Tan solo en una calle de un fraccionamiento de interés social en Altamira es posible encontrar de 2 a 3 viviendas en condiciones de abandono que en muchos casos son invadidas.
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"Cuando nos damos cuenta alguien entró a ocupar las casas, aunque estén feas y abandonadas la gente se mete, creemos que eso es un riesgo muy grande para quienes estamos establecidos"'', dijo Florencia del Ángel, habitante del fraccionamiento Jardines de Arboledas.
Explicó que, además de este problema también sufren por la falta de alumbrado público.
"En esas casas se refugia gente que definitivamente no es de aquí, no conocemos sus intenciones, todos pasamos por la calle, pero no hay iluminación, cualquiera nos puede salir de esas casas", declaró.
Agregó que esta situación los decepciona, ya que pagan un crédito de una propiedad que cada vez más pierde valor.
