La entrada del invierno se acerca y pronto las cocinas mexicanas se inundan de un olor característico de la Navidad, una mezcla de caña de azúcar, guayaba, manzana, canela y piloncillo. Es el famoso, ¿ponche mexicano? ... ese al que casi nadie se puede resistir en una noche fría, sin embargo, esta bebidas popular tiene su origen en el extranjero. ¿De dónde viene?
México y su poder de naturalización
De México y de los mexicanos se dicen muchas cosas, algunas más ciertas que otras. Por ejemplo, la organización internacional InterNations, una comunidad de ex patriados (personas que viven fuera de su lugar de origen), establece que México es el país más amigable con los extranjeros.
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Los encuestados por InternNations, en 2022, afirman que en México la gente es amable, accesible y cálida, por lo cual es muy fácil hacer amigos. Nuestro país tiene el poder de cobijar lo extraño y hacerlo suyo, si eso hace con las personas, por supuesto que también lo logra con la comida.
El ponche de origen indio llegó al país de manos de los españoles
El Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera del Gobierno de México expone que la bebida proviene de la India, donde era nombrada como “panch” y elaborada con agua, azúcar, hierbas, limón y ron. Después de la invasión británica al país asiático en el siglo XVI, la receta llegó a Europa y, con ello, a suelo español.
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Cuando la Conquista de América dio inició en 1492, los españoles trajeron consigo su idioma, su religión, sus costumbres y hábitos.
El 13 de agosto de 1521, tras la Caída de la gran Tenochtitlán, la corona de España tomó control sobre el territorio, por lo que 300 años después, el 27 de septiembre de 1821, los pueblos y las tierras conquistados, consiguieron su independencia.
De 1492 a 1821 ocurrieron un sin fin de eventos históricos, políticos, militares, artísticos, culturales y, por supuesto, gastronómicos. No es difícil imaginar que los habitantes de la antigua Tenochtitlan y de los demás pueblos indígenas de la nación, hayan conocido la receta del ponche y, como todo lo demás, lo transformaran con su toque personal.
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Quizás el “panch” no haya sido idea de los mexicanos, pero sin duda, el ponche que se prepara en todos los hogares de la República, al calor del fuego y se sirve humeante a los invitados, a la familia, a los amigos y a los vecinos, ese sí es mexicano.
