En el desamparo oficial sobreviven más de la mitad de los tripulantes y pescadores de alta mar, quienes hacen frente a la veda de camarón de casi cinco meses con el empeño de sus pocos bienes, préstamos de nómina o trabajos en barcos o empresas de sus patrones con ínfimos salarios, denunció la Federación Regional de Sociedades Cooperativas Pesqueras del Sur de Tamaulipas.

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La prohibición de pesca del crustáceo en el Golfo de México vigente desde el 1 de mayo hasta el 15 de septiembre ha afectado peor que otras veces a los más de tres mil trabajadores del mar, pues menos del cincuenta por ciento recibió el apoyo Bienpesca de 7 mil 200 pesos, los programas de empleo temporal fueron suspendidos y las oportunidades de trabajo escasean más que nunca.

Canuto González Miranda, presidente de la Federación Regional de Sociedades Cooperativas Pesqueras, afirmó que hay una gran desilusión en su gremio pues permanece olvidado por la Federación, muchos son personas de la tercera edad y ganan unos cuantos pesos realizando trabajos de reparación de redes o en limpieza y pintura de barcos en puerto.

Dijo que el estímulo otorgado por Conapesca para el sector no llegó a las auténticas familias de pescadores, sino a mecánicos, carpinteros, despicadoras o empleados de plantas procesadoras, quienes en este periodo de veda sí tienen más oportunidades laborales.

Incluso, aseguró González Miranda, que durante esta temporada dejan de tener seguridad social pues los patrones los dan de baja argumentando la veda, dejando a las familias muy vulnerables económicamente.