De cara a la adversidad se impone la solidaridad, tal es el caso de la organización civil Aprendiendo a VIHVIR, quienes se han agrupado para proporcionar alimentos a personas que acuden a sus servicios médicos.
Otorgan comida y bebida a pacientes diagnosticados con VIH que acuden por sus medicamentos antirretrovirales al hospital “Dr. Carlos Canseco ”, así como a quienes hemos recibido hemodiálisis o tratamiento psiquiátrico.
El apoyo que distribuye viene de amigos y familiares que se han sumado a esta causa, quienes en ocasiones tienen la posibilidad de contribuir y otras no: "Por eso seguimos invitando a las personas que tienen la posibilidad de poner un granito nos ayuden", dijo Javier Ramos Yáñez, fundador de la AC, con seis años de existencia.
Es una agrupación pequeña conformada por cinco personas que una vez al mes llegan a las siete de la mañana para comenzar a repartir desayunos como café y tortas o taquitos, unas 400 porciones, a quienes lo necesitan. Todo de manera gratuita.
“Damos un marco de apoyo informativo y emocional a las personas diagnosticas con VIH, les ayudamos a superar el duelo y vayan aprendiendo a vivir con su nueva condición” enfatizó.
Comenzaron con atenciones exclusivas a personas que asistieron a una revisión de la carga viral y niveles de CD4 por su condición de vivir con VIH, pero después se ampliaron a otros pacientes, "vienen familias completas de diversos ejidos de Aldama, Cerro Azul y Tantoyuca, recientemente con los puros pasajes y no pueden comer ”.
Pero no solo se encargan del alimento del cuerpo, sino que también alimentan el alma, con un grupo que acude a realizar actividades espirituales "las palabras esas palabras para las personas separadas que no están solos".
Sin duda una actividad que destacaría al ser un ejemplo de solidaridad, amor al prójimo y ganas de coadyuvar con nuestros similares.
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