En Tamaulipas, el PRI dejó de ser hegemónico y terminó ante tal descrédito y desconfianza de la gente como un partido en peligro de perder su registro electoral; hay razones de ello, al perder la gubernatura en el año 2016, este instituto se desmembró, su clase política se alejó y ante tal vulnerabilidad un grupo de priistas vio la posibilidad de apoderarse del control del partido.
Con tres elecciones al hilo perdidas y con una fuga de miles de militantes, el PRI aún no tocaba fondo, pero abonaron para seguir en pique; en la ambición del poder para solo unos cuantos, a principios del año pasado en lo oscurito quienes tenían acceso al listado del Consejo Político Estatal, decidieron eliminar a los consejeros históricos que no simpatizaban con el nuevo circulo priista y enlistaron a los nuevos integrantes a modo, tomaron protesta como nuevos Consejeros los asistentes, compadres, choferes, familiares e incondicionales al grupo de Edgar Melhem Salinas, con la intención de agandallar el partido en las decisiones donde se requiere el voto de los miembros del consejo político; y vaya que sirvió la rasurada al listado, en los siguientes meses, al darse a conocer el método de elección de cambio de dirigencia, el grupo de “los amigos de Melhem” presionaron al nuevo dirigente nacional Alejandro Moreno Cárdenas, Alito, para que no se lleven a cabo las elecciones abiertas y que al viejo estilo del dedazo se eligiera a la fórmula encabezada por el oriundo de Río Bravo, Melhem Salinas, para quitarle toda aspiración de buscar la dirigencia estatal a Tomás Gloria Requena.
Una vez que tomó protesta en diciembre de 2019 la nueva dirigencia, se consumó el secuestro del PRI en Tamaulipas, eliminando tanto del CDE, de los comités municipales como de los sectores adheridos al PRI a integrantes que no congraciaban con la nueva clase política en el poder tricolor, todo con la anuencia del delegado del CEN, José Luis Garza Ochoa, quien a falta de oficio político hace las funciones de abogar por las causas de la dirigencia en la entidad en vez de hacer respetar los intereses del Comité Nacional.
Pero, ¿cuáles son los motivos de este grupo que tiene secuestrado al PRI en Tamaulipas? Le pregunté a dos expresidentes de ese partido y coinciden en su respuesta, que la intención de la actual dirigencia partidista es beneficiarse con las pocas prerrogativas que aún le llegan por parte del INE. “Un ejemplo del negocio está en los cursos de capacitación para hacer uso del 5% de los recursos públicos, contratan a instructores que son sus empleados, sin experiencia, y en contubernio repartirse lo obtenido, y qué decir de los moches que exigen a los pocos proveedores que tienen, la nómina fantasma en el CDE, en viaticar y hacer turismo con cargo al poco dinero de su tesorería, ya en tiempo electoral lo que seguirá será vender candidaturas a los ilusos aspirantes”. Así de enfático lo expuso el exdirigente que no aprueba cómo la mesa directiva estatal se apropió del partido donde ha militado por más de 30 años.
Otra situación sucedió en días pasados, el Organismo Nacional de Mujeres Priistas que dirige la tamaulipeca Montserrat Arcos Velázquez destituyó abruptamente a Copitzi Hernández García, la líder en la entidad, el motivo era simple, no se puede permitir que el ONMPRI Tamaulipas esté subordinado a las órdenes de Melhem Salinas, quien manipulaba a su antojo las decisiones que le corresponden al sector femenil; al hacerse público la destitución de Copitzi, en bloque el dirigente estatal del PRI y sus aliados descalificaron en redes sociales el cambio repentino e hicieron víctima de tal decisión a la depuesta dirigente de las mujeres, reprochando a Montserrat Arcos su falta de tacto. Pero como si los problemas no le bastaran, ahora la intención de la cúpula de ese partido estatal es tratar de eliminar al presidente en la entidad del Instituto Reyes Heroles, Emilio Grimaldo, para instalar ahí a la exONMPRI Hernández García y, por consecuencia, abrir un frente más ahora entre el CDE y los Reyesherolistas.
El jueves de esta misma semana, otro problema más se presentó en el PRI de Tamaulipas, el exalcalde de San Fernando y dirigente de la central de la Confederación Nacional Campesina, Tomás Gloria Requena, anunció su renuncia después de 28 años de militante, el motivo principal fue porque vivió en carne propia el secuestro del PRI en manos de su dirigente actual y su grupo; el hoy expriista ya causó alta en las filas del Partido Verde.
Edgar Melhem Salinas, pensando en la inmortalidad del cangrejo, el rechazo y la salida de priistas no le preocupa, sabe que está jugando su última carta en la política tamaulipeca, con un partido fracturado, sin estructura, hoy solo tiene a un grupo de no más de 25 incondicionales y donde reconoce que después de la elección del 6 de junio, con los resultados terminará de hundir al PRI; claro, su única preocupación es obtener la diputación plurinominal, para seguir con la tradición priista del premio al dirigente en turno; los amigos, aliados y militancia quedarán en el olvido el día que rinda protesta en la legislatura tamaulipeca. Lo invito a que me escuche en el ABC del Análisis de lunes a viernes de 7:00 a 8:00 de la mañana, por ABC Radio Tampico, 89.3 de FM.
