Tras la propagación del virus SARS-CoV-2 se ha dado paso a un alfabeto griego para nombrar a las variantes, sistema utilizado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para las nuevas mutaciones que causa el Covid-19.
Recordemos que los científicos identificaron un nuevo coronavirus en 2020, el culpable de una misteriosa serie de casos de neumonía en la región central de China. En enero de ese año, una de las primeras mutaciones apareció, DG14G, haciendo al virus más infeccioso, por lo que se propagó con rapidez y desplazó a la versión original, y a medida que trascendió dio pie a la formación de más mutaciones.
Anteriormente, la premisa entre la comunidad científica era que los coronavirus son relativamente estables y cambian más lentamente que el virus del resfriado, un rayo de luz, sin embargo, nadie contaba con su propagación desenfrenada por todo el planeta.
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Así se extendió de Wuhan, China, a un crucero de Japón, llegó a un pueblo pequeño en el norte de Italia y a una conferencia sobre biotecnología en Boston, las cifras globales se pusieron en rojo, y, a casi dos años estamos avanzando en el abecedario de nuevas variantes virales.
VARIANTES CADA VEZ MÁS INFECCIOSAS
La variante alfa ha sido de rápida propagación, luego la delta con casi 50% más de infecciosa que la anterior, después la beta evade el sistema inmunitario, la gama, lambda y la más reciente es la mu, “tenemos infecciones descontroladas en gran parte del mundo, y eso va a dar lugar a más oportunidades para que el virus evolucione”, explicó Adam Lauring, experto en virus y médico dedicado al estudio de enfermedades infecciosas en la Universidad de Míchigan.
Nuestra relación con el SARS-CoV-2 todavía es temprana, por lo que asegura que es extremadamente improbable que podamos erradicar este virus. Pero, con base en epidemias pasadas existen algunos principios básicos de biología que brindan un panorama sobre las variantes.
Expertos piensan que probablemente existen ciertos principios biológicos básicos que limiten la capacidad infecciosa de cada virus, dependiendo de sus propiedades científicas, por ejemplo; el sarampión y la influenza estacional, que se adaptan bien a los humanos no se siguen haciendo más infecciosos.
MATERIAL GENÉTICO
Los virus son máquinas de reproducción, quienes toman a nuestras células y las utilizan para hacer sus propios genomas, en la mayoría de los casos son errores y desaparece, pero en otras ocasiones encuentra una mutación que le da ventaja, y esta versión mejorada es capas de superar a la anterior, dando origen a una nueva variante.
Existen tres posibilidades preocupantes: que se haga más transmisible, que sea más hábil para evadir nuestro sistema inmunitario o que se haga más agresivo y, por ende, produzca enfermedades más graves.
Todo aquello que depende de material genético está expuesto a mutar y mutar, por tanto, el SARS-CoV-2 (virus de ARN), como los seres humanos con ADN y ARN cambiamos progresivamente.
La mutación es el cambio en una o más letras dentro de esa megapalabra y el ARN del SARS-Co-2 tiene aproximadamente unas 30 mil letras, por tanto, este proceso no es un evento inesperado, son moléculas dinámicas y lábiles que se copian frecuentemente para realizar sus funciones.
¿QUÉ SUCEDE CON LA VACUNACIÓN?
Anthony Fauci, doctor y principal asesor médico de la Casa Blanca, advirtió que se podría estar en peligro a menos que más ciudadanos se vacunen, ya que un gran grupo de personas sin vacunar da paso al virus a más oportunidades de propagarse y mutar en nuevas variantes.
Mientras tanto, Gregory Poland, doctor y científico especializado en vacunas de la Clínica Mayo, manifestó que se necesitará una nueva generación de vacunas para que bloqueen la transmisión, hasta ese momento, el mundo seguirá vulnerable a la parición de nuevas variantes.
Pero, Jesse Bloom, experto en evolución viral del Centro de Investigación del Cáncer Fred Hutchinson en Seattle, expresó que, aunque se perdieron las primeras batallas, cuando se permitió la propagación del virus con libertad, todavía se cuenta con armas poderosas.
“Las más notables son las vacunas de gran efectividad que se desarrollaron a una velocidad récord. Creo que es esperanzador el hecho de que las vacunas contra el SARS-CoV-2 en este momento sean más efectivas de lo que jamás han sido las vacunas contra el resfriado”.
Por otra parte, Jonathan Quick, experto en salud mundial de la Universidad de Duke y autor de The End of Epidemic, comentó que el futuro “depende mucho más de lo que hagan los humanos que de lo que haga el virus”.