La tragedia que representó el huracán Hilda, que azotó la región huasteca de México en septiembre de 1955 generando inundaciones que no se han vuelto a repetir, se registró en archivos de distintas y variadas formas lo que ha generado que la tragedia de hace 64 años no se olvide.

Una de ella fue en las páginas de El Sol de Tampico, donde en fotografías, crónicas, narrativas y todas las herramientas periodísticas que en ese entonces se tuvieron a la mano se plasmaron los devenires de estos hechos que se mantienen frescos.

LOS MONEROS

Antes y después que el fenómeno meteorológico pegara en la región, los moneros o caricaturistas echaron mano de su gran creatividad para poder desarrollar, con el mayor respeto posible a la tragedia, lo que estaba ocurriendo.

El material gráfico desarrollado por los artistas Alberto Isaac y Arias Bernal ocuparon destacadas páginas impares de este rotativo, estableciendo lo que iba ocurriendo esos días aciagos que la zona fue sacudida con gran fuerza.

Una de estas fue la llamada “Juego Trágico”, donde un huracán en forma de fantasma elige en que parte pegar. La denominada “Trágica Ironía” establece el clamor y muestra a un padre y su hijo rodeados de inundación y pidiendo por agua potable ya que el sistema de abasto colapsó y no era apta para beber.

“Bestias Sueltas” muestra cómo la delincuencia se apoderó de las calles ante la falta de policías y a que la mayoría de las personas tuvieron que dejar sus hogares empujados por el agua que día con día subía su nivel dejando sus pertenencias a la deriva.

Una de las más impresionantes fue “Voracidad Criminal”, de Arias Bernal, quien muestra a un damnificado en medio del agua y sobre éste un par de buitres carroñeros en espera de que fallezca para consumirlo, ante la gran cantidad de personas que murieron por la falta de ayuda.

“Si no ayuda, no estorbe” en la que hacía referencia a la obstrucción que generaba CEIMSA -Compañía Exportadora e Importadora Mexicana, S.A.-, programa de abasto popular creado por órdenes del presidente Adolfo Ruiz Cortines que en época del huracán solo generó problemas y que en 1963 dio paso a la Compañía Nacional de Subsistencias Populares, S.A. de C.V (CONASUPO).

En el caso del cartón “Los buitres de siempre” hace referencia a los comerciantes especuladores que aprovechando la tragedia elevaban los precios hasta el grado de no poder ser pagados por los damnificados, convirtiéndose en verdaderos lastres.

De esta manera los moneros tampiqueños formaron parte de una de las mayores estrategias para documentar en los estragos, desventuras y dolor que dejó no solo el impacto del Huracán Hilda, sino también las inundaciones subsecuentes.

CARTONES

1. PLEGARIA. Señor... no me des más comités, ni más discursos... Haz que alguien se acuerde que tenemos hambre

2. JUEGO TRÁGICO. De tin... Marín

3. SI NO AYUDA, NO ESTORBE

4. BESTIAS SUELTAS. Mano de hierro contra los salvajes atracadores de la sociedad

5. VORACIDAD CRIMINAL. ...Habían tardado...

6. TRÁGICA IRONÍA. ¡Agua!... ¡Agua!