Aunque la película de “Don’t look up” es una historia de ficción, siempre existe el riesgo de que un cuerpo celeste se estrelle contra nuestro planeta. Y ese peligro se presentó no hace mucho. Un gran asteroide pasó por la Tierra recientemente, y los científicos ni siquiera lo vieron venir.
POR SU DIRECCIÓN FUE DIFÍCIL DETECTARLO
Bautizado como 2021 SG, según el Centro de Planetas Menores de la Unión Astronómica Internacional, respaldado por la NASA, el asteroide tenía un diámetro de 68 metros, y una longitud de cerca de 71 metros, casi la altura del castillo de Cenicienta del parque de diversiones de Disney.
Este asteroide pasó por delante de la Tierra el pasado 16 de septiembre. Sin embargo, los científicos no lo detectaron hasta el día siguiente.
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Esto puede parecer sorprendente, dado que los astrónomos y las agencias espaciales de todo el mundo detectan con frecuencia muchos asteroides. Sin embargo, este asteroide procedía de un punto relativamente ciego: la dirección del sol.
Esto tiene una explicación. La mayoría de los asteroides registrados por agencias como la NASA llegan a la Tierra desde “el frente”, es decir, desde la dirección que mira hacia el interior del sistema solar, viniendo hacia la Tierra y el sol.
Pero hay asteroides que vienen “de atrás”, dirigiéndose a la Tierra desde la dirección del sol y hacia el exterior. Esto hace muy difícil ver estos objetos cuando se acercan a la Tierra, sobre todo porque a menudo tienden a acercarse durante el día, cuando la visibilidad es baja debido al resplandor del sol.
PUDO HABER CAUSADO UN GRAN DESASTRE
Según se reportó, el asteroide pasó a una distancia muy cercana, alrededor de la mitad de la distancia entre la Tierra y la luna. Lo más cerca que estuvo del planeta fue cuando pasó por Groenlandia y Canadá. Se trató de una distancia muy cercana, ya que la mayoría de los asteroides que pasan por el planeta lo hacen de una distancia lejana.
Con su gran tamaño y su velocidad de 85.748 km/h (unos 23,8 km. por segundo), el asteroide, de haber impactado, podría haber causado gran daño con toda seguridad.
El último impacto significativo conocido de un asteroide fue el 15 de febrero de 2013, cuando un asteroide explotó en el aire por encima de Cheliábinsk, Rusia.
Este asteroide tenía 17 metros de ancho y, aunque no causó víctimas, la onda expansiva de la explosión destrozó ventanas en seis ciudades rusas diferentes y provocó que mil 500 personas necesitaran atención médica.
La NASA no dispone actualmente de medios para detectar con precisión los asteroides más cercanos al sol.
