La Amargura y la Esperanza hacen esquina en un solo lugar de Tampico, por ahí pasó todo el color del auge petrolero y como un viejo huracán, el tiempo se llevó aquel glamour y la fiesta que fueron los años de risa, licor y buenas compañías en el “barrio de la Unión”.

Suscríbete a la edición digital de El Sol de Tampico aquí

“Fue en los albores del siglo pasado cuando las “accesorias” (cuarterías) eran el preámbulo para llegar a los cabarets más famosos de México, cortesanas en lenguas de los cinco continentes invitaban a los trabajadores del petróleo a disfrutar de espectáculos en este barrio de Tampico, famoso a nivel mundial”.

Te puede interesar: [Video] Dream Torta, un clásico al paladar del puerto

Comenta el investigador Miguel Hernández Zapata, fundador del colectivo cultural “Historias del Puerto” -con un sitio en Facebook-, quien menciona que la Unión, que se fundó en lo que eran suburbios de Tampico, nació como un reflejo de crecimiento económico tan grande que tuvo el puerto en las primeras décadas de 1900.

“Como había muchas personas de todos lados del mundo y las compañías petroleras pagaban a sus funcionarios con monedas de oro, los mismos empresarios de estas industrias comenzaron el negocio de los centros nocturnos. Alcanzaron tanta fama que mujeres de Europa, Asia y África llegaron a “trabajar” a Tampico”, añade.

Fue un momento culminante, inscrito en libros de grandes escritores de diversas partes del planeta, que mostraban a Tampico como la ciudad más elegante, excéntrica y rica del mundo. Entre las calles de la Unión se forjó una leyenda e identidad de “ese puerto en las costas de México donde las calles estaban pavimentadas con monedas de oro”.

Pero las orquestas de Nueva York, Nueva Orleans o Francia e Italia, al igual que las mujeres cosmopolitas que animaron las calles y los salones de la Unión, emprendieron el viaje apenas llegó la decadencia petrolera en los últimos años de 1920; entonces el barrio comenzó su lenta agonía hacia una vida más normal, sin embargo, todavía daría dolores de cabeza a las autoridades.

“Entonces el barrio inició otra época, con nuevas personas, ya no tan glamurosos los cabarets ni sus visitantes, abundaron las cantinas y los pleitos, por lo que autoridades iniciaron un proceso de cambio que comenzó con la construcción del Centro de Salud, en lo que fue la plaza de la Unión, que se concluyó en 1957”, agrega.

Las accesorias fueron cambiando a las matronas por familias que llegaban a Tampico y se hicieron vecindades, teniendo un cierre temporal la zona roja en 1937-38 cuando fue la expropiación petrolera, los burdeles emigraron a zonas de Madero al formarse el sindicato petrolero o al triángulo a lado de los mercados donde era muy barato vivir.

Y aunque tuvo una breve resistencia en los años de 1940, la transformación siguió, y así el mejor y más excéntrico cabaret de Tampico y de muchas partes del mundo -El Tiboli-, que en su entrada tenía la cara de un demonio, terminó siendo El Sagrado Corazón de Jesús, un templo católico y la plaza donde se batían a balazos los trasnochadores en un centro de salud.

Con la inauguración de este último, afirma Miguel Hernández, llegó otra nueva vida a la Unión, que trató de cambiar su nombre al de colonia Del Pueblo, pero su historia, que es la historia de una época del desenfreno por el petróleo, queda ligada a la babel imperialista que fue Tampico y a la locura que causó en los hombres.

Ahora la colonia Del Pueblo la habita otra cultura, otra gente que pone su esfuerzo en el empeño de un Tampico que busca una nueva historia con logros para su propia generación, es parte de la zona centro de la ciudad y con un nuevo auge con la actividad comercial y ligada actualmente a la zona del paseo de la laguna El Carpintero.

Pero el barrio quedó en la estampa del más sonado himno de la ciudad: “Tampico Hermoso” y como Manuel M. Lozano, quien compuso este corrido a la Nueva York de México decimos ahora: “Adiós la aduana, con el muelle y la estación, mi vieja fuente del antiguo Tamesí, adiós la milpa de ese barrio de la Unión donde las horas me pasaba tan feliz”.

¿PORQUE SE LLAMA ASÍ?

Aunque no hay una certeza se dice que la Unión tomó el nombre como sátira del nombre de “Unión Americana” como se le decía a Estados Unidos al tener gente de muchas nacionalidades.

EN CIFRAS

• Habitan alrededor de 5,340 personas
• 1,138 habitantes por km2,
• 310 establecimientos comerciales en operación.
• 35% trabaja para la Secretaría de Salud.