En un mundo cada vez más individualizado por el excesivo uso de tecnologías absorbentes y presiones económicas así como sentimentales, hay personas que viven verdaderos infiernos mentales en soledad y a pesar de gritar por ayuda, esta no llega, tomando la fatal decisión de suicidarse.
Recientemente en Matamoros, Reynosa y El Mante personas jóvenes así como un adulto mayor, decidieron privarse de la vida sumándose una lista de ellos, de acuerdo con la Fiscalía General de Justicia.
De acuerdo con especialistas, los principales motivos que orillan al suicidio son problemas económicos, decepciones sentimentales y la soledad, problema que cada vez se acentúa más pese a estar en una época de tanta comunicación.
Tamaulipas y los intentos de suicidio
En lo que va del año, son más de 30 los suicidios registrados por las autoridades de Tamaulipas, tan solo en Tampico se han contabilizado más de treinta intentos, muchos de ellos evitados por personal de la Policía Estatal en el puente Tampico en donde se ha alcanzado a dialogar con la persona.
El primer lugar de suicidios lo ocupa Reynosa con más de 11, Ciudad Victoria con 7, el sur de la entidad son 5, Matamoros con 4 y Soto la Marina así como otras localidades con 1, la mayoría de ellos eran hombres con edades de 15 a 70 años de edad.
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Tan solo en la primera semana de agosto del presente año, diez personas lograron suicidarse sin especificar los motivos de esta decisión que también afecta a sus familiares.
En México, de acuerdo con estadísticas de la Secretaría de Salud, durante los años 2020-2021 en lo que privó el encierro debido al Covid-19 se contabilizaron 7 mil 896 suicidios, de ellos 6 mil 386 eran masculinos y mil 424 mujeres.
Aceptación social, golpe a la autoestima
El director del Centro de Integración Juvenil en Tampico, Jorge Ávalos Castelán, señaló que en el caso de los jóvenes, una gran parte de ellos “luchan” por la aceptación social en redes sociales en donde, paradójicamente, son objeto de agresiones que dañan su autoestima.
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Explicó que las adicciones se han extendido más allá de las drogas y ahora muchas personas, desde menores de edad hasta adultos, se han vuelto adictos al uso de tecnología presionados por la propia sociedad que los orilla a buscar la aceptación resultando un rechazo letal.
Recordó que, por naturaleza, el ser humano es gregario y por un mundo cada vez más integrado a través de medios de comunicación virtuales, son menos las personas que ven a familiares y amigos de manera personal, lo que aumenta el sentimiento de soledad.
Durante el encierro debido a la pandemia de Covid-19 se detonaron varios síntomas en las personas, signos que deben ser advertidos a tiempo por las personas cercanas a quienes afronten estas crisis.
Entre ellos están depresión, desesperanza, impotencia, falta de valor, tristeza, falta de interés, cambio de patrones de alimentación y de sueño, bajo rendimiento escolar o laboral, aislarse y evitar contacto con otras personas así como expresar pensamientos suicidas o relacionados con la muerte.
A estos también se les suman un sentimiento de soledad, consumo de drogas y alcohol, antecedentes familiares de depresión, suicidio, abuso, una pérdida importante, como la de una relación, un hogar, o una muerte, deshonra y problemas de salud física, entre otros.
Actualmente y en especial los jóvenes están expuestos a las redes sociales, en donde se ha desarrollado en demasía el fenómeno de la aceptación, que sería el menor de los problemas ya que la verdadera complicación es cómo manejar el rechazo mediante burlas, mala imagen e insultos de personas que jamás han conocido o visto en persona y que, sin embargo, pesan en el ánimo de las personas.
La soledad, una de las causas del suicidio
En el caso de personas mayores de 40 años influyen otros factores que van desde complicaciones económicas, laborales, relaciones personales hasta soledad acentuadas por la pérdida de un ser querido predisponiendo a tomar una decisión que le cueste la vida.
Sobre ello, Ávalos Castelán señala que quienes están en el entorno de personas que afrontan una crisis deben dar el paso más difícil en la prevención que es precisamente atender a la persona de inmediato.
“Hay signos y señales que todo el mundo debemos de reconocer sobre el comportamiento de las nuevas generaciones y su dificultad para socializar, debemos prestar atención a los jóvenes para dialogar, el decaimiento de la autoestima puede surgir en la propia casa por la indiferencia, malos tratos, en el centro laborar y escolar son otros de los escenarios en donde se puede estar en riesgo por burlas y agresiones físicas”, señala.
Ante comportamientos anormales, estas preguntas, realizadas a tiempo, sostiene Ávalos Castelán, pueden marcar la diferencia para los jóvenes y adultos al abrir una puerta para el desahogo de las emociones que los pueden estar consumiendo pero que por alguna razón no pueden expresar.
“Lo importante es romper el silencio, creo que el preguntar al notar un signo de advertencia para con nuestros familiares o amigos es un gran paso, se ha comprobado en el área de la salud que cuando hacemos la pregunta, se puede evitar la toma de decisiones erróneas al permitir a las personas descargar sus emociones por muy duras que estas sean, pero también se debe tener apertura de la contraparte para escuchar y comprender”, señaló.
