SOS. La nave celeste naufraga en el último lugar del torneo 81-82. Aunado a que a mitad de semana Gustavo Peña ha renunciado a continuar dirigiendo el plantel. La directiva, manejada por Antonio Lomas y su presidente Ignacio Rodríguez, pretendiendo obtener tiempo para contratar un técnico, comisionan en forma provisional a Catarino Tafoya, respaldado por Daniel Haro, preparador físico de las huestes jaibas, para que obtengan un resultado positivo porque “La franja”, junto a sus españoles José Martínez “Pirri” y Juan Manuel Asensi, visitan el “Tamaulipas”.
Nacido en Michoacán en 1940, Catarino Tafoya Meza se afincó en forma definitiva en el puerto cuando concluyó su carrera futbolística con El Ciudad Madero, encaminando sus pasos como trabajador petrolero. Solo que en la temporada 79-80, con la incursión de Ignacio Jáuregui como timonel celeste, recordaría la amistad que cosecharon cuando ambos jugaron para Atlas. - Cuando soy contratado por Paulino Lomas - afirma “El gallo” Jáuregui - Tafoya me visitó en los primeros entrenamientos. Lo invité a participar dentro de mi cuerpo técnico, ya que con varias décadas en el puerto interesaba que me ayudara a comprender la idiosincrasia de la gente de Tampico.
Delantero con prosapia
La contratación de Tafoya Meza como auxiliar técnico causó un magnífico ambiente dentro del cuadro celeste, porque ya se conocía que Tafoya había sido un delantero de prosapia, que le pegaba al balón de derecha e izquierda, que a pesar de no ser alto, entraba con toda la garra a la hora de cabecear, incluso capaz de lograr hazañas como la del 12 de septiembre de 1964, cuando el Ciudad Madero enfrentó a domicilio al Deportivo Torreón, a quien derrotó por goliza de 5 a 1, anotando Catarino los 5 tantos de Los Orinegros.
Suscríbete a la edición digital de El Sol de Tampico aquí
El partido de la jornada 15 arranca en su segundo tiempo. Luque toma el balón dentro del área grande para que al momento de patear al marco, el poblano Muricy Ramalho atropelladamente lo contenga. El árbitro Antonio R. Márquez sanciona penal, que el mismo Luque a los 49 minutos ejecuta poniendo adelante al cuadro de casa. En cuanto al desenvolvimiento de Tafoya como auxiliar, Jáuregui comenta: - Tocaba bien la pelota, ya que había jugado en Primera División, ayudaba a ejercitar la práctica del espacio reducido, ponía a tirar penales a varios jugadores.
➡️ También te puede interesar: Checo Pérez desea feliz navidad a sus fans con emotivo mensaje
Con el Madero invicto
5 de diciembre de 1964. Tras el silbatazo final, un grupo de jugadores del Ciudad Madero iniciaban la vuelta olímpica a la cancha del Tecnológico de Monterrey, secundados por su técnico “Chueco” Candía, su preparador físico “Diamante” Robles, y hasta el masajista “Zavalita”, también ovacionado por la porra orinegra que los coreaba ese sábado por la noche, porque Madero con el empate a 2 goles contra “Jabatos”, en la jornada 27, se despedía de la Segunda División para comenzar el siguiente torneo en la primerísima categoría. Ya en la última fecha de ese campeonato, la 30, venciendo al Deportivo Torreón en el estadio “Tampico” 2 a 0, lograrían el 26 de diciembre del 64, la hazaña histórica de coronarse con etiqueta de invicto, situación que hasta la fecha ningún club de fútbol del país ha igualado.
Mi hermano mayor me llevaba al viejo estadio “Tampico” a mirarlos jugar – recuerda Basilio Salazar-; en ese tiempo se utilizaba el 3-2-5, en ese momento había lo que se llamaban interiores, centro delantero, interior derecho, interior izquierdo, extremo derecho e izquierdo. La camada que acompañaba a Tafoya se convirtió en verdaderos ídolos. En la puerta estaba Jesús Tapia, en la defensa, Martínez, “Tacuarín” Ceballos y Narro. En media cancha“Memo” Flores, “La negra” Cortez; adelante, Jaramillo, “El Gato” Gutiérrez, Huerta, del Peral y Tafoya que fue un referente del Ciudad Madero.
Para el final del torneo 81-82, con Basilio Salazar como entrenador jaibo y Tafoya como parte del cuerpo técnico, durante un interescuadras en el “Tamaulipas” se suscitó una escaramuza cuando Rubén Romeo Corbo conducía la pelota, un novato al intentar quitársela le pegó en el tobillo, falta que no se marcó, causando enfado en Corbo, quien reclamó fuertemente a Tafoya. - Me encontraba en la tribuna observando las acciones - afirma “Bacho” Salazar - bajando para correr al “Pato” Corbo del entrenamiento porque no estaba correcto que se desquitara con mi gente. Al rato, cuando terminó el entrenamiento, después del baño Corbo me esperó para ofrecer una disculpa, reconociendo como un jugador grande que se había calentado. Respondiéndole que no existía problema, que conocía que el fútbol es caliente, pero que tenía que poner disciplina. Yo admiraba a Tafoya, sabía lo que significaba para todos nosotros.
➡️ Te recomendamos: "Seguimos aquí en la lucha": hija de Pelé comparte emotiva foto desde el hospital
Minuto 88. Tampico y Puebla se mantienen empatados a dos tantos. Luque nuevamente es derribado, ahora por Viveros, para que se decrete otro penal en zona poblana. Luque, con tiro fuerte colocado, vence el lance valiente del guardameta Moisés Camacho para que “La jaiba Brava” vuelva a la senda de la victoria, cumpliéndose el adagio de “equipo que estrena entrenador gana”. Ya en los vestidores, Tafoya humildemente al ser entrevistado por la gente de El Sol de Tampico, concedería todo el crédito: - Los jugadores hicieron lo debido, portándose a la altura, respondiendo en el momento oportuno. Los desplazamientos se ejecutaron como Gustavo Peña siempre lo quiso; los muchachos actuaron con precisión y prontitud.
Disciplina y lucha constante
“El Cholo” Simeone ha dicho: “No ganan siempre los buenos, en ocasiones ganan los que luchan hasta el final”. Precisamente eso fue lo que exigía Catarino Tafoya: “disciplina y lucha constante”, durante los 7 partidos que estuvo al frente del Tampico, pese a que solo logró 6 puntos, producto de 4 empates, 2 derrotas y 1 triunfo. Se tiene que decir que su gestión fue buena porque le soltaron una verdadera papa caliente, que solo un juego contó con el goleador estrella Jacinto Luque, los demás partidos prácticamente no tuvo centro delantero, teniendo que apoyarse en los novatos “Panchillo” Fernández y “Zurdo” Hernández, para ayudar a la delantera, además que Tampico se convirtió en un “hospitalillo”, teniendo a varios futbolistas importantes lesionados, y que renglón aparte, su medio creativo Draganic no aclimatado al intenso calor del puerto solo funcionaba cerca de 60 o 70 minutos.
Catarino Tafoya vivió una vida dedicada al fútbol, formó una dupla goleadoracon Álvaro del Peral, logrando catapultar a Los Orinegros en forma invicta al máximo circuito del fútbol nacional en el certamen 64-65. Sus goles en las puertas enemigas se continúan añorando en el antiguo estadio “Tampico”. También fue auxiliar técnico y entrenador de “La Jaiba Brava”. Falleció el 3 de noviembre del 2012.
