"Una parte de México fue oscurecida por un eclipse solar total", título de hace 33 años de El Sol de Tampico, al registrarte uno de estos fenómenos astronómicos que al igual que el que ocurrirá el 8 de abril de este 2024, causó gran expectación, pues hace tres décadas se nombró como uno de los espectáculos celestes más vistos de la historia.
El eclipse total del 11 de julio de 1991 pudo apreciarse desde las islas Hawái, el Pacífico, México, Centroamérica, Colombia y Brasil, además fue el más prolongado desde el ocurrido sobre el desierto africano del Sahara en 1973, y el de mayor duración en los próximos 141 años, con tres horas 41 minutos, de acuerdo a los cálculos astronómicos de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio de Estados Unidos (NASA, por sus siglas en inglés).
Este gran acontecimiento estelar, registrado en las páginas de El Sol de Tampico, fue considerado por los astrofísicos como el eclipse del siglo XX, tanto por la duración que tuvo como por el número de personas que pudieron apreciarlo, difundiendo como en esta ocasión las autoridades diversas medidas preventivas para evitar afectaciones a la vista.
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También fue el primero que pasó casi en su totalidad por un observatorio astronómico, por lo que ha sido de los más estudiados en los registros que se tienen de estos fenómenos, así como de una gran singularidad al dejar por un largo tiempo oscuro el día.
Hace 30 años se dio una gran difusión al fenómeno
Fue el 10 de mayo de 1994, es decir, hace 30 años, cuando se presentó otra vez un eclipse total de sol, que se pudo apreciar en México y al tener el antecedente del gran interés que causó este tipo de fenómenos en la población las autoridades sanitarias hicieron masivamente el llamado a tomar las precauciones para evitar daños a la vista.
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El eclipse de hace tres décadas, como el ocurrido en octubre del 2023, fue anular, es decir no se cubrió la totalidad del sol, por lo que los expertos insistieron en que no se mirará directamente a menos que se tuviera una protección especial o en un reflejo dentro de una cubeta con agua, para evitar algún tipo de afectación en la vista.
En las escuelas de Tampico no hubo clases, al coincidir la fecha con la celebración del Día de las Madres, sin embargo, la recomendación más extendida fue precisamente verlo a través de una cubeta llena de agua o buscar la protección de lentes especiales, exhortando las autoridades de salud a través de una campaña en medios masivos a no verlo de manera directa.
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El eclipse total trajo agua, mientras el anular dejó sequía
Entre los datos curiosos de estos dos eclipses está que en los días previos al de julio de 1991 en la zona hubo un fenómeno de mareas que originó que el sistema lagunario del Tamesí desbordara por la Laguna del Chairel.
Mientras que en el de mayo de 1994, que fue anular, se presentó lo contrario, hubo una escasez de agua que alertó por primera vez a la zona sobre los bajos niveles que podrían registrarse en este cuerpo de agua.
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Hay que decir también que el que pudo observarse el año pasado, en octubre de 2023, fue anular como el de hace 30 años y coincidió también con la disminución más crítica que se ha tenido en el sistema lagunario del Tamesí, pues en esa temporada los niveles bajaron hasta cinco centímetros, situación que derivó en una alerta hídrica.
Además que en los dos fenómenos naturales que se presentaron en 1991 y 1994, en México hubo elecciones federales, como ocurre en este que se presentará el próximo mes de abril, que tiene las mismas condiciones que el de hace 30 años, con un proceso electoral y la disminución crítica de los niveles en el sistema lagunario.
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A partir de estos dos eclipses totales de sol, que se registraron en la década 1990, estos fenómenos naturales empezaron a tener una gran difusión, generando interés sobre su avistamiento y a pesar que se registraron antes de la llegada de internet, convocaron a una gran parte de la población, que buscó como ahora los medios para poder apreciarlos.
