En el sur de Tamaulipas es usual que se coma sabroso, el menú de la zona es rico en platillos que deleitan los paladares, algunos dejan huella en generaciones y en Madero una torta de la barda creció a la par que la ciudad.
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Tortas Rivera lleva desde 1975 alimentando a los paseantes madereses con sus tortas de la barda y sus incomparables flautas. Han formado parte de las familias y el avance de la llamada urbe petrolera, ocupando un espacio en su icónico establecimiento en la zona centro de este municipio.
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Nos sentamos a conversar con Mardonio Rivera Hernández, hijo del fundador, quien nos platicó como su padre inició y erigió este exitoso negocio.
“Llegó de San Luis Potosí, se dedicaba a la pizca de algodón, llegó a Tampico a los mercados sin nada, no tenía ni para comer y una persona le ayudó, pudo empezar trabajando en un local de tacos de cecina hasta que se trasladó a Madero y empezó a vender ahí en la colonia Tinaco”, narró de manera anecdótica.
Al estar en contacto con los gustos de la gente, el fundador se inclinó en aprovechar el “boom” de las tortas de la barda y empezar a comercializarlas en Ciudad Madero, pero no sería solo su sabor lo que las colocaría como una de las favoritas de la gente.
“En esos años no había tanto transporte público y todos los petroleros hacían fila aquí frente al camellón desde las 6 a 7 de la mañana, él vio esa oportunidad y les ofreció sus tortas, era para ellos súper práctico y fácil de llevar, así nos llevó a la popularidad”, detalló.
El entrevistado explicó que a la fecha, los trabajadores de Petróleos Mexicanos (Pemex) siguen siendo clientes fieles a sus platillos y en consecuencia se han expandido en la urbe petrolera ocupando ya cuatro sucursales, de las cuales por cuestiones de pandemia solo dos se mantienen activas.
“Por el Covid-19 tuvimos que cerrar temporalmente dos sucursales, pero la matriz que es a un costado de la Cruz Roja de Ciudad Madero y la de la calle Guatemala se mantienen activas, con servicio para comer aquí, para llevar y a domicilio”.
Ser tradición en sabor durante generaciones es una gran responsabilidad y marcar la diferencia en los negocios de la comida es sin duda una tarea complicada.
El entrevistado afirmó que todo se debe a que con el pasar de los años no descuidan su calidad y buscan brindar el mejor servicio a sus comensales.
“Yo creo que crecimos con la expansión de Madero, yo lo veo de esa manera, que culturalmente estamos ligados a la ciudad y creo que nos quedamos en la historia de muchos que de estudiantes venían y ahora traen a sus hijos”, concluyó el entrevistado.
¡Ay, sabor divino que tiene Ciudad Madero en sus platillos! y Tortas Rivera tiene el sello de tradición y calidad que se ha quedado plasmado en los paladares de los maderenses.
