El misterio de su advocación Virgen lactante de Altamira

Fundada en los albores de la conquista de Tamaulipas, el actual Templo de Santiago Apóstol en Altamira resguarda desde sus inicios a esta virgen lactante, que es una de las imágenes sacras con mayor valor artístico en la cultura católica, una representación religiosa poco común, de la cual sólo existen pocas en el mundo.

El templo fue iniciado en su primera etapa en el año de 1750 por los aldeanos que trajo José de Escandón,y Helguera a la zona que hoy se conoce como Altamira, como parte del proyecto de colonización, siendo inaugurada por el propio colonizador, quien otorgó a la comunidad un lienzo con la imagen de la Virgen de las Caldas, aunque el templo fue ofrecido a Santiago Apóstol, patrono de Escandón y Helguera para su conquista.

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Desde su inicio, el templo se ha visto envuelto en leyendas y más de 250 años de haberse establecido como parroquia, sorprende a los visitantes tanto por su sobria arquitectura, como por los tesoros que resguarda, pues la imagen de María en esta representación ha sido estudiada por expertos en antropología y teología al ser tan especial y ser diferente a la imagen que se supone representa.

Entre estas leyendas está precisamente la Virgen que ocupa el templo mayor junto a Jesús crucificado y Santiago Apóstol, que según cuenta la historia de la parroquia, apareció enterrada en el corredor central en una remodelación que se hizo durante los años de 1970 y pesar de que la representanción no corresponde a la Virgen de las Caldas, el pueblo inició una veneración que a la fecha continúa.

En la entonces Villa de Nuestra Señora de las Caldas de Altamira, Fray Joaquin María Manzano, encargado de la evangelizacion de la villa, menciona en un informe que “la patrona titular es Nuestra Señora de las Caldas que veneramos en un lienzo grande que dio el señor general don José de Escandon”.

“Se supone que al desaparecer el lienzo, la devocion popular puso una virgen de bulto, pequeña, sentada, dando pecho al niño. Comparando la imagen con otras vírgenes que se veneran en diversos pueblos de España, como en Calda de Reyes, en Portugal, Brasil, Colombia, y en Jiménez, Coahuila, pero al compararlas ninguna tiene similitud con la nuestra. Es una bellisima talla de mediana estatura, sedente en trono”.

Señala el investigador Adrián Olvera Tavera, estudioso de las tradiciones de la ciudad, quien menciona que fue alrededor de 1765, unos 15 años después del inicio de la construcción del templo cuando cambia la advocación, al darse cuenta los colonos que Escandón y Helguera pertenecía a la orden de Los Caballeros de Santiago Apóstol, quedando como patrono el seguidor de Jesús.

La polémica sobre si la representacion que se ubica en el Templo de Santiago Apóstol en Altamira es la Virgen de las Caldas o es otra, sigue, situación que ha dado más espiritualidad a la población que la ha tomado como suya, pues no se tiene el antecedente histórico al no existir ya el lienzo que trajo Escandón con la imagen y de donde supuestamente se tomó el diseño de la actual.

Más allá de todo, esta representación de María con su hijo, permanece en el imaginario espiritual de los hombres y mujeres de este pueblo, a quien la Virgen, ya los estudiosos sabrán a qué advocación mariana pertenece, los tomó en su regazo para que la adoren y veneren y ellos lo hacen sin cuestionar. Porque ¿qué es la fe sino todo aquello en lo que uno cree y ama sin preguntar ni esperar una respuesta?
La imagensorprende a quien la ve por primera vez: sobre su brazo derecho el niño es tomado en una actitud que representa uno de los gestos más humanos de una madre, con un hombro descubierto María amamanta a Jesús. Esta representación de María con su hijo permanece en el imaginario espiritual de los hombres y mujeres de este pueblo.