/ sábado 24 de junio de 2023

El abandono de viviendas crea pueblos fantasma

Es aprovechado por delincuentes, quienes las ocupan como escondites o casas de seguridad para guardar los objetos que roban

LEÓN. La inseguridad y las deudas han convertido colonias de diversas ciudades del país en pueblos fantasma. Ya sea porque los habitantes prefirieron mudarse por los altos niveles delictivos o porque sus dueños no pudieron pagar sus créditos hipotecarios, millones de casas están abandonadas.

En León, Guanajuato, hay dos colonias fantasma, Brisas del Campestre y Villas de San Juan, donde la mayoría de las casas están abandonadas, algunas de ellas quemadas, y la mayoría sin protecciones ni cableado eléctrico.

María, quien lleva siete años viviendo en la colonia Brisas del Campestre, comentó que durante este tiempo vio a muchas personas abandonar sus casas debido a que Infonavit no los ubicó en nuevas colonias.

Para muchos perder sus propiedades fue la mejor opción debido a que es una zona de alto índice delictivo, donde los homicidios están al orden del día y los elementos de seguridad temen pisar sus calles.

“Si te fijas, la mayoría de las casas están vacías, ya nadie quiere vivir aquí y sólo las usan los jóvenes que llegan con sus bandas, hay pocas familias que no tienen hogar y las habitan. Los departamentos ni regalados los quieren”, comentó.

Otro de los problemas que presentan estas colonias es la falta de servicios. Las casas en Brisas del Campestre y Villas de San Juan son departamentos construidos en tres pisos, que durante la temporada de lluvias se inundan. Además, carecen de escuelas, hospitales y demás servicios públicos suficientes para atender a la población que prefirió abandonar estas zonas.

Según el Censo de Población y Vivienda 2020, en nuestro país hay seis millones 200 mil viviendas abandonadas, cifra 24 por ciento superior a la reportada en el Censo 2010, cuando el Inegi contabilizó 4.9 millones.

En Mexicali, BC, los migrantes aprovechan las casas vacías / Yajany Jove | La voz de la frontera

En el Estado de México, los municipios de Almoloya de Juárez, Chalco, Zumpango, Tecámac y Huehuetoca muestran un alto nivel de abandono de vivienda. En estas demarcaciones se construyeron 400 mil casas de interés social en los últimos años, pero muchas fueron deshabitadas por falta de servicios y su lejanía de los centros de trabajo.

Esta situación se extiende a un estado vecino. En Hidalgo, hay alrededor de 14 mil 300 viviendas abandonadas, de las cuales una tercera parte están en los municipios de Pachuca, Mineral de la Reforma y Tizayuca, demarcaciones donde familias adquirieron una casa para tener una propiedad digna con calles pavimentadas, pero que al mudarse se encontraron con otra realidad.

Los problemas económicos también generan pueblos fantasma, como es el caso de Durango, donde colonias enteras quedan abandonadas porque sus habitantes migraron a Estados Unidos en busca de mejores oportunidades laborales.

“Nuestros paisanos se van y muchas veces ya no regresan, se olvidan que aquí tienen un patrimonio”, comentó el diputado local Carmelo Fernández.

El legislador apuntó que el Congreso local tiene que impulsar la Ley de Vivienda, la cual ayude a los mexicanos que están en Estados Unidos a mantener su vivienda activa para no ser destruida por el vandalismo o el propio gobierno, esencialmente que el ciudadano no se desarraigue de su tierra. “Hoy tenemos pueblos sin gente, tal es el caso de la colonia Oriente del municipio de Cuencamé”, comentó.

Según Héctor Segura, presidente del Colegio de Valuadores Profesionales de Tamaulipas (Covatam), el abandono de estos inmuebles muchas veces es porque se encuentran en zonas sin servicios básicos.


“Hubo algunos que se fueron a zonas que no tenían un crecimiento organizado ni transporte. Viviendas que se desentienden de los aspectos sociales como dotar al usuario la localización de su vivienda de una proximidad a la dinámica de vida, como la infraestructura social, de hospitales, escuelas y centros de trabajo”, explicó Segura.

INSEGURIDAD

El abandono de casas es aprovechado por delincuentes, quienes las ocupan ya sea como escondites o casas de seguridad para guardar los objetos que roban. Deyanira Mendoza, quien habita desde hace tres años en la colonia Rancho San Juan, en Almoloya de Juárez, explicó que hay casas que fueron invadidas por personas que presuntamente son delincuentes.

“Tiene tres años que me cambié para acá, luego de realizar algunos trámites engorrosos, todo iba más o menos bien, cuando unas personas, al parecer delincuentes, invadieron la casa que se encuentra a un lado de la mía, comenzaron a colgarse de los cables de luz de mi vivienda y a quererse robar mi señal de cable”, señaló.

La ciudad de Zacatecas es otra localidad donde ocurre algo parecido. La capital zacatecana queda desierta durante la noche, pues muchos de sus antiguos habitantes ya fallecieron o se mudaron a nuevos fraccionamientos de la periferia o del municipio de Guadalupe.

Según el diputado local, José Juan Estrada Hernández, el abandono de viviendas en el estado de Zacatecas no es exclusivo de la capital, ya que unas 30 mil personas han abandonado sus casas y pertenencias en 15 municipios de la entidad por la violencia.

Casas abandonadas en la colonia Brisas del Campestre, en León / Francisco Carmona | El Sol de León

Jalisco es una de las entidades donde el crimen organizado aprovecha los inmuebles vacíos para sus actividades.

El municipio de Tlajomulco hace unos años era la promesa del desarrollo inmobiliario en la entidad. Ahí se construyeron fraccionamientos con miles de departamentos que en pleno 2023 lucen abandonados, e incluso uno de ellos es conocido como Chernobyl mexicano por el grado de descuido que presenta.

El fraccionamiento de mil 200 departamentos quedó en obra negra e incluso es usado para grabar videos de Youtube por su parecido con la ciudad soviética donde ocurrió la catástrofe nuclear en los 80. Junto a este fraccionamiento están los de Santa Fe, Chulavista, Lomas del Mirador y Villa Fontana Aqua, lugares que son usados por los delincuentes como fosas clandestinas.

“No vimos que metieran cuerpos sin vida, pero sí que entraran con gente amarrada y en la noche se escuchaban golpes y gritos, le dijimos a la policía y Guardia Nacional, pero nadie hizo caso; luego de varios meses sacaron dos cuerpos, porque la mamá de uno de ellos se aferró y por fin los sacaron del patio de esa casa”, señaló un vecino del fraccionamiento Villa Fontana Aqua, quien por seguridad prefirió permanecer en el anonimato.

El 1 de abril de este año, los jóvenes Hugo César Garrido Valle y Javier Gutiérrez Madero, de 26 y 27 años de edad respectivamente, fueron localizados sin vida en una fosa de este fraccionamiento. Los cuerpos fueron sepultados de forma clandestina en el patio de una de las casas abandonadas.

Ese no fue el primer caso, ya que en 2018, el entonces fiscal general del estado, Raúl Sánchez Jiménez, urgió a las diversas autoridades y constructoras, incluyendo el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), a implementar una estrategia para desplazar la operación de grupos criminales que han ocupado dichos espacios, luego del hallazgo de una fosa clandestina con 21 cuerpos en una casa abandonada en el fraccionamiento Villa Fontana Aqua en ese mismo año.

En marzo de este año, la Comisión Estatal de Búsqueda de Personas del Estado de Jalisco dio a conocer que hay cinco mil 233 registros de fosas clandestinas en el país, de las cuales, hay 317 en la entidad y Tlajomulco quedó en primer lugar.

En León, Guanajuato, hay dos colonias fantasma, Brisas del Campestre y Villas de San Juan / Francisco Carmona | El Sol de León

En la Zona Metropolitana de Guadalajara hay más de 300 mil viviendas abandonadas, de acuerdo con el Instituto de Información Estadística y Geografía (IIEG).

El abandono de vivienda trae otros problemas, como ocurre en Altamira, Tamaulipas, donde vecinos de fraccionamientos con casas desocupadas reportan que se vuelven basureros, centros para que gente vaya a consumir droga y finalmente centros delictivos.

“Vemos que es un déficit para la economía de la ciudad, además de dar mala imagen, pues las casas abandonadas se usan para actividades ilícitas, generando problemas de inseguridad”, dijo Abner Castillo Reyes, presidente de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (Ampi) Reynosa.

OPCIÓN PARA MIGRANTES

Los inmuebles abandonados no siempre son ocupados por delincuentes o drogadictos, hay casos como en Mexicali, Baja California, donde los migrantes que se quedan en el camino a Estados Unidos aprovechan que nadie vive en esas casas.

De acuerdo con residentes de los fraccionamientos Los Jazmines y Villas de Alarcón, ubicados en el poniente de Mexicali, prefieren que las casas abandonadas sean ocupadas por familias de migrantes a que continúen operando como refugios de delincuentes.

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“Viene pura gente que trabaja, migrantes, gente de Centroamérica y del sur del país, se meten y arreglan las casas, lo único malo es que no pagan luz, ni agua, los bajones de luz puede hacer que se descomponen los aparatos y también el agua tirada porque abren las llaves de paso y las dejan tirando”, contó un comerciante.

“Hay personas que de veras las necesitan, también hay gente drogadicta que le prende fuego a las casas, son malandrines, el hombre que vivía ahí recolectaba basura en la casa y ya en la noche le prendía fuego”, externó Lourdes Díaz, residente del fraccionamiento Villas de Alarcón en Mexicali.

Con información de Juan Pablo Toledo /El Occidental, Alejandro Domínguez /La Voz de la Frontera y Juan Pablo Hernández /El Sol de Durango

LEÓN. La inseguridad y las deudas han convertido colonias de diversas ciudades del país en pueblos fantasma. Ya sea porque los habitantes prefirieron mudarse por los altos niveles delictivos o porque sus dueños no pudieron pagar sus créditos hipotecarios, millones de casas están abandonadas.

En León, Guanajuato, hay dos colonias fantasma, Brisas del Campestre y Villas de San Juan, donde la mayoría de las casas están abandonadas, algunas de ellas quemadas, y la mayoría sin protecciones ni cableado eléctrico.

María, quien lleva siete años viviendo en la colonia Brisas del Campestre, comentó que durante este tiempo vio a muchas personas abandonar sus casas debido a que Infonavit no los ubicó en nuevas colonias.

Para muchos perder sus propiedades fue la mejor opción debido a que es una zona de alto índice delictivo, donde los homicidios están al orden del día y los elementos de seguridad temen pisar sus calles.

“Si te fijas, la mayoría de las casas están vacías, ya nadie quiere vivir aquí y sólo las usan los jóvenes que llegan con sus bandas, hay pocas familias que no tienen hogar y las habitan. Los departamentos ni regalados los quieren”, comentó.

Otro de los problemas que presentan estas colonias es la falta de servicios. Las casas en Brisas del Campestre y Villas de San Juan son departamentos construidos en tres pisos, que durante la temporada de lluvias se inundan. Además, carecen de escuelas, hospitales y demás servicios públicos suficientes para atender a la población que prefirió abandonar estas zonas.

Según el Censo de Población y Vivienda 2020, en nuestro país hay seis millones 200 mil viviendas abandonadas, cifra 24 por ciento superior a la reportada en el Censo 2010, cuando el Inegi contabilizó 4.9 millones.

En Mexicali, BC, los migrantes aprovechan las casas vacías / Yajany Jove | La voz de la frontera

En el Estado de México, los municipios de Almoloya de Juárez, Chalco, Zumpango, Tecámac y Huehuetoca muestran un alto nivel de abandono de vivienda. En estas demarcaciones se construyeron 400 mil casas de interés social en los últimos años, pero muchas fueron deshabitadas por falta de servicios y su lejanía de los centros de trabajo.

Esta situación se extiende a un estado vecino. En Hidalgo, hay alrededor de 14 mil 300 viviendas abandonadas, de las cuales una tercera parte están en los municipios de Pachuca, Mineral de la Reforma y Tizayuca, demarcaciones donde familias adquirieron una casa para tener una propiedad digna con calles pavimentadas, pero que al mudarse se encontraron con otra realidad.

Los problemas económicos también generan pueblos fantasma, como es el caso de Durango, donde colonias enteras quedan abandonadas porque sus habitantes migraron a Estados Unidos en busca de mejores oportunidades laborales.

“Nuestros paisanos se van y muchas veces ya no regresan, se olvidan que aquí tienen un patrimonio”, comentó el diputado local Carmelo Fernández.

El legislador apuntó que el Congreso local tiene que impulsar la Ley de Vivienda, la cual ayude a los mexicanos que están en Estados Unidos a mantener su vivienda activa para no ser destruida por el vandalismo o el propio gobierno, esencialmente que el ciudadano no se desarraigue de su tierra. “Hoy tenemos pueblos sin gente, tal es el caso de la colonia Oriente del municipio de Cuencamé”, comentó.

Según Héctor Segura, presidente del Colegio de Valuadores Profesionales de Tamaulipas (Covatam), el abandono de estos inmuebles muchas veces es porque se encuentran en zonas sin servicios básicos.


“Hubo algunos que se fueron a zonas que no tenían un crecimiento organizado ni transporte. Viviendas que se desentienden de los aspectos sociales como dotar al usuario la localización de su vivienda de una proximidad a la dinámica de vida, como la infraestructura social, de hospitales, escuelas y centros de trabajo”, explicó Segura.

INSEGURIDAD

El abandono de casas es aprovechado por delincuentes, quienes las ocupan ya sea como escondites o casas de seguridad para guardar los objetos que roban. Deyanira Mendoza, quien habita desde hace tres años en la colonia Rancho San Juan, en Almoloya de Juárez, explicó que hay casas que fueron invadidas por personas que presuntamente son delincuentes.

“Tiene tres años que me cambié para acá, luego de realizar algunos trámites engorrosos, todo iba más o menos bien, cuando unas personas, al parecer delincuentes, invadieron la casa que se encuentra a un lado de la mía, comenzaron a colgarse de los cables de luz de mi vivienda y a quererse robar mi señal de cable”, señaló.

La ciudad de Zacatecas es otra localidad donde ocurre algo parecido. La capital zacatecana queda desierta durante la noche, pues muchos de sus antiguos habitantes ya fallecieron o se mudaron a nuevos fraccionamientos de la periferia o del municipio de Guadalupe.

Según el diputado local, José Juan Estrada Hernández, el abandono de viviendas en el estado de Zacatecas no es exclusivo de la capital, ya que unas 30 mil personas han abandonado sus casas y pertenencias en 15 municipios de la entidad por la violencia.

Casas abandonadas en la colonia Brisas del Campestre, en León / Francisco Carmona | El Sol de León

Jalisco es una de las entidades donde el crimen organizado aprovecha los inmuebles vacíos para sus actividades.

El municipio de Tlajomulco hace unos años era la promesa del desarrollo inmobiliario en la entidad. Ahí se construyeron fraccionamientos con miles de departamentos que en pleno 2023 lucen abandonados, e incluso uno de ellos es conocido como Chernobyl mexicano por el grado de descuido que presenta.

El fraccionamiento de mil 200 departamentos quedó en obra negra e incluso es usado para grabar videos de Youtube por su parecido con la ciudad soviética donde ocurrió la catástrofe nuclear en los 80. Junto a este fraccionamiento están los de Santa Fe, Chulavista, Lomas del Mirador y Villa Fontana Aqua, lugares que son usados por los delincuentes como fosas clandestinas.

“No vimos que metieran cuerpos sin vida, pero sí que entraran con gente amarrada y en la noche se escuchaban golpes y gritos, le dijimos a la policía y Guardia Nacional, pero nadie hizo caso; luego de varios meses sacaron dos cuerpos, porque la mamá de uno de ellos se aferró y por fin los sacaron del patio de esa casa”, señaló un vecino del fraccionamiento Villa Fontana Aqua, quien por seguridad prefirió permanecer en el anonimato.

El 1 de abril de este año, los jóvenes Hugo César Garrido Valle y Javier Gutiérrez Madero, de 26 y 27 años de edad respectivamente, fueron localizados sin vida en una fosa de este fraccionamiento. Los cuerpos fueron sepultados de forma clandestina en el patio de una de las casas abandonadas.

Ese no fue el primer caso, ya que en 2018, el entonces fiscal general del estado, Raúl Sánchez Jiménez, urgió a las diversas autoridades y constructoras, incluyendo el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), a implementar una estrategia para desplazar la operación de grupos criminales que han ocupado dichos espacios, luego del hallazgo de una fosa clandestina con 21 cuerpos en una casa abandonada en el fraccionamiento Villa Fontana Aqua en ese mismo año.

En marzo de este año, la Comisión Estatal de Búsqueda de Personas del Estado de Jalisco dio a conocer que hay cinco mil 233 registros de fosas clandestinas en el país, de las cuales, hay 317 en la entidad y Tlajomulco quedó en primer lugar.

En León, Guanajuato, hay dos colonias fantasma, Brisas del Campestre y Villas de San Juan / Francisco Carmona | El Sol de León

En la Zona Metropolitana de Guadalajara hay más de 300 mil viviendas abandonadas, de acuerdo con el Instituto de Información Estadística y Geografía (IIEG).

El abandono de vivienda trae otros problemas, como ocurre en Altamira, Tamaulipas, donde vecinos de fraccionamientos con casas desocupadas reportan que se vuelven basureros, centros para que gente vaya a consumir droga y finalmente centros delictivos.

“Vemos que es un déficit para la economía de la ciudad, además de dar mala imagen, pues las casas abandonadas se usan para actividades ilícitas, generando problemas de inseguridad”, dijo Abner Castillo Reyes, presidente de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (Ampi) Reynosa.

OPCIÓN PARA MIGRANTES

Los inmuebles abandonados no siempre son ocupados por delincuentes o drogadictos, hay casos como en Mexicali, Baja California, donde los migrantes que se quedan en el camino a Estados Unidos aprovechan que nadie vive en esas casas.

De acuerdo con residentes de los fraccionamientos Los Jazmines y Villas de Alarcón, ubicados en el poniente de Mexicali, prefieren que las casas abandonadas sean ocupadas por familias de migrantes a que continúen operando como refugios de delincuentes.

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“Viene pura gente que trabaja, migrantes, gente de Centroamérica y del sur del país, se meten y arreglan las casas, lo único malo es que no pagan luz, ni agua, los bajones de luz puede hacer que se descomponen los aparatos y también el agua tirada porque abren las llaves de paso y las dejan tirando”, contó un comerciante.

“Hay personas que de veras las necesitan, también hay gente drogadicta que le prende fuego a las casas, son malandrines, el hombre que vivía ahí recolectaba basura en la casa y ya en la noche le prendía fuego”, externó Lourdes Díaz, residente del fraccionamiento Villas de Alarcón en Mexicali.

Con información de Juan Pablo Toledo /El Occidental, Alejandro Domínguez /La Voz de la Frontera y Juan Pablo Hernández /El Sol de Durango

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