Más de 30 familias del sur de Tamaulipas, llegan a enfrentarse a los excesivos gastos generados por contar con un hijo con el Síndrome de Asperger, en el cual se requiere la intervención directa de psicólogos como psiquiatras para poder obtener un diagnóstico oportuno, que en el mayoría de los casos puede llevar décadas.
De acuerdo a datos de la clínica mexicana de autismo se considera que el Trastorno de Espectro Autista (TEA), presenta una incidencia a nivel mundial es de 3 a 6 niños de cada mil, existiendo cuatro veces más probabilidades de aparición en los varones que en las mujeres, sin distinción de razas, nivel socioeconómico o área geográfica.
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Mientras que a nivel mundial se calcula que uno de cada 160 niños tiene un TEA, dicha estimación representa una cifra media, pues la prevalencia observada varía considerablemente entre los distintos estudios, ya que en países de ingresos bajos y medios es hasta ahora desconocida.
La integrante de la agrupación Asperger Tampico, Ana María Gojón, menciona que en el sur de Tamaulipas, se puede hablar que hay más de 30 familias con algún consanguíneo que presenta este síndrome, cifra que no refleja la estadística real derivado al desconocimiento de la enfermedad, lo cual suele retrasar el acercamiento con algún especialista de la salud.
“Debemos de tener en cuenta que el Síndrome de Asperger, forma bastante leve de autismo en la cual los pacientes no son capaces de interpretar los estados emocionales, son ajenos y hasta carecen de empatía”.
Un persona fue detectada con autismo hasta los 40 años de edad
Comentó que entre los miembros que interactúan de manera cotidiana a través del grupo de WhatsApp, se tiene conocimiento sobre el caso de un paciente que a pesar de que en su nacimiento presenta sintomatologías relacionadas a este trastorno del espectro autismo, no logró ser diagnosticado hasta cumplir la edad de 40 años.
“Estas personas son incapaces de relacionar la información facilitada por el entorno y el lenguaje corporal de las personas acerca de los estados cognitivos y emocionales de estas, por lo que son su familia quienes tienen que enfrentarse contra todo pronóstico para brindarle una mejor vida”.
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Agregó que durante todo ese tiempo, la familia acudió en repetidas ocasiones con especialistas de la salud, quienes le recomendaron realizar un estudio neurológico, en donde los rangos no mostraban señas de anomalías. Mismas que fueron detectadas tras pasar cuatro décadas por un reconocido médico del país.
