/ viernes 13 de noviembre de 2020

Con café y a media luz | Fallé por unos meses

Hace unos días presenté a su amable juicio y dispensa, gentil amigo lector, una entrega que se tituló “El año del Desencuentro” en la que, en resumidas cuentas, señalábamos al 2021 como el episodio en el que ocurriría la fractura definitiva, políticamente hablando, entre el Gobierno federal encabezado por Andrés Manuel López Obrador y los ejecutivos que representan a las entidades que conforman la Alianza Federalista.

Pues debemos reconocer que me equivoqué; fallé por un par de meses. Las cosas se precipitaron en el caso de Tamaulipas, desde mi punto de vista, por una reunión pública organizada por el gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca. La llamo así porque no era precisamente una conferencia de prensa.

En ese encuentro, el mandatario de la entidad dio a conocer su postura basándose en los diversos números, los cuales, insistió fueron tomados de los propios informes arrojados por las dependencias federales correspondientes en la repartición del recurso económico para los ejercicios en vigor.

Pues fue precisamente lo anterior, lo que hizo que varios personajes se subieran “al ring” y vertieran una declaración, discurso o, por lo menos, manifestaran una postura al respecto, tanto a favor como en contra de cada una de las partes incidentes en este conflicto que, al parecer, augura, más allá de un nulo entendimiento, un distanciamiento total entre FGCV y AMLO.

Como mero paréntesis antes de proseguir, debemos indicar que, en los últimos meses, los gobernadores inconformes –que ahora ya suman 14– han operado al unísono y cada uno, desde su respectivo terruño, lo mismo organizan reuniones, conferencias, que dan declaraciones que, en franca sumatoria, arrojan la postura generalizada que ya conocemos. Por lo anterior, no debería extrañarnos que lo hecho por el tamaulipeco haya sido replicado por sus homólogos federalistas. Cierro paréntesis.

En dicha reunión que pudimos seguir por las diferentes plataformas y servicios de telecomunicaciones que, prácticamente, están al alcance de todos nosotros, atendimos las declaraciones de los representantes de los sectores productivos de nuestra sociedad.

Julio Gutiérrez, de la UGRT, expuso en su discurso que “… la realidad que vivimos nos ha llevado a padecer desde hace dos años, un trato injusto por parte de la Federación…”, asimismo manifestó que el sector que representa está viviendo por dicha causa, un franco retroceso.

Los miembros de la CANIETI estaban representados por Alejandro Venegas, quien demandó un presupuesto justo y equitativo que vaya encaminado a impulsar los adelantos tecnológicos que Tamaulipas requiere en materia de telecomunicaciones.

Me llamó la atención la intervención del clero protestante, pues tocó turno de hablar al pastor Jorge Negrete quien indicó que “… se quiere llevar a Tamaulipas a un retroceso y no lo vamos a permitir”.

Todas esas posturas se sustentaron en un argumento que pudimos ver dividido en tres rubros: El primero de ellos consistente en que el presente esfuerzo busca el bienestar de las siguientes generaciones; el segundo que sostuvo que Tamaulipas es de los estados que más le aporta a la Federación cada año –275 mil millones en promedio– y, el último, con el que se señaló que las familias de esta entidad no percibirán los beneficios que representan 7 mil 200 millones de pesos que el gobierno del presidente López Obrador, debía destinar.

Al día siguiente, circuló “como reguero de pólvora” un documento en el que la CTM de Tamaulipas exhortaba a los diputados a ser solidarios con los pobladores de esta entidad y a no permitir el recorte que le señalo en el párrafo anterior. En el pronunciamiento firmado por líderes obreros, antorchistas, ganaderos y restauranteros, se detallan los problemas que han sufrido a causa de la pandemia y la desaceleración económica a nivel nacional, por lo que consideran, sería injusta la reducción del gasto para el año venidero.

Horas más tarde pudimos apreciar un archivo de video protagonizado por el diputado Erasmo González Robledo en el que, con un pizarrón de fondo, declara que “… este año 2020 está por entregarse una cantidad de 55 mil 502 millones de pesos, que es lo que aprobamos el año pasado…” y enseguida, agrega, mientras encierra en un círculo una cifra previamente escrita, “… en comparación con este año 2021 que estamos por aprobar, estaremos asignando 56 mil 187 millones de pesos, es decir 685 millones de pesos más”.

González Robledo continúa reconociendo que “… sí, vale la pena decirlo, tiene un decremento en términos reales del -2.1 %, sin embargo, Tamaulipas es el estado que menos decrece en gasto federalizado…” Es, entonces, cuando viene la pregunta “¿El hecho de que no haya decrecimiento en gasto federalizado es justificante para la reducción en términos reales de un presupuesto asignado?”

Y, como remate, el maderense invita a la población a que no se deje llevar “… por información que no tiene un origen correcto.” Con esto último, está haciendo suponer que el Ejecutivo tamaulipeco está divulgando evaluaciones fiscales fundamentadas en el error.

Como dijimos al inicio de la entrega de hoy, las cosas se precipitaron en una serie de declaraciones y de posturas por las que, podemos suponer, que la fractura que augurábamos como prólogo político del 2021, será el colofón de este 2020.

¡Y hasta aquí!, pues como decía cierto periodista: “El tiempo apremia y el espacio se agota”

Escríbame a: licajimenezmcc@hotmail.com

Y recuerde, será un gran día.

Hace unos días presenté a su amable juicio y dispensa, gentil amigo lector, una entrega que se tituló “El año del Desencuentro” en la que, en resumidas cuentas, señalábamos al 2021 como el episodio en el que ocurriría la fractura definitiva, políticamente hablando, entre el Gobierno federal encabezado por Andrés Manuel López Obrador y los ejecutivos que representan a las entidades que conforman la Alianza Federalista.

Pues debemos reconocer que me equivoqué; fallé por un par de meses. Las cosas se precipitaron en el caso de Tamaulipas, desde mi punto de vista, por una reunión pública organizada por el gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca. La llamo así porque no era precisamente una conferencia de prensa.

En ese encuentro, el mandatario de la entidad dio a conocer su postura basándose en los diversos números, los cuales, insistió fueron tomados de los propios informes arrojados por las dependencias federales correspondientes en la repartición del recurso económico para los ejercicios en vigor.

Pues fue precisamente lo anterior, lo que hizo que varios personajes se subieran “al ring” y vertieran una declaración, discurso o, por lo menos, manifestaran una postura al respecto, tanto a favor como en contra de cada una de las partes incidentes en este conflicto que, al parecer, augura, más allá de un nulo entendimiento, un distanciamiento total entre FGCV y AMLO.

Como mero paréntesis antes de proseguir, debemos indicar que, en los últimos meses, los gobernadores inconformes –que ahora ya suman 14– han operado al unísono y cada uno, desde su respectivo terruño, lo mismo organizan reuniones, conferencias, que dan declaraciones que, en franca sumatoria, arrojan la postura generalizada que ya conocemos. Por lo anterior, no debería extrañarnos que lo hecho por el tamaulipeco haya sido replicado por sus homólogos federalistas. Cierro paréntesis.

En dicha reunión que pudimos seguir por las diferentes plataformas y servicios de telecomunicaciones que, prácticamente, están al alcance de todos nosotros, atendimos las declaraciones de los representantes de los sectores productivos de nuestra sociedad.

Julio Gutiérrez, de la UGRT, expuso en su discurso que “… la realidad que vivimos nos ha llevado a padecer desde hace dos años, un trato injusto por parte de la Federación…”, asimismo manifestó que el sector que representa está viviendo por dicha causa, un franco retroceso.

Los miembros de la CANIETI estaban representados por Alejandro Venegas, quien demandó un presupuesto justo y equitativo que vaya encaminado a impulsar los adelantos tecnológicos que Tamaulipas requiere en materia de telecomunicaciones.

Me llamó la atención la intervención del clero protestante, pues tocó turno de hablar al pastor Jorge Negrete quien indicó que “… se quiere llevar a Tamaulipas a un retroceso y no lo vamos a permitir”.

Todas esas posturas se sustentaron en un argumento que pudimos ver dividido en tres rubros: El primero de ellos consistente en que el presente esfuerzo busca el bienestar de las siguientes generaciones; el segundo que sostuvo que Tamaulipas es de los estados que más le aporta a la Federación cada año –275 mil millones en promedio– y, el último, con el que se señaló que las familias de esta entidad no percibirán los beneficios que representan 7 mil 200 millones de pesos que el gobierno del presidente López Obrador, debía destinar.

Al día siguiente, circuló “como reguero de pólvora” un documento en el que la CTM de Tamaulipas exhortaba a los diputados a ser solidarios con los pobladores de esta entidad y a no permitir el recorte que le señalo en el párrafo anterior. En el pronunciamiento firmado por líderes obreros, antorchistas, ganaderos y restauranteros, se detallan los problemas que han sufrido a causa de la pandemia y la desaceleración económica a nivel nacional, por lo que consideran, sería injusta la reducción del gasto para el año venidero.

Horas más tarde pudimos apreciar un archivo de video protagonizado por el diputado Erasmo González Robledo en el que, con un pizarrón de fondo, declara que “… este año 2020 está por entregarse una cantidad de 55 mil 502 millones de pesos, que es lo que aprobamos el año pasado…” y enseguida, agrega, mientras encierra en un círculo una cifra previamente escrita, “… en comparación con este año 2021 que estamos por aprobar, estaremos asignando 56 mil 187 millones de pesos, es decir 685 millones de pesos más”.

González Robledo continúa reconociendo que “… sí, vale la pena decirlo, tiene un decremento en términos reales del -2.1 %, sin embargo, Tamaulipas es el estado que menos decrece en gasto federalizado…” Es, entonces, cuando viene la pregunta “¿El hecho de que no haya decrecimiento en gasto federalizado es justificante para la reducción en términos reales de un presupuesto asignado?”

Y, como remate, el maderense invita a la población a que no se deje llevar “… por información que no tiene un origen correcto.” Con esto último, está haciendo suponer que el Ejecutivo tamaulipeco está divulgando evaluaciones fiscales fundamentadas en el error.

Como dijimos al inicio de la entrega de hoy, las cosas se precipitaron en una serie de declaraciones y de posturas por las que, podemos suponer, que la fractura que augurábamos como prólogo político del 2021, será el colofón de este 2020.

¡Y hasta aquí!, pues como decía cierto periodista: “El tiempo apremia y el espacio se agota”

Escríbame a: licajimenezmcc@hotmail.com

Y recuerde, será un gran día.