En nuestra cultura andar descalzo es una práctica que se deja solo para cuando estamos en casa, o para espacios específicos, como la playa. Sin embargo, la relación que otros países mantienen con el calzado es diferente. Tal es el caso de Corea, donde tienen reglas más relajadas respecto a ponerse zapatos.
UNA MUY ARRAIGADA TRADICIÓN
La mayoría de los coreanos no usa zapatos en casa, incluso las viviendas cuentan con estantes para colocar el calzado en la puerta de entrada, antes de que las visitas ingresen al interior. Mientras que en sus escuelas, los estudiantes tienen que cambiar sus zapatos por sandalias o zapatos de interior para entrar en el recinto escolar.
En ciertos restaurantes, donde hay mesas bajas y hay que sentarse en el suelo, también es habitual retirarse el calzado. De igual modo, en algunas oficinas es común que anden en sandalias.
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Este hábito tiene una larga historia, según explica Liryonni, creadora de contenido especializada en cultura coreana. Ella indica que el andar descalzos tiene su origen en que los coreanos acostumbraban a realizar sus actividades diarias en el suelo.
“Se sentaban en el suelo, comían sentados en el suelo y hasta dormían en el suelo, así que no podían ensuciar la casa con los zapatos que usaban afuera”, explica la usuaria coreana radicada en Argentina.
También existe la creencia de que al llevar zapatos dentro de una vivienda se dejan huellas de suciedad y, por lo tanto, representa una falta de respeto a los antepasados de esa casa; no solo se ofende a las personas que viven allí actualmente, sino que también a todas aquellos que habitaron allí.
DESCALZOS Y CALIENTITOS
Tal vez te estarás preguntando: ¿y cómo le hacían durante el invierno para no pasar frío si estaban descalzos? Todas las casas antiguas contaban con un sistema de calefacción muy eficiente llamado ondol, y que se empleaba desde el siglo IV, es decir, hace más de 2 mil años. Consistía en la filtración de humo y calor a través de los suelos por medio de una estufa a nivel del suelo.
El ondol les permitía mantener el piso a una temperatura agradable y permanecer descalzos durante los fríos inviernos de esa región.
En redes, usuarios han señalado que si alguna vez viajas a Corea del Sur y no sabes si al lugar al que vas debes o no andar descalzo, es muy sencillo: si a la entrada observas una repisa con muchos zapatos, no hay duda, hay que quitárselos y dejarlos allí.