Treinta agrupaciones de distintos credos religiosos se integraron al Frente Nacional por la Familia en Tamaulipas para iniciar acercamientos con diputados electos y exigir que la próxima Legislatura del Estado deseche cualquier iniciativa de aprobar el aborto, adopciones o matrimonios de personas del mismo sexo.
Son asociaciones católicas, evangélicas y protestantes las que han hecho frente común e impedir que la oleada de reformas para legalizar las uniones gay llegue a la entidad, aseguró José Eduardo Hernández Cabrera, presidente de ese organismo en Tampico, Madero y Altamira.
Dijo que son trece agrupaciones existentes en la zona metropolitana de Tampico, otras seis en Ciudad Victoria y once más en ciudades de la frontera, que han acordado acciones para atajar la política federal de promover la ideología de género, con reformas a la Constitución y evitar que en Tamaulipas se facilite la unión legal, la adopción entre personas de mismo sexo y la suspensión de embarazos.
Aseguró que mantendrán su postura para que no se modifiquen las actas de matrimonio actuales o haya cambios en las leyes enfocadas a fomentar la homosexualidad entre los niños o niñas, como se pretende incluso con el uniforme escolar neutro.
El dirigente del Frente Nacional por la Familia aseguró que están llamando a otros activistas para que se unan a este movimiento y presionar a la LXIV Legislatura que tomará protesta en agosto próximo para que no ceda a las presiones de diputados de Morena, promotores de esas ideologías atentatorias contra la vida y la familia tradicional.
Mencionó que en unos meses convocarán a convivencias familiares de todos los grupos o credos religiosas para dejar claro el interés de la población tamaulipeca el rechazo al aborto, al matrimonio y adopciones de personas de sexos iguales.
Serán miles de padres de familia que en este encuentro defenderán a la familia natural y el matrimonio conformado entre un hombre y una mujer, que deben seguir siendo la base de la sociedad mexicana, explicó.
En el tema del aborto, expresó, serán vigilantes que el próximo Congreso tamaulipeco no dé un sí a las suspensiones de embarazos por ningún motivo, como sucede en estados como Querétaro y Guanajuato, donde se permite la interrupción del embarazo por violación sexual o si fue provocado por un accidente o Michoacán y Yucatán, que consideran las cuestiones económicas como causa suficiente. Ni mucho menos como ocurre en la Ciudad de México, donde se practica por consideración de la madre.
Se pronunció por campañas de sexo responsable, de concienciación efectiva entre las mujeres y programas efectivos de uso de anticonceptivos entre las parejas, para impedir embarazos no deseados.