“Claro, Betty, cuando uno reposa sobre 50 millones de dólares, la vida es un chiste”, la frase pronunciada en el primer capítulo de “Yo soy Betty, la fea”, por Nicolás Mora, marcaría la identidad del personaje. El mejor amigo de la protagonista fue interpretado por Mario Duarte, un rockero, quien aceptó el personaje porque “estaba mordiendo el cable”.
La frase “morder el cable” en Colombia equivale a “no tener ni un quinto” en México, las dos aducen a lo mismo: inestabilidad económica. Mario Duarte frecuentaba los bares para ver a las bandas de salsa tocar en vivo. Un día, un director de televisión a quien conocía le dijo que le podían pagar por interpretar a un personaje. Duarte aceptó.
¿Cómo se conocieron Mario Duarte y Nicolás Mora?
Nicolás Mora, al igual que Beatriz Pinzón Solano, era un joven financiero continuamente subestimado por su apariencia física. Al principio de la novela, desempleado, depende económicamente de su madre, quien maneja una panadería.
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Al pasar de los capítulos, Mora se convierte en el gerente general de Terramoda (incluso manda hacer tarjetas de presentación) y termina por consolidar a la empresa dentro del ramo de las inversiones.
En la vida real, Mario Duarte, era un joven de treinta años, rockero, quien vestía de chaqueta de cuero y botas, quien acostumbraba por las noches deambular por los bares del barrio donde vivía en Bogotá: La Macarena.
El actor cuenta en entrevista para el programa “Buen día Colombia” cómo fue contratado para participar en la historia de Fernando Gaitán: “Pepé Sánchez (actor y director) me vio y me dijo “yo creo que usted puede actuar”, le contesté “¿será?”, “es que además le van a pagar” me contestó, entonces, me interesó”.
“Yo nunca subestimaría la necesidad, es un gran motor. En la carencia uno está dispuesto a lo que sea. La inspiración nace de allí. No estaba en el plan volverme actor, no fue lo buscado, pero vi posibilidades expresivas”, expresa Duarte.
Encontrando una nueva identidad
Nicolás fue el primero en interpelar a Betty sobre sus verdaderos sentimientos hacia Armando Mendoza; aunque un gran amigo para la protagonista, Mora tenía sus particulares. Por ejemplo, le aconsejó a Betty aceptar la comisión de los proveedores de Rag Tela y era tacaño.
“Los problemas del personaje, los defectos, son las ventajas del actor, el actor tiene que encontrarlos para poder interpretarlo. [Actuar como Nicolás Mora] fue una oportunidad de romper montón de estereotipos que tenía sobre mí”, asevera Duarte.
“Tengo que darle el crédito al director de la telenovela, Mario Rivera, quien estuvo quince días conmigo trabajando en la preparación del personaje”.
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¿Se arrepiente de interpretar a Nicolás Mora?
“No, jamás”, fue la respuesta de Duarte, aunque admitió que “hubo un tiempo que me conflictuaba un poco que nadie me veía a mí, sino a Nicolás. Me preguntaba si iba a poder actuar a otros personajes, pero ahora ya estoy 100 % reconciliado con Nicolás Mora”, finalizó el actor.
Nicolás Mora de “Yo soy betty, la fea”, fue uno de los personajes más celebrados dentro de la telenovela, quizás por su reacción cuando se compró su primer celular; tal vez por cómo suspiraba por Patricia Fernández; o quizás porque quien lo interpretó, Mario Duarte, entendió su esencia: un joven que buscaba una oportunidad para demostrar lo que era capaz de lograr.
