Tamaulipas, equipo destinado al triunfo

Para alcanzar la gloria futbolística se requiere cumplir una serie de requisitos que van desde un buen grupo de jugadores, un entrenador competente y una directiva que sabe lo que busca y aprovechar el momento preciso para dar ese salto de calidad que permita conseguir el principal objetivo de cualquier equipo: el título.

Y si este se consigue en el balompié profesional y va acompañado de un ascenso, ¡qué mejor!.

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El 20 de mayo de 2001, la Jaiba Brava del Tamaulipas doblegaba dos goles a cero a Potros Zitácuaro para dejar cifras definitivas con un global de 3-0 y así, lograba el ascenso a la Primera División “A”.

El logro era tras haber conquistado previamente el título del Torneo Invierno 2000 de la Segunda División, de la mano de un entrenador de probada experiencia y con etiqueta de campeón, José Camacho, cristalizando el sueño de la familia Hernández Zúñiga, pero sobre todo de su patriarca, el maestro Óscar Hernández Gutiérrez, destacado empresario de la educación que como pocos apostó al futbol profesional en el sur de Tamaulipas.

Con jugadores como el delantero Héctor “Yaya” Álvarez, el portero Juan José Flores, Gamaliel Durán, Osvaldo Lucas, Luis Carlos Alvarado, comandados por José Camacho, este grupo le dio a la afición porteña la satisfacción de un ascenso.

Fundado como “Águilas del Tamaulipas”, el equipo ya dirigido por José Camacho logró adjudicarse el título del Torneo de Invierno 2000 de la Segunda División, tras derrotar precisamente a Zitácuaro, lo que significó el primer paso para el ascenso.

Para el verano 2001, si bien es cierto que la ya entonces Jaiba Brava del Tamaulipas cayó en las semifinales ante Atlético Cihuatlán, el título del certamen anterior le dio la oportunidad de enfrentar a Potros Zitácuaro en la final de ascenso a la entonces Primera “A”.

En el partido de ida celebrado en Zitácuaro, la Jaiba Brava se impuso por un gol a cero a los Potros con anotación Carlos “Oso” Martínez 65´, en un duelo en el que el cuadro tamaulipeco dio cátedra de buen futbol controlando al rival.

SIN CONTEMPLACIONES

El 20 de mayo de 2001, en un estadio Tamaulipas pletórico de seguidores, la Jaiba Brava finiquitó la obra con un triunfo sin contemplaciones por dos goles a cero sobre Potros Zitácuaro -para un global de 3-0-, con anotaciones de Gamaliel Durán al minuto 60´ y Héctor Álvarez al 66´.

Por supuesto que la celebración no se hizo esperar y no era para menos. La Jaiba Brava inició el encuentro con Juan José Flores, Luis Enrique Chávez, William Arano, Efraín Cruz, Erick Soto, Gamaliel Durán, Osvaldo Lucas, Ricardo de la Garza, Héctor Ramírez, Luis Carlos Alvarado y Héctor Álvarez, quienes fueron vitoreados por una afición que reconoció la calidad y esfuerzo colectivo de un equipo formado para triunfar.

Figura indiscutible de la Jaiba Brava del Tamaulipas, sin lugar a dudas, lo fue el portero Juan José Flores cuyo recuerdo de ese día está intacto.

“Imagínate, fue hasta la fecha y será siempre un recuerdo inolvidable para toda mi vida; como lo he dicho siempre, portar la playera del Tampico-Madero, de la Jaiba Brava, es una responsabilidad bien grande, yo siempre lo viví, lo sé y tener la fortuna y la bendición de haber jugado en ese equipo, siempre estaré agradecido y más el haber logrado un objetivo que era el ascenso”.

La emoción que ese día le tocó vivir junto a sus compañeros y cuerpo técnico “a la fecha, todavía me acuerdo y se me pone la piel 'chinita'”.

Para José Camacho Serratos, estratega de la Jaiba Brava, ya con un ascenso en su haber para el Tampico-Madero en la temporada 93-94, en aquella ocasión para la Primera División, el triunfo alcanzado en el Verano 2001 fue diferente.

“Definitivamente una de las cosas mejores que me pasó en la vida es estar en Tampico y ganar dos ascensos, el último en especial con un grupo de jóvenes y era importante no fallarle a la directiva y es que definitivamente el objetivo era ser campeones, ascender, y gracias a Dios se dio”, asegura.

“Pepe Camacho para mí siempre fue y será un maestro”, señala Juan José Flores, quien asegura que “a la fecha tengo contacto con él, tengo la fortuna de seguir en el futbol profesional y bueno, él marcó una pauta en mi carrera como entrenador y como persona”.

El profe Camacho además de enseñarles cómo jugar, la técnica, la táctica en el futbol y ahí con el equipo, “nos enseñó y nos inculcó, cómo ser buenas personas, cómo llevarnos dentro y fuera de la cancha, y eso fue una clave importante para lograr el ascenso pues en ese equipo todos nos llevábamos bien, todos nos ayudábamos y eso fue en gran parte por él”.

Es de resaltar el apoyo de la directiva, encabezada por el maestro Óscar Hernández, “nos tocó un rival difícil como Zitácuaro al que había que estudiarlo muy bien, entonces con el apoyo de la directiva se hizo lo necesario para que yo pudiera seguir a este equipo, pues en el verano 2001 quedamos eliminados en semifinales, entonces me dieron todas las facilidades con el tiempo suficiente para venir y plantearles un cambio en la forma de jugar del equipo, jugarles de una forma diferente, como teníamos buenos jugadores de gran calidad, se adaptaron rápidamente y se nos dio el resultado”.

“También fue importante el torneo que quedamos campeones al derrotar a Cihuatlán, que era el favorito, un equipo respaldado por Jimmy Goldsmith, y que traía como técnico a Daniel Guzmán. Fuimos y le empatamos a Cihuatlán y le ganamos 3-2 en Tampico”, dijo.

Juan José Flores se siente contento y agradecido “con toda la gente que llenó el Tamaulipas en esa ocasión, siempre contento cada que me ha tocado ir para allá, ahora que estuvo el equipo de ascenso y que me tocaba ir con el equipo de Celaya como parte de un cuerpo técnico, para mi pisar el estadio Tamaulipas es la verdad algo diferente y a la afición de Tampico mi agradecimiento y mi admiración”.

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