/ lunes 26 de febrero de 2024

La madriguera del lobo / El Vaticano

La relación del Vaticano, sede de la IGLESIA CATÓLICA, con los gobiernos mexicanos, ha pasado por distintas etapas que incluyeron una visión liberal y separatista en cuanto a asuntos institucionales, que aunque cambiaron de forma nunca a través de la historia han cambiado de fondo, específicamente en asuntos POLÍTICOS de nuestro país. De eso hablaremos hoy.

Está claro que fue el presidente Benito Juárez quien ha sido referente de muchos gobiernos y POLITICOS contemporáneos que usan como ejemplo su criterio liberal e institucional, entre otros, por separar al gobierno de una relación con la iglesia católica que podría influir en la ideología ciudadana; por lo tanto, Juárez pasó a ser por esas acciones el benemérito del Estado laico, o que ha tenido, como ya lo decíamos, distintas etapas de manejo político.

No podríamos iniciar con este análisis de recuento sin poner en la cronología de la historia de nuestro país, la importancia precisamente de la IGLESIA CATÓLICA en la Independencia de México, por la incursión de Miguel Hidalgo y Costilla, sacerdote que es conocido como Padre de la Patria, que en 1810 moviliza desde su iglesia a sus feligreses para levantarse en armas, independencia que culmina triunfando en 1821. Así se va arraigando nuestra relación cultural y política con la iglesia. Justo y heroico para sus actores.

Regresando al punto, fue así como el presidente Benito Juárez, quien en 1855 y 1859 con una postura liberalista en su momento, actúa para separar jurídicamente la relación del gobierno con la IGLESIA CATÓLICA, interviniendo en sus bienes, en conceptos de educación, matrimonio y relación civil del mismo, entre otros asuntos, pero específicamente políticos porque además las llamadas Leyes de Reforma de 1857 nacionalizaban, como ya se dijo, los bienes eclesiásticos. El conflicto incluso expulsó a distintos clérigos de algunos estados, acusados de sedición.

Como un paréntesis, es importante señalar que durante el gobierno de Porfirio Díaz, de 1876 a 1911, se mantuvo una relación estable con la iglesia católica, de mutuo respeto, en los que no hubo hostigamiento para el clero ni a sus representantes con las mismas Leyes de Reforma, manteniendo así un contacto basado en derecho pero más cercano entre ambos. Sin DUDA, POLÍTICO y de conveniencia para su gobierno.

Fue hasta 1926 cuando dio inicio la llamada GUERRA CRISTERA, que ocasionó más de 250 mil muertos en el país, que durara tres años, hasta 1929, encabezada por mexicanos católicos que al grito de “¡Viva Cristo Rey!” llevando como estandarte a la Virgen de Guadalupe, levantamiento motivado por la ley y postura de Plutarco Elías Calles.

La Intervención crítica y postura del VATICANO, en ese momento con el entonces Papa Pío XI, fueron también motivo de apoyo a los católicos y referencia internacional para llegar a arreglos con el gobierno e Iglesia Católica Mexicana.

Sin embargo y desde entonces ha prevalecido hasta nuestra política contemporánea un DOBLE LENGUAJE que se puede entender políticamente, por un lado de la moneda, aludiendo la institucional postura del presidente BENITO JUÁREZ, quien mantuvo a la Iglesia separada de los temas de gobierno, pero también cercanos a la Virgen de Guadalupe, al Papa, a la iglesia y al Vaticano.

Lo anterior, no porque se piense que deben intervenir en POLÍTICA, la verdad de fondo es que hay mas de 79% DE CATÓLICOS en nuestra población, es decir, cerca de 98 MILLONES de personas afines al catolicismo en México, lo que desde luego se convierte en un potencial mercado de votantes en una elección como la que viene, por la presidencia de nuestro país.

Es por eso que la que llegue primero parece que dice: ¡1,2,3 por mí y por todos mis amigos! Aquí estoy en el VATICANO. Se vale, solo que después no sean tan Juristas puros.

Hasta pronto.

La relación del Vaticano, sede de la IGLESIA CATÓLICA, con los gobiernos mexicanos, ha pasado por distintas etapas que incluyeron una visión liberal y separatista en cuanto a asuntos institucionales, que aunque cambiaron de forma nunca a través de la historia han cambiado de fondo, específicamente en asuntos POLÍTICOS de nuestro país. De eso hablaremos hoy.

Está claro que fue el presidente Benito Juárez quien ha sido referente de muchos gobiernos y POLITICOS contemporáneos que usan como ejemplo su criterio liberal e institucional, entre otros, por separar al gobierno de una relación con la iglesia católica que podría influir en la ideología ciudadana; por lo tanto, Juárez pasó a ser por esas acciones el benemérito del Estado laico, o que ha tenido, como ya lo decíamos, distintas etapas de manejo político.

No podríamos iniciar con este análisis de recuento sin poner en la cronología de la historia de nuestro país, la importancia precisamente de la IGLESIA CATÓLICA en la Independencia de México, por la incursión de Miguel Hidalgo y Costilla, sacerdote que es conocido como Padre de la Patria, que en 1810 moviliza desde su iglesia a sus feligreses para levantarse en armas, independencia que culmina triunfando en 1821. Así se va arraigando nuestra relación cultural y política con la iglesia. Justo y heroico para sus actores.

Regresando al punto, fue así como el presidente Benito Juárez, quien en 1855 y 1859 con una postura liberalista en su momento, actúa para separar jurídicamente la relación del gobierno con la IGLESIA CATÓLICA, interviniendo en sus bienes, en conceptos de educación, matrimonio y relación civil del mismo, entre otros asuntos, pero específicamente políticos porque además las llamadas Leyes de Reforma de 1857 nacionalizaban, como ya se dijo, los bienes eclesiásticos. El conflicto incluso expulsó a distintos clérigos de algunos estados, acusados de sedición.

Como un paréntesis, es importante señalar que durante el gobierno de Porfirio Díaz, de 1876 a 1911, se mantuvo una relación estable con la iglesia católica, de mutuo respeto, en los que no hubo hostigamiento para el clero ni a sus representantes con las mismas Leyes de Reforma, manteniendo así un contacto basado en derecho pero más cercano entre ambos. Sin DUDA, POLÍTICO y de conveniencia para su gobierno.

Fue hasta 1926 cuando dio inicio la llamada GUERRA CRISTERA, que ocasionó más de 250 mil muertos en el país, que durara tres años, hasta 1929, encabezada por mexicanos católicos que al grito de “¡Viva Cristo Rey!” llevando como estandarte a la Virgen de Guadalupe, levantamiento motivado por la ley y postura de Plutarco Elías Calles.

La Intervención crítica y postura del VATICANO, en ese momento con el entonces Papa Pío XI, fueron también motivo de apoyo a los católicos y referencia internacional para llegar a arreglos con el gobierno e Iglesia Católica Mexicana.

Sin embargo y desde entonces ha prevalecido hasta nuestra política contemporánea un DOBLE LENGUAJE que se puede entender políticamente, por un lado de la moneda, aludiendo la institucional postura del presidente BENITO JUÁREZ, quien mantuvo a la Iglesia separada de los temas de gobierno, pero también cercanos a la Virgen de Guadalupe, al Papa, a la iglesia y al Vaticano.

Lo anterior, no porque se piense que deben intervenir en POLÍTICA, la verdad de fondo es que hay mas de 79% DE CATÓLICOS en nuestra población, es decir, cerca de 98 MILLONES de personas afines al catolicismo en México, lo que desde luego se convierte en un potencial mercado de votantes en una elección como la que viene, por la presidencia de nuestro país.

Es por eso que la que llegue primero parece que dice: ¡1,2,3 por mí y por todos mis amigos! Aquí estoy en el VATICANO. Se vale, solo que después no sean tan Juristas puros.

Hasta pronto.