El invierno perdura desde el 21 de diciembre hasta el 21 de marzo. Esta temporada se caracteriza por noches de mayor duración, días más cortos y bajas temperaturas. Hay ocasiones donde las condiciones climatológicas son más adversas de lo habitual, propiciando fuertes heladas en el país. Al parecer, todo es culpa de Itztlacoliuhqui, el dios mexica del frío.
Itztlacoliuhqui, un dios controversial de identidad incierta
Los especialistas no llegan a un consenso sobre quién es Itztlacoliuhqui. De acuerdo al artículo “¿Dios del maíz o dios del hielo?”, del autor Guilhem Olivier, miembro del Instituto de Investigaciones Históricas, la personalidad del dios es polémica. Algunos lo asocian al maíz, la fertilidad y la justicia; otros lo relacionan con el frío, el pecado y el pulque.
El dios del panteón mexica es tema de controversia en el mundo de la arqueología y la mitología. Sin embargo, existe el consenso de afiliar su figura con la obsidiana, roca volcánica ligada, en el canon, a la adivinación, los sacrificios, la expiación y el inframundo. Itztlacoliuhqui significa “cuchillo curvo de obsidiana” u “obsidiana encorvada”.
Entonces, ¿es o no es el dios del frío?
Nadie lo sabe. El historiador Guilhem Olivier recopila algunas de las apariciones de este dios en la escritura prehispánica. En el códice Vaticano-Latino 3738, Itztlacoliuhqui aparece con los ojos vendados y al desnudo, como castigo a sus faltas carnales. El dios ha mantenido relaciones sexuales en un sitio prohibido y debe pagar por ello.
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Olivier también apunta que, en La leyenda de los Soles, Itztlacoliuhqui decapita a Tata y a Nene, por haber desafiado la prohibición de los dioses de encender una fogata. No obstante, en el Mito del Nacimiento del Cuarto Sol, es el dios de la obsidiana quien se opone a la voluntad del astro mayor y, por ello, termina condenado al frío del inframundo.
¿Qué dice el Gobierno de México sobre Itztlacoliuhqui?
El Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera publicó su versión de la cosmología mexicana. Acorde al portal de Gobierno, Itztlacoliuhqui solía ser un dios alegre y vital, quien encontró su ruina al oponerse a los deseos del dios Tonatiuh.
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Tonatiuh, el dios Sol, exigió a todas las divinidades que le rindieran tributo mediante un sacrificio. Itztlacoliuhqui, quizás motivado por el orgullo y su deseo de igualdad, se opuso al pedido. Su negativa escaló hasta la violencia, cuando decidió atentar contra la vida de Tonatiuh, lanzando contra este una flecha de obsidiana.
El dios Sol encolerizado optó por la venganza, tomó la flecha y se la incrustó en la cabeza a Itztlacoliuhqui, provocando una herida de muerte. Desde ese momento, Itztlacoliuhqui se convirtió en un dios frío y cruel, quien azota a la humanidad con fuertes y peligrosas heladas.
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En conclusión, no tenemos certeza de que Itztlacoliuhqui sea el dios mexica del frío, pero tampoco hay evidencia suficiente para negarle el título. De ahora en adelante, cuando el viento azote, el termómetro descienda, los vidrios se empañen y estemos titiritando, podemos decir (quizás con verdad): Todo es culpa de Itztlacoliuhqui.
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