Como una situación de ciencia ficción, estamos viviendo una temporada decembrina en medio de semáforos rojos, amarillos y el confinamiento que aún impera en algunos estados del país y en diversas partes del mundo, debido a la pandemia por el coronavirus.

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Algunos estarán lejos de sus amigos y familiares, por enfermedad o simple precaución, otros más faltarán en la cena navideña porque partieron en medio de esta terrible situación.

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Sin embargo, la magia y la alegría que emanan durante este mes, llenan los corazones de esperanza de todos aquellos que visualizan un 2021 lleno de oportunidades y resiliencia.

Por eso acudimos a un amigo #Usual de estas fiestas para cuestionarle sobre cómo será su actuar ante el Covid-19, nos referimos a Santa Claus.

Ataviado con su típico traje rojo, su característica barba blanca, botas y cinturón a juego, así como guantes blancos, lentes de luna, careta facial y eterna amabilidad, nos recibió en su villa del Polo Norte para hablar sobre algunos inquietantes temas. Claro, antes de ingresar a este mágico lugar, se nos tomó la temperatura y nos aplicaron gel antibacterial, además de portar nuestro cubrebocas obligatorio.

Sentado en su enorme sillón rojo, nos cuenta que durante la pandemia ha tomado precauciones como cuidarse a él mismo y a sus elfos, “en cada uno de los talleres hemos reducido la cantidad de elfos y tenemos más talleres para que guarden su distancia”.

Su recorrido por el mundo será intenso, usando siempre el cubrebocas, se lavará continuamente las manos, se aplicará gel antibacterial antes de depositar los obsequios debajo de los árboles navideños y, por supuesto, su traje se someterá a una descontaminación antes y después de sus deberes.

Santa Claus sabe que estas fiestas se vivirán de forma diferente, pero está convencido que “no hay que desesperarse porque viene algo bueno para todos, yo estoy seguro de eso”. Agregando que el significado de la Navidad para él es “el amor, la unión, el compañerismo” y que el mejor regalo en esta temporada es “el cariño, el amor y primero, la salud”.

Aprovecha para recordarle a los niños y niñas que se han portado mal, que aún están a tiempo de corregir sus acciones y en general a todos los pequeñines les comenta que en ocasiones los traviesos elfos confunden los regalos, por lo que a veces llegan de colores o formas diferentes a los que pidieron en sus cartas.

En cuanto a la convivencia familiar cita que “muchas veces los familiares o los adultos que se preocupan por regalarle algo a sus familiares, mejor que le regalen cariño y amor y que les deseen mucha salud, que es lo que todo mundo necesitamos en este momento”.

Sobre esa línea, envía un mensaje a las personas que perdieron a un ser querido debido al coronavirus o a otra enfermedad, “les mando un fuerte abrazo virtual que estén unidos y les deseo lo mejor a ellos en estos tiempos complejos”.

“A todos les deseo una feliz Navidad, que la pasen muy contentos y no se les olvide dejarme mis galletas jo,jo,jo”, concluye Santa.