Como parte de su rutina de higiene y belleza, múltiples personas acostumbran usar cosméticos. Incluso hay quien siente que puede dominar el mundo cuando prueba una nueva base. No obstante, a menudo se desconocen los riesgos a la salud de no limpiar de manera adecuada las brochas de maquillaje. Te presentamos siete pasos para hacerlo.
¿Por qué es importante limpiar las brochas de maquillaje?
Acorde a la información proporcionada por Vogue, en su edición española, y el periódico “20 minutos”, entre los peligros a la salud de no limpiar las brochas de maquillaje, se encuentra el riesgo de desarrollar infecciones cutáneas como resultado de la propagación de bacterias, polvo y suciedad.
Las brochas, esponjas, e incluso pinceles, que no han sido sometidos a un proceso de higiene, pueden obstaculizar los poros de la piel, provocando brotes de acné, aparición de puntos negros y espinillas, además de inflamación e irritación cutánea.
Para los especialistas en temas de belleza, no limpiar adecuadamente los instrumentos es una contradicción, pues el objetivo de usar cosméticos es lucir mejor, pero, al emplear herramientas sucias, se estropea el “acabado” del maquillaje.
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¿Cómo limpiar los productos de belleza? Siete pasos a seguir
Antes de cundir al pánico, es bueno recordar que ciertos problemas sí tienen solución. Limpiar las brochas de maquillaje es un proceso que demora unos pocos minutos, pero que fomenta la salud de la piel y brinda un mejor aspecto a nivel estético.
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Primero, consigue los materiales, precisas de un jabón en barra dermatológicamente neutro, agua limpia y toallas de cocina.
Segundo, coloca la brocha de maquillaje en posición horizontal y vierte agua sobre ella hasta humedecerla por completo.
Tercero, coloca la brocha encima del jabón en barra, de nuevo en posición horizontal y comienza a mover en círculos hasta hacer espuma.
Cuarto, retira con suavidad la espuma de la brocha y después retira el exceso de jabón con agua. De nuevo, la brocha debe estar en posición horizontal en todo momento.
Quinto, dependiendo de la suciedad de la brocha, es decir, de la cantidad de maquillaje que esté adherido a las cerdas (naturales o artificiales), será necesario repetir varias veces el paso tercero y cuarto. El objetivo es conseguir limpiar por completo el instrumento.
Sexto, retira el exceso de humedad de la brocha al moverla en círculos, en la misma postura que en los pasos anteriores, encima de una toalla de cocina absorbente.
Séptimo, seca las brochas al aire libre en posición horizontal o tiéndelas boca abajo en un lazo.
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Se recomienda limpiar las brochas al menos una vez a la semana para evitar efectos adversos a nivel cutáneo. Ahora que eres consciente de los riesgos de no limpiar tus brochas de maquillaje y ya conoces siete pasos para hacerlo, esperemos que la salud de tu piel mejore.
