Considerado el primer barrio que tuvo Ciudad Madero mismo que fundó una mujer; Doña Cecilia Villarreal. Fue este nombre con el que designó un importante paraje de Tampico, para después convertirse en una nueva villa que llegaría a ser la cuna de la Expropiación Petrolera y uno de los puntos turísticos más importante de Tamaulipas.
Para finales del siglo XIX el paso de Doña Cecilia tenía ya un auge importante en cuanto a movimiento de personas y mercancías, por lo que se decidió que el trazo del tren llegara cerca de la Barra del puerto de Tampico, donde empezaba a poblar aún más con la llegada de miles de obreros que construían las refinerías.
En torno al ferrocarril se impulsó aún más a este sector, dotándolo de diversa infraestructura, teniendo que colocar la empresa que manejó los trenes un enorme tinaco para abastecer de agua a las locomotoras que circulaban en este punto y que eran el motor de la actividad del complejo industrial.
Encuentran vestigios del tinaco en la calle Acámbaro
Ramón Ontiveros Villegas, bisnieto de Úrsulo Sánchez Olguín, quien tuvo en posesión lo que fuera la casa de teja que doña Cecilia ocupó y quien tiene el privilegio de haber nacido en esa casa, al igual que su abuelo Seferino Ontiveros y su padre Ramón Ontiveros, mencionó que “ese tinaco fue instalado entre lo que es ahora la calle Acámbaro y el callejón hacia lo que se conoce hoy como el Paso del Zacate".
"Desde ahí a unos 50 metros llegaban las máquinas a que se les diera agua para su funcionamiento, cerca de donde una vez estuvo la casa de doña Cecilia Villarreal, que para entonces se había poblado de personas de muy diversas nacionalidades que venían a trabajar a las refinerías o en los trenes".
Ontiveros Villegas, quien ha tenido varios cargos en la Sección 6 del Sindicato de Trabajadores Ferrocarrileros de la República Mexicana (STFRM), señaló que en el 2016, cuando se hacía la pavimentación de la calle Acámbaro, se encontró la base original, hecha de piedra, de lo que fue aquel simbólico tinaco y la histórica estructura tuvo que ser rellenada para darle paso al progreso.
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La primera área de comercios de Ciudad Madero estuvo en esta colonia. Este barrio de Tampico tuvo un crecimiento tan dinámico que empezó a independizarse poco a poco del puerto, pues su economía proveniente de los trabajadores de las refinerías generaba un movimiento social muy importante, lo que dio paso a que junto con otros sectores de petroleros promovieran la separación de Tampico.
El caserío de Doña Cecilia se empezó a convertir así en la Tinaco, como referencia a la estructura que daba el agua a los trenes y precisamente serían los ferrocarrileros quienes harían suyo este sector, estableciendo su sindicato en 1947 en el corazón de esta primera colonia de lo que ya en ese momento era Ciudad Madero.
Poco a poco la Tinaco empieza a tener su propia vida social, ahí se estableció una estación de tren, un cuartel de bomberos, el cine Terrazas, su escuela y diversas pulperías alrededor de la plaza "Primero de Mayo", que además de hacer referencia al Día del Trabajo, es la fecha de fundación de la ciudad, estando entre las áreas públicas más antiguas de la urbe petrolera.
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El Dr. Chetos le dio fama, junto a otros personajes que destacaron en diversos ámbitos Hasta este barrio llegó en 1953 José Marín Estrada, mejor conocido como "Cheto, el doctor de las almas crudas", para establecer "Las Glorias de Baco", sin saber que su local sería la cantina más representativa de la región, pues con sus primeras bebidas "Naranjada" y "Yerbabuena" conquistaron a propios y extraños, convirtiéndose en un punto de atracción turística debido a la tradición que tiene en este tipo de bebidas.
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Por varios años la Tinaco fue el centro de comercio y actividad laboral de la nueva Ciudad Madero, un barrio donde crecieron importantes deportistas, líderes sindicales, funcionarios públicos, artistas y un sinfín de personajes como Manuel Martínez "El Mexicano".
Él fue el primer rey feo de los carnavales de esta urbe. Al igual que La Barra, la Tinaco fue escenario de las batallas contra la reconquista de los españoles, un punto histórico no solo para Tamaulipas, sino también para el país.
Fue aquí donde los rieles forjaron el nacimiento de una ciudad que con el paso del tiempo se convirtió en la parte donde se libró otra lucha fundamental; la de hacer del petróleo un patrimonio de México.
