La meditación de las 7 palabras que Jesucristo pronunció en la Cruz según las escrituras, se ha convertido en una de las tradiciones más simbólicas del Viernes Santo para el catolicismo.
Suele realizarse después del mediodía, y consiste en reflexionar cada una de ellas como conmemoración de la dolorosa agonía que pasó Jesús durante su crucifixión.
Es importante cada una de estas palabras porque toman un significado y sentido en particular, mismas, que representan la culminación de toda su obra redentora; ya que, Jesús, se entrega al Padre al saber que su misión ha concluido con la plena confianza que resucitará al tercer día.
La práctica de reflexión se inició en 1660 con el sacerdote jesuita Francisco Castillo, el cual, la realizó por tres horas durante el Viernes Santo en el que hizo una comparación del sufrimiento en la Cruz con los padecimientos de los esclavos e indígenas. Desde ese entonces, se realiza esta acción que comenzó en Perú y que, posteriormente, se extendió hacía América y Europa.
Por ello, te presentamos aquí las siete frases, así como los libros, capítulos y versículos en las que aparecen dentro de la Biblia:
- “Padre: Perdónalos porque no saben lo que hacen” (Lucas 23,34).
- “Yo te aseguro: Hoy estarás conmigo en el paraíso” (Lucas 23,43).
- “He aquí a tu hijo: he aquí a tu Madre” (Juan 19, 26).
- “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? (Mateo 27, 46).
- “Tengo sed” (Juan 19, 28).
- “Todo está consumado” (Juan 19, 30).
- “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu” (Lucas 23, 46).
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