/ viernes 9 de agosto de 2019

Con café y a media luz | Al amigo que se va

Lo conocí hace aproximadamente tres años y medio, gracias a la intervención de mi gentil amigo Juan Francisco Ortega. Él lo llevó hasta mi oficina en una ocasión en que organizábamos un evento empresarial que vincularía a una universidad de nuestra zona con los protagonistas del sector productivo y así, fortalecer los lazos que ya existían entre ambas partes.

José Luis Purata Delgado llegó con la actitud humana que siempre lo caracterizó. Desde que se sentó frente a mí, noté en sus ojos una nobleza profunda y una dedicación por servir a los demás a través de sus negocios, hecho que constaté cabalmente con el paso del tiempo.

El empresario me habló, en ese entonces de la visión de integrar a las escuelas de educación superior de la zona con el mundo de los negocios a través del egreso de capital humano altamente calificado y capacitado en satisfacer las necesidades de los medianos empresarios de cara a la globalización y expansión del sector energético que se estaría viviendo en nuestro estado gracias a la llegada de empresas trasnacionales.

En ese momento, Purata Delgado, aun presidía la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación en la zona sur de Tamaulipas, por lo que a mitad de la reunión alzó su voz y, convencido, solicitó que abrieran vacantes en bien de la juventud a punto de egresar.

Fue tal el poder de convocatoria, que las autoridades del plantel le pidieron, por conducto de este servidor, presidir el consejo de vinculación y gestión tecnológica. Debo decirle que en un primer instante pensé que rechazaría la oferta pues se apreciaba sumamente ocupado atendiendo otros asuntos de relevancia económica, sin embargo, después de escuchar atentamente mi solicitud, el hombre me miró, me sonrió y me dijo “¡Claro, para eso somos amigos!”

A partir de entonces las reuniones fueron más constantes y le exhortó en repetidas ocasiones a la escuela en cuestión a tener una visión internacional. Por esa razón me presentó a otro buen amigo que, curiosamente, este servidor ya había conocido años atrás cuando coincidimos en Ciudad Valles, San Luis Potosí, él como funcionario público y yo, como representante de una televisora de nivel nacional, me refiero al Lic. Porfirio Ramos.

Hicimos planes, desarrollamos ideas, pensamos en una estructura para la atención de carácter internacional y vimos que se acoplaba con la perspectiva innovadora de la educación a nivel superior del sistema más grande de América Latina. Y se decidió hacer partícipe a la sociedad y a las demás escuelas de la zona. José Luis Purata y el recientemente formado Cluster “Cepegas Sur” convocaron a un ciclo de conferencias en torno a ello en la Casa de la Cultura de Tampico. Fue una de las más gratas experiencias que he tenido en la vida.

Cuando todo marchaba “viento en popa”, lamentablemente el cambio en la política detuvo todo y la parte de la estrategia educativa tuvo que ponerse en el “baúl de los recuerdos” ya que una nueva visión llegó de la mano del gobierno que actualmente administra la nación.

En el transcurso de estos últimos años José Luis Purata Delgado, me comentó, como a muchas otras personas, su preocupación por la situación que prevalecía en el campo mexicano, particularmente en su tierra, Ozuluama. Y es que las lluvias, la carente capacitación y otros factores, han mantenido a raya a los productores agropecuarios.

Por tal motivo y, en cuanto se pudo, iniciamos de manera conjunta un programa de visitas a la comunidad de la que él había salido para llevar charlas por parte de expertos en materia de nutrición bovina, uso eficiente del agua, mejoramiento de suelos, lombricompostaje, técnicas agrosilvopastoriles y más.

Con la participación de un representante del Instituto de Ciencia Animal de Mayabeque, Cuba y un profesor del Instituto Tecnológico de Altamira se logró llevar información teórico y técnica a ese lugar, gesta que se continúa actualmente gracias al apoyo de la administración municipal actual del vecino municipio veracruzano.

La última anécdota que tengo con él, durante los años que me privilegió con su amistad, es que días antes de su partida y siendo yo ignorante de su padecimiento, me habló a mi teléfono personal y, postrado en cama, se ofreció a ayudar a un muchacho para el que yo había pedido apoyo en un medio público. Sus últimas palabras en esa llamada fueron: “Me lo mandas. Voy a salir de esta. Aún hay mucho trabajo por hacer”.

Descansa en paz. Querido amigo José Luis Purata Delgado.

¡Hasta la próxima!

Escríbame a:

licajimenezmcc@hotmail.com

Y recuerde, para mañana ¡Despierte, no se duerma que será un gran día!

Lo conocí hace aproximadamente tres años y medio, gracias a la intervención de mi gentil amigo Juan Francisco Ortega. Él lo llevó hasta mi oficina en una ocasión en que organizábamos un evento empresarial que vincularía a una universidad de nuestra zona con los protagonistas del sector productivo y así, fortalecer los lazos que ya existían entre ambas partes.

José Luis Purata Delgado llegó con la actitud humana que siempre lo caracterizó. Desde que se sentó frente a mí, noté en sus ojos una nobleza profunda y una dedicación por servir a los demás a través de sus negocios, hecho que constaté cabalmente con el paso del tiempo.

El empresario me habló, en ese entonces de la visión de integrar a las escuelas de educación superior de la zona con el mundo de los negocios a través del egreso de capital humano altamente calificado y capacitado en satisfacer las necesidades de los medianos empresarios de cara a la globalización y expansión del sector energético que se estaría viviendo en nuestro estado gracias a la llegada de empresas trasnacionales.

En ese momento, Purata Delgado, aun presidía la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación en la zona sur de Tamaulipas, por lo que a mitad de la reunión alzó su voz y, convencido, solicitó que abrieran vacantes en bien de la juventud a punto de egresar.

Fue tal el poder de convocatoria, que las autoridades del plantel le pidieron, por conducto de este servidor, presidir el consejo de vinculación y gestión tecnológica. Debo decirle que en un primer instante pensé que rechazaría la oferta pues se apreciaba sumamente ocupado atendiendo otros asuntos de relevancia económica, sin embargo, después de escuchar atentamente mi solicitud, el hombre me miró, me sonrió y me dijo “¡Claro, para eso somos amigos!”

A partir de entonces las reuniones fueron más constantes y le exhortó en repetidas ocasiones a la escuela en cuestión a tener una visión internacional. Por esa razón me presentó a otro buen amigo que, curiosamente, este servidor ya había conocido años atrás cuando coincidimos en Ciudad Valles, San Luis Potosí, él como funcionario público y yo, como representante de una televisora de nivel nacional, me refiero al Lic. Porfirio Ramos.

Hicimos planes, desarrollamos ideas, pensamos en una estructura para la atención de carácter internacional y vimos que se acoplaba con la perspectiva innovadora de la educación a nivel superior del sistema más grande de América Latina. Y se decidió hacer partícipe a la sociedad y a las demás escuelas de la zona. José Luis Purata y el recientemente formado Cluster “Cepegas Sur” convocaron a un ciclo de conferencias en torno a ello en la Casa de la Cultura de Tampico. Fue una de las más gratas experiencias que he tenido en la vida.

Cuando todo marchaba “viento en popa”, lamentablemente el cambio en la política detuvo todo y la parte de la estrategia educativa tuvo que ponerse en el “baúl de los recuerdos” ya que una nueva visión llegó de la mano del gobierno que actualmente administra la nación.

En el transcurso de estos últimos años José Luis Purata Delgado, me comentó, como a muchas otras personas, su preocupación por la situación que prevalecía en el campo mexicano, particularmente en su tierra, Ozuluama. Y es que las lluvias, la carente capacitación y otros factores, han mantenido a raya a los productores agropecuarios.

Por tal motivo y, en cuanto se pudo, iniciamos de manera conjunta un programa de visitas a la comunidad de la que él había salido para llevar charlas por parte de expertos en materia de nutrición bovina, uso eficiente del agua, mejoramiento de suelos, lombricompostaje, técnicas agrosilvopastoriles y más.

Con la participación de un representante del Instituto de Ciencia Animal de Mayabeque, Cuba y un profesor del Instituto Tecnológico de Altamira se logró llevar información teórico y técnica a ese lugar, gesta que se continúa actualmente gracias al apoyo de la administración municipal actual del vecino municipio veracruzano.

La última anécdota que tengo con él, durante los años que me privilegió con su amistad, es que días antes de su partida y siendo yo ignorante de su padecimiento, me habló a mi teléfono personal y, postrado en cama, se ofreció a ayudar a un muchacho para el que yo había pedido apoyo en un medio público. Sus últimas palabras en esa llamada fueron: “Me lo mandas. Voy a salir de esta. Aún hay mucho trabajo por hacer”.

Descansa en paz. Querido amigo José Luis Purata Delgado.

¡Hasta la próxima!

Escríbame a:

licajimenezmcc@hotmail.com

Y recuerde, para mañana ¡Despierte, no se duerma que será un gran día!