Aunque el tiempo se ha encargado de modificar Ciudad Madero, el recuerdo de El Bum Bum continúa presente en algunos pobladores que en la década de los 60 y entrados los 70 disfrutaron de una bebida refrescante, pero también de la música que sonaba en la rocola de la primera refresquería de este municipio.
Era 1965 cuando justo atrás de la presidencia municipal, en la esquina de Emilio Carranza y 13 de Enero, se autorizó concesionar por 10 años el espacio para una refresquería.
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A la inauguración acudieron personalidades como el entonces alcalde Juan González Armendáriz; el padre Ignacio Rosiles y personalidades de la política quienes llegaron al punto sumamente alumbrado y diseñado por el mismísimo arquitecto Paulino Lomas.
Es precisamente este sitio el que se convertiría en el sitio que servía delicias para los jóvenes de ese entonces, quienes ahí también encontraban un lugar de descanso, convivencia y uno que otro coqueteo.
Eso lo recuerda bien Leticia del Carmen Rocha Cruz, hija de Francisco Rocha Escobedo y María del Carmen Cruz de Rocha, ambos fundadores de El Bum Bum y donde, pese a ser muy pequeña, trataba de colaborar con la familia en la atención del sitio.
“Éramos muy chicos, mis hermanos y yo de tres, cuatro y cinco años; pero mis padres nos mantenían ocupados con labores menores en la refresquería, tanto para que no nos saliéramos y pudieran tenernos vigilados mientras ellos trabajaban”.
Y no era para menos que fuera la sensación, ya que El Bum Bum era la primera refresquería de la ya urbe petrolera; si bien en Tampico ya estaba El Globito, en tierra petrolera este sitio acaparaba la atención.
“En aquel entonces estaba la gente de 15 años que habrían nacido en los 50, eran los que acudían a ese lugar, un sitio familiar, donde la juventud se concentraba, era lo único que existía en Madero en ese rubro y llamaba la atención”, dijo Leticia a EL SOL DE TAMPICO.
Abría a las nueve de la mañana, pero había que llegar temprano para instalar todo, ya que el sitio no tenía paredes y todo tenía que armarse diariamente; el cierre era hasta que la clientela lo permitía, en todo ese tiempo la música de The Beatles, The Rolling Stones y otros artistas de esa época no dejaba de sonar.
Como maestro refresquero estaba Pedro, atendiendo las mesas y la caja los dueños, mientras que de vez en vez los tres hijos que eran en ese entonces ayudaban limpiando mesas o barriendo.
Se distinguía por ofrecer aguas con fruta de temporada como piña, plátano con leche o melón preparadas por el refresquero con todo y malabares, ya que colocaba la fruta en un vaso, la machacaba con el mazacote, colocaba otro vaso encima y a modo de cubilete la batía de tres a cuatro veces, lo aventaba al aire y caía preparada, un verdadero espectáculo.
Para Luis Manuel Rocha Cruz ese fue un “boom”, haciendo honor a su nombre, “en ese tiempo que se inauguró como nueva refresquería reunió a todos los jóvenes en un ambiente 200% sano, era algo nuevo que estaba brotando en Madero”, recordó.
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El tranvía pasaba a una cuadra sobre la avenida Álvaro Obregón y en días de desfiles o algunos fines de semana incluso se hacía fila para ocupar una mesa, “mi papá tuvo esa visión y le fue muy bien”.
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Hoy en ese sitio operan oficinas municipales y por años fue el Bufete Jurídico de la UAT, nada hay ya de El Bum Bum, la primera refresquería de Ciudad Madero, solo el recuerdo de quienes bebieron sus preparados, disfrutaron de la música y de inolvidables reuniones con los amigos en esa bella época.