Su nombre perdura en la historia. La mayoría de las personas alguna vez ha escuchado su hablar sobre ella. Cleopatra fue la última faraón de Egipto y decía ser la reencarnación de las diosas Afrodita e Isis. Era una mujer hermosa, inteligente y ambiciosa, quien deseaba dominar el mundo desde Alejandría, pero fracasó en el intento.
La suerte de Cleopatra
Cleopatra VII nació en Alejandría, Egipto, en el año 69 a.e.c, hija de Ptolomeo XII, heredó el imperio de su padre junto a su hermano Ptolomeo XIII.
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De acuerdo a los reportes de la época, Cleopatra era políglota, además de griego, hablaba con fluidez la lengua egipcia, el latín y el arameo. Su carácter independiente y su inteligencia resultaron un problema para los consejeros de la corte, quienes pensaron gobernar en Egipto a través de la figura de Ptolomeo XIII, un niño de 13 años.
Los consejeros Potino, Teódoto de Quíos y Aquilas reconocieron como único soberano a Ptolomeo XIII, desconociendo a Cleopatra VII, quien, temiendo por su vida, abandona Alejandría rumbo a Tebaida. Quizás en ese momento habría terminado su carrera política, sin embargo, a la vida de Cleopatra llegó un aliado inesperado, su nombre era Julio César.
Su ascenso al poder
En el año 48 a.e.c, Julio César llega a Alejandría buscando a Pompeyo. Ambos, antes amigos, se habían enfrentado para conseguir el poder de Roma. Julio César venció a Pompeyo en la batalla de Farsalia. Pompeyo, entonces, decidió huir rumbo a Egipto, país conocido por él durante sus compañas de reconocimiento autorizadas por el Senado romano.
Cuando Pompeyo desembarca en Alejandría, es asesinado por instrucciones de Ptolomeo XIII, alentado por los consejeros reales Potino, Teódoto de Quíos y Aquilas, quienes pensaban granjearse de esa manera el favor de Julio César. Grave error. Julio César considera el acto como una ofensa hacia Roma y declara la guerra a Ptolomeo XIII.
De acuerdo a la leyenda, Cleopatra comprende que su única esperanza para recuperar el trono es Julio César. La antigua reina carece de dinero, tropas e incluso aliados a su causa política, pero tiene ambición y determinación. Se hace enredar dentro de una alfombra y consigue entrar a la habitación de Julio César.
Desconocemos con exactitud los hechos ocurridos, pero después de su primer encuentro, Cleopatra, quien ese entonces tenía 22 años, fue reconocida por Julio César, de 52 años, como la única soberana de Egipto.
Fruto de la relación entre ambos líderes, nació Cesarión Ptolomeo XIV en el año 47 a.e.c. A pesar de las múltiples peticiones del Senado por el regreso a Roma de Julio César, él permaneció alado de Cleopatra hasta ver el poder de la reina asentado en Egipto.
En el año 46 a.e.c., de regreso en Roma, aunque ya estaba casado con Calpurnia, Julio César invitó a Cleopatra a instalarse en una casa cercana a la costa, donde el mandatario pasaba largas horas junto a la reina extranjera. Especulamos que se trataban de encuentros con fines intelectuales.
Es muy oportuno aclarar que Cleopatra consolidó su poder en Egipto en un principio gracias a la ayuda de Julio César, pero después le bastaron sus méritos. Era una hábil estratega y líder, sabía negociar con mandatarios y comerciantes extranjeros.
El suicidio de la faraón
Julio César fue asesinado en el Senado en el año 44 a.e.c, Cleopatra huye de Roma y regresa a Alejandría, donde continúa gobernando.
Mientras tanto, en Roma, Marco Antonio, antiguo militar al servicio de Julio César, y Octaviano, heredero intelectual del gobernante, persiguen a Bruto y Casio, responsables del atentado contra Julio César. Una vez finalizada la empresa, Marco Antonio es designado guardián de las provincias orientales de Roma, entre ellas, Egipto.
Aproximadamente en el año 41 a.e.c., Cleopatra y Marco Antonio, quienes ya se conocían, se vuelven amantes. Su amor, representado siglos más tarde por William Shakespeare, fue tormentoso.
Cleopatra, quien desde hacía años insistía en ser la reencarnación de Afrodita e Isis, diosa del amor en la cultura egipcia y diosa de todos los dioses en la civilización egipcia, respectivamente, pronto descubrió que su nuevo consorte era apodado “Baco” por la servidumbre, por su enorme afición a la bebida.
La última faraón de Egipto soñaba en convertir a su nación en el nuevo centro del mundo. Su objetivo era constituir a Alejandría como la nueva Roma. Era una misión política imposible, la cual le costó la vida. Después de diez años de romance con Marco Antonio, Cleopatra perdió el poder de su imperio.
Octaviano, como nuevo emperador romano, declara una guerra civil contra Cleopatra y Marco Antonio. Primero, por el control de Egipto. Segundo, como castigo a la ofensa de Marco Antonio hacia Octaviana, su legítima esposa, hermana de Octaviano, a la cual había desconocido para yacer con la descendiente de los Ptolemaicos.
Cleopatra y Marco Antonio son derrotados en la batalla de Accio en el 31 a.e.c. Marco Antonio, pensando que Cleopatra ha fallecido, elige el mismo destino. Herido por su propia espada, es llevado después hasta el lecho de la reina, donde muere en sus brazos.
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Cuando Cleopatra, comprende que será llevada como esclava a Roma, opta por el suicidio. Tenía 39 años. Esta fue la historia de la hermosa, inteligente y ambiciosa mujer que deseaba dominar el mundo desde Alejandría, pero fracaso en su cometido.