales: propuesto por el general español. - Si llegase a este puerto la tropa española que pertenece a la división del general Barradas, se le prevendrá siga su rumbo directo a la Habana, haciéndole conocer este convenio. Propuesto por el general mexicano. - los SS generales, jefes, oficiales y tropas españolas que pertenezcan a la división del Sr. General Barradas se comprometen a no tomar las armas contra la república mexicana. José Miguel Salomón. - Fulgencio Salas. -Pedro Landeros. -Jose Ignacio Iberri. - José Antonio Mejía. - Ratifico los anteriores artículos adicionales. - Antonio López de Santa Anna. Ratifico los anteriores artículos adicionales. Isidro Barradas. A las tres de la tarde del 11 de septiembre de 1829, salió a la capital la comisión que llevaría la noticia al presidente Don Vicente Guerrero quien la recibió en el Teatro Principal, suspendiéndose la función, se puso de pie para anunciar la VICTORIA de las Armas de México sobre el Ejército de Vanguardia Español.

El General Antonio López de Santa Anna se trasladó de Tampico, de Pueblo Viejo a Veracruz en un Bergantín inglés que se encontraba en las aguas de Tampico, desembarcó con los coroneles Stávoli y Mejía el 25 de septiembre 1829 en el Puerto de Veracruz. Antonio López de Santa Anna fue recibido por todas las autoridades de la época y cargado en brazos por los jefes de mayor graduación, lo pasearon por todo el puerto hasta las ocho de la noche, hora en que se retiró a su posada; todo acompañado de salvas que se hicieron desde el Castillo de San Juan de Ulúa y los baluartes.

A principios de octubre, el general Antonio López de Santa Anna se traslada a la ciudad de México llevando el informe de la acción de y las banderas tomadas al enemigo, las cuales se exhibieron públicamente en el balcón principal del Palacio Nacional el domingo 4 de octubre del mismo año de 1829. Una salva de artillería al rayar la aurora anunció aquel espectáculo.

El balcón mencionado se adornó con un dosel de terciopelo carmesí; bajo el cual se colocó un pabellón azul y blanco, y en el centro la Constitución de la República.

En el piso del balcón se formó un tablado saliente, y en medio se puso un gran cuadro de mosaico de plumas de Colibríes de bellos colores hecho en Pátzcuaro Michoacán, en el que figuraba el escudo de armas de la Nación, rodeado de trofeos, que herido con los rayos del sol de mediodía deslumbraba la vista.

A sus lados se veían abatidas las banderas españolas, y sobre la azotea del Palacio flotaba airoso el pabellón nacional, como también en la Catedral, la Casa de Moneda y la Diputación. Las banderas, dice Bustamante, estaban exquisitamente bordadas; una estaba algo estropeada y la otra flamante, notándose de particular en ambas, que en las extremidades hay dos escudos de armas de las órdenes de caballería creados por Fernando VII a saber, la de María Isabel y la de S. Hermenegildo, en una se lee este letrero, Legión Real.

El estandarte de caballería que se tomó asimismo a los españoles se quedó en Veracruz, la ceremonia fue acompañada de misa de gracias muy solemne en la Catedral, y en la noche hubo iluminación en las torres y en el Palacio Nacional. Anastasio Bustamante propuso después que las banderas se colocaran en la Cámara de Diputados a los lados del trono; y así fue aprobado, pero posteriormente se llevaron al Santuario de Guadalupe donde estuvieron mucho tiempo, posteriormente se exhibieron en el Museo Nacional de Artillería de México.

Coincidiendo con el Bicentenario de la Independencia de México, España ha devuelto a México una enseña con la imagen de la Virgen de Guadalupe en el anverso y el Arcángel San Miguel con el Águila Imperial en el reverso, requisada en 1811 por el ejército español a los insurgentes durante la batalla del Puente Calderón y nuestro país ha devuelto a España las banderas españolas tomada durante la invasión española de 1829, las banderas españolas estaban custodiadas en el Museo Nacional de Historia de Chapultepec.

Artículos plasmados en la Capitulación de Ejército de Vanguardia Español durante la invasión de 1829 y el General Antonio López de Santa Anna en Veracruz y Ciudad de México.

Una vez que el Ejército mexicano alcanzó la VICTORIA sobre el Ejército de Vanguardia Español se firmaron los Tratados de Pueblo Viejo en 10 artículos acordados y dos adicionales.

Artículo 1º, Mañana (12 de septiembre), a las 9 de la mañana evacuaran las fuerzas españolas que cubren la Barra, el fortín que posee, saliendo los oficiales con sus espadas, las tropas con sus armas y tambores batientes a entregar a la división mexicana, lo mismo que las cajas de guerra, a manos del Excmo. Ciudadano Sr. Manuel de Mier y Terán, segundo General de Ejército que ocupa el paso llamado de Doña Cecilia en el antiguo camino de Altamira: dicha tropa seguirá a la ciudad de Tampico de las Tamaulipas con sus oficiales que conservaran sus espadas.

Artículo 2º. Pasado mañana, a las 6 de ella, saldrá toda la división del general español que ocupa Tampico de Tamaulipas, en los mismos términos que quedan indicados para las fuerzas de la Barra, al mando del referido general Mier y Terán, conservando sus espadas los oficiales.

Artículo 3º. El Ejército y la República mexicana garantizan de la manera más solemne la vida y propiedades particulares de todos los individuos de la división invasora.

Artículo 4. La división española se trasladará a la ciudad de Victoria, donde permanecerá mientras se reembarca a la Habana. NOTA. La división española programada para salir a ciudad Victoria se quedó en Altamira Tamaulipas, permaneciendo ahí por casi dos meses.

Artículo 5o. Se concede al general español mande al puerto de la Habana uno o dos oficiales que soliciten los transportes que deben trasladar su fuerza a aquel puerto.

Artículo 6º. Costeará el general español, la manutención de su división durante su estancia en el país, y del mismo modo serán de su cuenta los transportes.

Artículo 7º. Los enfermos y heridos que tenga la división española imposibilitados de marchar, quedarán en la ciudad de Tampico, mientras se trasladan al hospital mexicano donde serán asistidos a costa de la división española, la cual proporcionará un cirujano y soldados y cabos que calcule para que queden a su cuidado.

Artículo 8º. Se flanquearán a la división española los bagajes que necesite para su traslación a los puntos indicados, pagando las cabalgaduras según los alquileres que son corrientes en el país, y lo mismo se hará respecto a víveres

Artículo 9º. El teniente coronel jefe de la plana mayor queda encargado del cumplimiento de la capitulación respecto de la tropa que se halla en la Barra, para lo cual le flanqueará el paso el general que manda en el punto Doña Cecilia.

Artículo 10º. Nombrará un jefe y un oficial de su estado Mayor El Excmo. Sr. General ciudadano Manuel de Mier y Terán, para que facilite a la expresada división las provisiones, bagajes, dirección, acuartelamiento y demás de lo que se hace mención en los precedentes artículos.

Y convenidos en un todo el presente acuerdo, los firmaron los infrasquitos en el CUARTEL GENERAL DE PUEBLO VIEJO, a los 11 días del mes de septiembre de 1829.-Pedro Landeros. -José Ignacio Iberri. -José Antonio Mejía, Miguel Salomón. -Fulgencio Salas. -ratifico la antecedente capitulación. Antonio López de Santa Anna. - ratifico la antecedente capitulación. - Isidro Barradas.

Artículos Adicionales: propuesto por el general español. - Si llegase a este puerto la tropa española que pertenece a la división del general Barradas, se le prevendrá siga su rumbo directo a la Habana, haciéndole conocer este convenio. Propuesto por el general mexicano. - los SS generales, jefes, oficiales y tropas españolas que pertenezcan a la división del Sr. General Barradas se comprometen a no tomar las armas contra la república mexicana. José Miguel Salomón. - Fulgencio Salas. -Pedro Landeros. -Jose Ignacio Iberri. - José Antonio Mejía. - Ratifico los anteriores artículos adicionales. - Antonio López de Santa Anna. Ratifico los anteriores artículos adicionales. Isidro Barradas. A las tres de la tarde del 11 de septiembre de 1829, salió a la capital la comisión que llevaría la noticia al presidente Don Vicente Guerrero quien la recibió en el Teatro Principal, suspendiéndose la función, se puso de pie para anunciar la VICTORIA de las Armas de México sobre el Ejército de Vanguardia Español.

El General Antonio López de Santa Anna se trasladó de Tampico, de Pueblo Viejo a Veracruz en un Bergantín inglés que se encontraba en las aguas de Tampico, desembarcó con los coroneles Stávoli y Mejía el 25 de septiembre 1829 en el Puerto de Veracruz. Antonio López de Santa Anna fue recibido por todas las autoridades de la época y cargado en brazos por los jefes de mayor graduación, lo pasearon por todo el puerto hasta las ocho de la noche, hora en que se retiró a su posada; todo acompañado de salvas que se hicieron desde el Castillo de San Juan de Ulúa y los baluartes.

A principios de octubre, el general Antonio López de Santa Anna se traslada a la ciudad de México llevando el informe de la acción de y las banderas tomadas al enemigo, las cuales se exhibieron públicamente en el balcón principal del Palacio Nacional el domingo 4 de octubre del mismo año de 1829. Una salva de artillería al rayar la aurora anunció aquel espectáculo.

El balcón mencionado se adornó con un dosel de terciopelo carmesí; bajo el cual se colocó un pabellón azul y blanco, y en el centro la Constitución de la República.

En el piso del balcón se formó un tablado saliente, y en medio se puso un gran cuadro de mosaico de plumas de Colibríes de bellos colores hecho en Pátzcuaro Michoacán, en el que figuraba el escudo de armas de la Nación, rodeado de trofeos, que herido con los rayos del sol de mediodía deslumbraba la vista.

A sus lados se veían abatidas las banderas españolas, y sobre la azotea del Palacio flotaba airoso el pabellón nacional, como también en la Catedral, la Casa de Moneda y la Diputación. Las banderas, dice Bustamante, estaban exquisitamente bordadas; una estaba algo estropeada y la otra flamante, notándose de particular en ambas, que en las extremidades hay dos escudos de armas de las órdenes de caballería creados por Fernando VII a saber, la de María Isabel y la de S. Hermenegildo, en una se lee este letrero, Legión Real.

El estandarte de caballería que se tomó asimismo a los españoles se quedó en Veracruz, la ceremonia fue acompañada de misa de gracias muy solemne en la Catedral, y en la noche hubo iluminación en las torres y en el Palacio Nacional. Anastasio Bustamante propuso después que las banderas se colocaran en la Cámara de Diputados a los lados del trono; y así fue aprobado, pero posteriormente se llevaron al Santuario de Guadalupe donde estuvieron mucho tiempo, posteriormente se exhibieron en el Museo Nacional de Artillería de México.

Coincidiendo con el Bicentenario de la Independencia de México, España ha devuelto a México una enseña con la imagen de la Virgen de Guadalupe en el anverso y el Arcángel San Miguel con el Águila Imperial en el reverso, requisada en 1811 por el ejército español a los insurgentes durante la batalla del Puente Calderón y nuestro país ha devuelto a España las banderas españolas tomada durante la invasión española de 1829, las banderas españolas estaban custodiadas en el Museo Nacional de Historia de Chapultepec.