El pasado fin de semana, "Todos por Tamaulipas" se convirtió en una marca cuyo emblema es el secretario general de Gobierno, CÉSAR VERÁSTEGUI OSTOS, quien gradualmente se coloca como uno de los principales prospectos para ser el candidato del Partido Acción Nacional (PAN) a la gubernatura del estado. Al menos, así lo indican las escenas vistas.
Miles de personas provenientes de todos los puntos de la geografía tamaulipeca se reunieron en el Polyforum de Ciudad Victoria para arropar al ex alcalde de Xicoténcatl en una concentración que, sin duda alguna, es un reto para los demás aspirantes a la estafeta blanquiazul.
Lo mismo se vio a panistas, priistas y perredistas que en un coro de voces aclamaron al responsable de la política interior de la entidad, señalándolo como un elemento articulador de las aspiraciones populares.
Aunque el PAN, como partido se deslindó del evento, queda claro que su estructura ya está puesta al servicio de “El Truco” y que hay todo un esquema de apoyo para sacar adelante el proyecto con el visto bueno de quien ocupa el despacho principal del Palacio de gobierno, quien desde hace meses envió un mensaje claro sobre qué nombre “sonaría y fuerte”.
Pero también que claro que hay un sector dentro del PRI que apuesta a una coalición, contrariando a su dirigente estatal, EDGAR MELHEM, que, al menos de labios para afuera, se opone a tal eventualidad. Y otra cosa queda demostrada, que el PRD se va con quien ofrezca más, no al partido sino a algunos de sus miembros que desean seguir pegados a la ubre presupuestal, como el exalcalde maderense, JORGE SOSA POHL.
Y mientras eso sucedía, el presidente municipal de Tampico, JESÚS NADER NASRALAH, calificado como el mejor jefe edilicio en el país, y también prospecto para la candidatura del PAN, visitaba la fronteriza ciudad de Reynosa, donde se reunió con empresarios y grupos de la sociedad civil, antes quienes expuso los avances que su administración ha tenido para hacer de su municipio uno de los más progresistas y seguros a nivel nacional.
Los tiempos electorales parecen haberse adelantado. Aunque técnicamente no se ha iniciado el período de precampañas, y mucho menos de campañas, es inocultable que las fuerzas internas de los partidos han entrado en un amplio debate para determinar quiénes serán sus abanderados en la lucha por la gubernatura del estado. En el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) la situación no es distinta.
Quienes aspiran a ser el abanderado del partido guinda continúan con su activismo, aunque para la mayoría de los observadores solo quedan dos finalistas, el senador AMÉRICO VILLARREAL ANAYA y el delegado federal de Bienestar Social, RODOLFO GONZÁLEZ VALDERRAMA.
Sus promociones personales en los medios de comunicación masiva son cosa de todos los días y bajo los más variados temas. Cierto que, de acuerdo a la mayoría de las encuestas, MORENA ganaría la gubernatura de Tamaulipas fuera quien fuera su candidato. Pero eso tiene sus asegunes.
El PRI fue la fuerza omnipotente en nuestro estado durante décadas. Cuando BALTAZAR HINOJOSA OCHOA fue postulado como el candidato tricolor a la gubernatura, todos pensaron que su triunfo sería un mero trámite. Pero se confió, se creyó indestructible y despreció a amplios segmentos del partido creando resentimientos insalvables. Y perdió ante el candidato panista FRANCISCO GARCÍA CABEZA DE VACA, que supo asimilar a las fuerzas despreciadas. Hasta el entonces gobernador priista, EGIDIO TORRE CANTÚ, dijo que la derrota de su partido se debió a que desde la Ciudad de México, enviaron “un bulto”.
Eso podría pasarle a MORENA. Los tiempos políticos en Tamaulipas son convulsos y los tambores de guerra suenan con toda intensidad. Un candidato timorato, por mucho que se cuelgue de la fama de ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR pero que resulte “un bulto” podría salir con cuentas mochas.
Y allí es donde muchos encuentran la rendija por la que se podría colar la exalcaldesa de ciudad de Reynosa, MAKI ORTIZ, una auténtica contestataria de “Los Vientos de Cambio”, que pese a ser objeto de muchas truculencias tendientes a descarrilarla, incluso por la vía judicial, logró que su hijo la sucediera en la presidencia municipal y ganó en la mismísima tierra del actual gobernador, que no la puede ver ni en pintura.
“El Truco” es un fajador y, como dicen, no hay mejor cuña que la del mismo palo. El discurso de MAKI sería descalificador de la actual administración estatal y se lanzaría con todo contra el panismo que hoy gobierna la entidad, que la victimizó y la expulsó por no ajustarse a sus intereses en una irreconciliable relación, con el valor agregado de ser mujer. Ya no son los tiempos en que una amistad o cercanía con el Presidente de la República son garantes de una candidatura. En el tablero deben colocarse las fichas más competitivas y rentables en términos electorales.
Y eso seguramente lo sabe Andrés Manuel López Obrador, quien en las pasadas elecciones logró que su partido ganara la mayor parte de las gubernaturas que estaban en juego. ¿Se imaginan ustedes una competencia entre CÉSAR VERÁSTEGUI y MAKI ORTIZ? De esa contienda saldrían chispas. Habrá que estar pendientes. Tamaulipas ya está en semáforo verde ante la pandemia del coronavirus. Pero queda a discreción de cada quién creer que todo ha vuelto a la normalidad.
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