Con hasta 35 mil casos anuales de obesidad y sobrepeso, Tampico ocupa actualmente el tercer lugar en obesidad infantil en Tamaulipas, lamentablemente la estimación apunta a que el confinamiento pudo haber duplicado los indicadores previos al coronavirus –en donde de cada 10 menores 4 padecían esta compleja enfermedad, lo que se elevaría a 8–.
La Jurisdicción Sanitaria N°II de Tampico registra que en cada plantel educativo hasta el 40% del alumnado presenta desnutrición a causa de obesidad y sobrepeso, y un 5% más tiene bajo peso por desnutrición, problemáticas asociadas a la mala alimentación, lo que se agudizó en esta pandemia con los niños en casa.
Tras la reanudación de clases presenciales, se estima que se tendrá un aumento del 30% entre adolescentes y un 5% en menores de preescolar, sin embargo, la problemática es “de impacto mayúsculo” entre los que cursan primaria, en quienes se teme superar el 50% de los casos previamente registrados.
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Y es que en medio del confinamiento, la atención a menores con obesidad y sobrepeso se redujo, al punto que a la fecha son únicamente 1,500 los menores que en el sector público reciben control médico en el rango de nivel primaria, aunado a 400 infantes de entre 1 a 5 años y 230 bebés de menos de un año de edad, además de los adolescentes; esta baja incidencia se relaciona con el miedo de los padres de llevarlos a unidades de salud ante el riesgo de contagiarse del SARS CoV2.
“En la primaria es la etapa de formación, se tiene mayor índice de esta problemática, en donde entran varios factores, puede ser por enfermedad, asociado a los hábitos alimenticios, por herencia o por hábitos de los padres que también son obesos, no por genética pero sí por alimentación, hablamos que el confinamiento pudo haber generado un impacto mayúsculo (en nivel primaria)”, dijo José Luis Sánchez Sustaita, responsable jurisdiccional.
“Somos el tercer lugar de obesidad infantil en Tamaulipas, teníamos un mejor control cuando las escuelas estaban abiertas, ahorita tenemos que trabajar en tamizajes de menores en las escuelas y dar un seguimiento a los casos, una vez que se abran al cien por ciento, porque el problema es alarmante”, añadió.
El área de nutrición de esta jurisdicción ha detectado que de cada 10 menores en edad escolarizada son entre de 7 a 9 los que consumen refrescos antes de los 10 años de edad, lo que agrava la problemática, además que han registrado casos de recién nacidos a quienes se les da refresco en el biberón, cuando la leche materna es lo indicado.
Los registros añaden que de cada 4 casos de obesidad en niños de Tampico, al menos 1 se relaciona con sobrepeso adquirido por estrés emocional a causa de desintegración familiar o violencia en el seno familiar –problemáticas que se dispararon en el confinamiento–, en este tenor los casos de aumento de peso pueden dispararse aún más de lo estimado.
En dos años, sin actividades deportivas, consumiendo altos niveles de azúcares y alimentos ricos en grasas, e incorporando clases en línea y el excesivo uso de aparatos digitales, un menor de 12 años de edad pudo haber adquirido hasta 6 kilos de sobrepeso, lo que desencadenaría una nueva pandemia de menores con enfermedades crónicas degenerativas de no atenderse de manera inmediata.
Julieta Salas, responsable del programa de nutrición y lactancia materna en la jurisdicción, detalló que un menor en edad escolar puede lograr bajar el sobrepeso de esta pandemia en un periodo de seis meses con un control médico, derivado al metabolismo rápido que tienen asociado a su edad, sin embargo este control debe de convertirse en un hábito de vida, y es, en donde "flaquean las familias".
